Fuente: ADRIANNI ZANATTA ALARCÓN and KAREN ARANA AYALA, Politecnico di Milano, OTT, Universidad Autónoma de Sinaloa, [email protected],[email protected]
Un indicador que nos ayuda a interpretar la tendencia de innovación en un país es a través de las solicitudes de patentes y de las patentes otorgadas ante un organismo de Propiedad Industrial (PI). A través de los años 2006 a 2016 el número de solicitudes de patentes en México sigue la tendencia de un aumento promedio del nueve por ciento.
En el año 2016 la generación de conocimiento a través de solicitudes de patentes emitidas por entes mexicanas fue del ocho por ciento del total de solicitudes ingresadas en México. Haciendo énfasis en las Instituciones Educativas (IE) se observa que la tendencia con respecto al tiempo gana un ligero aumento año con año. En el año 2016 la solicitud de patentes por las IE corresponde al veintidós por ciento.
Las instituciones educativas ocupan el tercer lugar como actor en la generación de solicitudes de patentes, ocupando los dos primeros lugares las empresas y los inventores independientes. Es interesante analizar los factores que contribuyen para obtener dicho resultado, recurriendo a los autores Henderson, Jaffe y Trajtenberg (1998) mencionan que “existen tres factores para el desarrollo de las patentes universitarias: el marco legal, el incremento de recursos privados para apoyar la investigación; y el crecimiento de los organismos intermedios de innovación, aunado a esto se presenta el factor de la poca difusión que tiene la Propiedad Intelectual como un bien generador de riqueza”.
En Estados Unidos la Ley Bayh-Dole, promulgada en 1980, fue una de las políticas pioneras a nivel mundial en dar el derecho a las universidades de obtener la titularidad de las patentes generadas por sus investigadores, esto generó la creación de marcos legales los cuales permitieron que se incentivara la participación de investigadores en la generación de patentes en beneficio de las mismas universidades y de la sociedad.
En México, la Ley de Ciencia y Tecnología promulgada en 2002 nos habla, específicamente en el artículo 52, que las instituciones de educación superior que realicen actividades de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación podrán apropiarse de la Propiedad Intelectual generada, así mismo podrán promover la transferencia de tecnología a través de otorgar hasta un 70% en regalías hacia los investigadores que generen patentes.
La generación de conocimiento en las instituciones educativas es de gran importancia, ya que forma nuevos talentos dotados de capacidades para generar tecnología mexicana de alto impacto. Es importante que los investigadores se sientan motivados a través de diversos estímulos, ya que el reconocimiento por un buen trabajo realizado refuerza el espíritu. También es importante hablar de los estímulos económicos, que con las políticas de propiedad industrial se busca hacer partícipe con remuneración económica la ardua labor de investigación.
Por lo tanto, la creación y aplicación de políticas de Propiedad Intelectual debe de ser un tema prioritario dentro de las instituciones educativas, están deben de contener las estrategias, enfoques y esquemas a seguir para la administración de la PI generada, estos instrumentos dan certeza al investigador sobre el registro de su invención y dan un escenario sobre las futuras oportunidades comerciales que se podrían suscitar, esto último incentivará la producción de patentes que valorizará los productos del trabajo de investigación, administrativo y científico (Kowalski, 2010) además crean un sentido de confianza con el sector productivo.
Tradicionalmente las universidades han tenido tres enfoques prioritarios, la docencia, la investigación y la extensión de la cultura, actualmente la vinculación con el sector empresarial y la transferencia de conocimientos se considera como una nueva función de la universidad, sin embargo ha habido ciertas limitantes para que esta función se desarrolle con éxito. (Llorens, 1992)
Aunque la investigación ha sido prioridad en las instituciones educativas, esta se ha focalizado en investigación básica. Hoy en día el rol que enfrentan las IE es hacer frente a las necesidades de la industria, haciendo sinergia para encontrar soluciones a problemas técnicos propuestos por la industria para generar actividades de inventiva a través de la academia. La investigación aplicada se verá reflejada en la generación de conocimiento de valor tecnológico con actividad industrial.
En años recientes los organismos intermedios de innovación como las Oficinas de Transferencia de Tecnología OTT se consolidan fuertemente como un puente de innovación entre los clústeres tecnológicos y la academia. Las OTT pueden marcar la diferencia como un motor que promueve los esfuerzos que realiza la academia para hacer un enlace con las necesidades actuales de la industria. Este tipo de enlaces promoverá la generación de invenciones gestionadas a través de las políticas de propiedad industrial, así como su posterior transferencia tecnológica.
En la última década el ecosistema de innovación se ha consolidado a través de la experiencia, que motiva a diseñar estrategias de generación de conocimiento y de su gestión incluyente. Aún existen diversas áreas de oportunidad, que serán afrontadas satisfactoriamente, porque es sabido que México cuenta con muchas personas talentosas, que buscan dejar su huella a través de la innovación tecnológica.