Fuente: ANTIMIO CRUZ BUSTAMANTE, Reportero de Ciencia, Tecnología e Innovación, Revista Mi Patente, [email protected], www.mipatente.com
FOTO 1: Al anunciar la convocatoria al Programa de Estímulos a la Innovación 20|17, Cabrero Mendoza anunció nuevos estímulos fiscales
CRÉDTIDO DE LA FOTO 1: CONACYT
El Programa de Estímulos a la Innovación (PEI), con el cual el gobierno federal fomenta la innovación tecnológica en empresas, se reducirá a casi la mitad, al pasar de 4 mil 120 millones de pesos en 2016 a 2 mil 200 millones de pesos en 2017, según el presupuesto que se asignó para el próximo año al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El director general de Conacyt, Enrique Cabrero, explicó a Mi Patente que preocupa la reducción de recursos y trabajan para conseguir apoyo adicional a través de otros mecanismos, por ejemplo, un programa fiscal en el que sería deducible el 30% de lo que inviertan las empresas en investigación y desarrollo.
“Se tiene un monto de 2 mil 200 millones de pesos para el Programa de Estímulos a la Innovación. La reducción es significativa y nos preocupa, pero por otra parte hay una propuesta de programa de incentivos fiscales por mil 500 millones de pesos. Si tomamos las dos, habría un monto cercano a lo que este año se ejerció con el PEI. Ya hemos dicho que es importante que haya dos estímulos diferentes a la inversión privada (directos e indirectos). Y claro que nos gustaría que fueran mayores, pero así están las condiciones”, dijo Enrique Cabrero.
El doctor Cabrero Mendoza destacó que la convocatoria para participar en el PEI ya fue abierta y que tiene como finalidad fomentar los avances científicos que ayudan al progreso y desarrollo del país.
“México debe ser una nación de innovadores, donde los avances científicos y tecnológicos permeen en todos los ámbitos para aumentar el crecimiento del país, así como la competitividad en el entorno global”, expresó.
Modelo transexenal
Durante una reunión del director general de Conacyt con la Academia Mexicana de Ciencias, el pasado 8 de diciembre, solicitó el apoyo de la Academia para encontrar y promover un cambio de modelo jurídico para el Conacyt que permita hacer una planeación transexenal y evitar acelerones y frenos que han afectado a la investigación y desarrollo en el país.
“Yo creo que el modelo debe estar dirigido a contar con un Conacyt reforzado, que cuente con mayores niveles de autonomía, aunque ya tiene bastante, pero se necesita un modelo jurídico que desexenialice el nombramiento del director del Conacyt y que el nombramiento sea más parecido al modelo que tienen organizaciones como la National Science Fundation, de Estados Unidos, donde el Presidente presenta una lista de nombres al Senado y el Senado, después de consultar a la comunidad científica toma la decisión”, indicó en el auditorio Galileo Galilei de la AMC..
Ante cerca de 200 académicos, y de los embajadores en México de China, Qiu Xiaoqui; Japón, Akira Yamada, y Reino Unido, Duncan Taylor, el director de Conacyt afirmó que aunque México es un país muy industrializado, esto no ha sido suficiente para colocarse entre las economías más avanzadas del mundo. Esto se debe a que los países que crecen a mayor velocidad han entrado en una espiral ascendente basada en la innovación, la cual parte del nuevo conocimiento que aporta la ciencia.
Cabrero Mendoza dijo que México debe mantener un paso más constante en dirección a la economía del conocimiento pues, subrayó, sólo tiene una ventana de oportunidad de 20 años para colocarse entre las economías más fuertes del mundo, apoyado en ciencia, tecnología e innovación.
“Lo único que nos queda es acelerar el paso. 20 o 25 años pueden ser suficientes para incorporarnos a la economía del conocimiento pero sólo si la política científica y tecnológica se mantiene continua, estable y creciente. Sin embargo, cuando pensamos que 25 años significa cuatro sexenios, entonces comienza a sonar más difícil este objetivo”, dijo el director de Conacyt.
“Yo creo que en estos dos años que quedan al actual gobierno tenemos oportunidad de intentar algo más y es muy importante que la Academia Mexicana de Ciencias pudiera apoyar un esfuerzo en el que la volatilidad de las políticas públicas no afecte a la política científica y tecnológica. Necesitamos sacarla de esos vaivenes.
A pesar del recorte al presupuesto de ciencia, tecnología e innovación para 2017, que incluyen entregar 10% menos recursos públicos para la totalidad de la ciencia y un recorte de 23% al Conacyt, su director dijo que no se debe menospreciar lo que se hizo en los cuatro años anteriores, que permitieron romper una inercia de varios sexenios sin aumentos considerables a la inversión. Subrayó que en 2016 la inversión global en ciencia alcanzó el 0.57% del Producto Interno Bruto (PIB).