Fuente: ANTIMIO CRUZ BUSTAMANTE, Reportero de Ciencia, Tecnología e Innovación, Revista Mi Patente, [email protected], www.mipatente.com
Obras de arte y bienes culturales con siglos de antigüedad pueden ser restaurados con sustancias y materiales poco agresivos, identificados y extraídos de la naturaleza por científicos de El Colegio de Michoacán, que es una de las 27 instituciones que forman parte de la red de Centro Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Este proyecto de investigación consta de dos grandes partes: en primer lugar, se realizan estudios en las obras de arte y bienes culturales antiguos para conocer su composición y posteriormente se buscan y prueban materiales orgánicos que puedan servir para su conservación, por ejemplo, algunas pinturas del siglo XVII contienen materiales de la naturaleza como el pigmento como el rojo de cochinilla o el azul índigo. También se han identificado algunas gomas como la goma de nopal y la de orquídea. En otras piezas, desde luego, se utiliza la madera para hacer restauraciones, y sustancias como aceites biocidas y proteínas.
El doctor Emanuel Bojórquez Quintal, líder del proyecto, informó en la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), que el objetivo de su esfuerzo es “ampliar las capacidades tecnológicas de la Línea de Generación y Aplicación del Conocimiento del Patrimonio Cultural Material, del Laboratorio de Análisis y Diagnóstico del Patrimonio (LADIPA), de El Colegio de Michoacán, mediante el desarrollo de metodologías para la caracterización de materiales orgánicos constitutivos de bienes culturales diversos”.
Este proyecto, que forma parte del trabajo que se ha generado gracias al programa de contratación de científicos jóvenes, llamado Cátedras Conacyt, se planteó cinco metas, desde su inicio:
1)Extraer y caracterizar materiales orgánicos, de plantas, animales y microorganismos.
2) Desarrollar metodologías para el estudio e identificación de materiales orgánicos presentes en objetos de patrimonio cultural.
3) Desarrollar y evaluar nuevos productos para restauración.
4) Formar nuevos recursos humanos en el estudio científico del patrimonio cultural, y
5) Transferir conocimiento de las ciencias biológicas a las ciencias sociales.
Hasta ahora, se han realizado y reportado resultados de estudios sobre la manera como están construidas esculturas religiosas del siglo XVII y XVII, como el Santo y el Cristo de Caña de Maíz, de las comunidades de Tzintzuntzan y Jacona, en Michoacán. Para estos estudios e intervenciones de utiliza mucho la microscopía co-focal, que también ha sido usada como herramienta para conocer la composición de pinturas mexicanas y europeas del siglo XVII.
Sobre la caracterización y evaluación de materiales orgánicos para la restauración, el equipo coordinado por el doctor Bojórquez Quintal, ya presentó los primeros resultados de sus trabajos para la extracción y definición de características físicas del mucílago y la goma del nopal.