- Científicos del CINVESTAV han encontrado que la hidroxiapatita, un material presente en el hueso de bovinos, facilita la fusión entre el hueso y la prótesis en los implantes de la cadera.
Gracias a la biotecnología, los desechos biológicos de origen animal o biodesechos, se pueden utilizar con fines médicos. Durante la conferencia Transformación de biodesechos para su uso como materia prima en la fabricación de dispositivos médicos, la doctora Astrid Giraldo Betancur, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Unidad Querétaro, explicó el proceso por el cual es posible la obtención de materiales de gran ayuda en la aplicación de dispositivos biomédicos.
Actualmente se ha registrado un incremento de las enfermedades del sistema músculo esquelético -padecimientos degenerativos, por traumas o de origen infeccioso- y con ello, una demanda mayor de los materiales para implantes, comentó la investigadora del Laboratorio Nacional de Proyección Térmica, del CINVESTAV.
“A través de un proceso de transformación, los materiales de desechos pueden obtener un valor agregado en los procesos de manufactura, convirtiéndose en materia prima para el área biomédica”, señaló la especialista.
Uno de los materiales que se utilizan comúnmente para la realización de estos implantes es la hidroxiapatita, (un mineral que contiene fosfato de calcio) que se encuentra principalmente en el fémur de los bovinos. En el caso de los implantes en la cadera, este componente es importante dentro de los procesos de mineralización de los huesos, ya que facilita la fusión entre el hueso y la prótesis, y evita que el paciente rechace el implante, lo que sí puede pasar con las piezas de metal como el cobalto o titanio.
Para la obtención de hidroxiapatita, el proceso consiste en la limpieza y secado del fémur de res, seguida de una molienda del hueso para su reducción a polvo, luego el sometimiento a un proceso termoquímico y posteriormente un tratamiento químico.
En entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Giraldo Betancur comentó que en el Bioterio del CINVESTAV se realizaron pruebas en ratas para evaluar el comportamiento de este recubrimiento en el dispositivo y los resultados fueron favorables.
Gracias al Programa de Estímulos a la Innovación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), en 2013, 2014 y 2015, se generó la metodología para la obtención de hidroxiapatita que tiene como característica ser mucho más económica que los materiales convencionales.
Lo que hace diferente a esta pieza es que, además de que la materia prima es procesada a través de biodesechos, implica mayor seguridad en el uso de sus recubrimientos: “Comercialmente las tecnologías usadas para este tipo de recubrimientos son muy costosas tanto en su precio como en su mantenimiento, y lo que hicimos fue trabajarlo con un proceso de proyección térmica, que maneja temperaturas mucho menores, las cuales pueden ser controladas para establecer un resultado final adecuado”, destacó.
Finalmente, la investigadora hizo hincapié en que estos desarrollos pueden aportar gran valor no solo a la medicina, sino a la investigación y a la industria en México: “Hay una brecha muy grande entre el desarrollo científico y la aplicación en la industria, nosotros buscamos crear ese puente a través del consorcio del Laboratorio Nacional de Proyección Térmica, el CINVESTAV, el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial y el Centro de Tecnología Avanzada de Querétaro para buscar un beneficio”.
La charla se llevó a cabo ayer en el marco de la Reunión Nacional de Manufactura Aditiva 2017, que concluirá mañana en la Torre de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Pie de foto: A través de su transformación, los materiales de desecho pueden incorporar un valor agregado en los procesos de manufactura, convirtiéndose en materia prima para el área biomédica, explicó la doctora Astrid Giraldo. (Foto: Carla Ramírez Torres).