Fuente: ANTIMIO CRUZ BUSTAMANTE, Reportero de Ciencia, Tecnología e Innovación, Revista Mi Patente, [email protected], www.mipatente.com
Adolescente inventa fertilizante a partir de orina y tramita protección del IMPI
El joven mexiquense Víctor Reynoso Martínez, de 15 años de edad y estudiante de segundo de preparatoria, comenzó un trámite para proteger la propiedad intelectual de su invento llamado Pastillas Fertiorín, que es un fertilizante sólido de lenta liberación, fabricado a partir de orina humana y que recibió la medalla de oro en Canadá en el Festival “Canada Wide Science Festival”. El procedimiento que busca protección se realiza ante el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI)
El joven, residente en Tultitlán, Estado de México, habló con Mi Patente, durante una visita al Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL), donde fue invitado para dar a conocer su invento a científicos de ese centro de investigación, como parte del Mes de la Juventud.
La orina humana es uno de los recursos más contaminantes a nivel mundial, por lo que Reynoso Martínez desarrolló una idea para aprovechar ese producto orgánico para ayudar a enriquecer los suelos.
“El punto de partida de esta investigación fue preguntarme: ¿Si la orina contiene nitrógeno, fósforo y potasio y elementos menores que también se utilizan para la elaboración de fertilizantes, sería posible hacer un proceso que extraiga esos componentes y los reúna en una pastilla para hacer un nutriente vegetal? Y así nació este proyecto”, explicó el joven mexiquense.
Para llegar a obtener su pastilla y después comparar su eficiencia contra otros fertilizantes, Víctor hizo varias reacciones. Primero requirió una reacción para generar una pasta que contenía Nitrógeno y elementos menores como Boro, Zinc, Manganeso, Hierro, Cobre, Cloro. Después realizó una segunda reacción con la que añadió Fósforo y Potasio.
El fertilizante fue probado con plantas de papa y se observó un crecimiento más robusto de raíz, hojas y tallos. Estos resultados hicieron que Víctor y su familia identificaran la viabilidad comercial del desarrollo y busquen registrar este invento. Este es el quinto proyecto de innovación que desarrolla en su corta vida, mismos que le han llevado a representar a México en Argentina, Canadá, Paraguay y Perú.
— Tú aprovechas un recurso que para otros es desechable y lo conviertes en útil ¿Cómo nace la idea?
— Nació cuando vi frente a mi casa, en Tultitlán, una parcela de papa y me di cuenta que la riegan con aguas residuales. Entonces me dio asco pensar que me estaba comiendo esas papas regadas con agua que estuvo con contacto con desechos humanos. Fui a revisarme al doctor y ya no quería comer, pero después empecé a investigar y vi que la orina ya se usaba como fertilizante, pero lo que no se había pensado es usarla de manera sólida, en pastillas. Eso fue lo que yo hice y al presentarlo me valió el pase para ir a Canadá y ahí ganamos la medalla de oro.
El proceso de Víctor empezó como un proyecto escolar, pero ahora ha iniciado el proceso de registro de propiedad industrial para formar una microempresa.
— Ya iniciamos el trámite con la solicitud y el proceso de registro está a la mitad, según nos han informado. Es una patente nacional y está como secreto industrial. El trámite se realiza ante el IMPI. Me apoya el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (Comecyt), así como el gobierno del Estado de México y el gobierno del municipio de Tultitlán.
Después de hablar ante los científicos del INEEL, representó para Reynoso Martínez un aliento para seguir investigando.
— Para mí es muy importante y me anima que haya muchos investigadores que hayan acudido a escuchar esta exposición y que muestran mucha hambre de seguir haciendo cosas nuevas. Aquí nos encontramos cuatro jóvenes haciendo cosas de matemáticas, electrónica y otras ciencias y eso me anima a seguir.