El estudio pretende identificar las proteínas implicadas en el desarrollo del padecimiento
Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) son padecimientos crónicos que dañan la mucosa del tejido que recubre al intestino. La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn son las más comunes, se ha observado en diversos estudios que quienes las padecen tienen gran probabilidad de desarrollar cáncer de colon.
Actualmente el mejor método para detectar las EII es la biopsia, procedimiento quirúrgico en el que se extrae un pedazo del tejido dañado y se analiza por un médico patólogo. No obstante, dicho procedimiento es costoso, por lo que no se encuentra al alcance de gran parte de la población en México.
Con esta idea en mente, un grupo de científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) trabajan en entender los procesos biológicos que llevan al desarrollo de las EII al estudiar los mecanismos que regulan la regeneración de las células epiteliales en las áreas ulceradas del intestino.
El doctor Porfirio Nava Domínguez, quien lidera el estudio, explicó que el epitelio que se encuentra en el intestino humano funciona como barrera física que impide que bacterias, parásitos y compuestos dañinos atraviesen al interior del organismo, además permite la absorción de nutrientes provenientes de los alimentos.
Dadas las funciones de dicha “pared”, las células epiteliales que la conforman sufren daños y tienen que ser reparadas constantemente, por lo que se requiere de algunas proteínas que cumplan la función de mantenerlas y generarlas.
“Akt es una de ellas y su función es estimular la actividad de otras. Por ejemplo, al entrar en contacto con un cofactor de transcripción llamado β-catenina existirá un cambio en esa molécula y comenzarán a generarse células nuevas; este proceso es conocido como proliferación celular. En contraste, al activar de manera indirecta a un complejo de proteínas llamada mTORC1 se disminuirá la reproducción”, indicó el experto.
Asimismo, subrayó que normalmente las células se dividen una vez y posteriormente entran a un proceso de crecimiento que les permite adquirir las características necesarias para el funcionamiento idóneo, este ciclo se repite para mantener el epitelio en correcta función.
No obstante, en los procesos patológicos ya sea inflamatorios o cancerígenos dicho mecanismo se hiper-estimula en una sola dirección, en otras palabras, las células se dividen muy rápido o dejan de hacerlo del todo. Por ejemplo, durante la inflamación, el complejo de proteína mTORC1 impide la generación de células nuevas y por eso se forman úlceras.
Por otra parte, el doctor Nava expresó que existen varias teorías del por qué solo ciertos individuos son propensos a desarrollar EII, entre ellas, es la alimentación. “Se ha postulado que quienes ingieren ‘comida limpia’, casi estéril, son más proclives a desarrollarlas porque el sistema inmune se ve obligado a atacar a las células epiteliales de la mucosa intestinal y termina destruyendo el tejido. Por lo que es adecuado consumir alimentos con bacterias benéficas para el cuerpo, como los probióticos”.
Finalmente, acerca de la investigación, el también farmacólogo expresó su entusiasmo porque este análisis de 13 años obtuvo el Premio de Investigación en Biomedicina “Rubén Lisker” que otorga el Conacyt, la Industria Mexicana de Coca-Cola y el Instituto de Bebidas para la Salud y el Bienestar con el fin de apoyar el quehacer científico que contribuye a beneficiar la salud de los mexicanos. (Agencia ID)