Por Armando Bonilla
Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- En la segunda edición de la Feria Aeroespacial (Famex) 2017 realizada en la Base Aérea de Santa Lucía, uno de los atractivos principales fue la exhibición de aeronaves.
Desde el ingreso a la base aérea, al circular por la avenida principal, los aviones del ejército mexicano exhibidos de manera permanente fue lo primero que atrapó la atención de los visitantes. No obstante, más atractivo fue ingresar a la zona de exhibición donde aviones de todos los tipos, tamaños, colores y formas aguardaban a los visitantes sobre una de las pistas de despegue.
Desde helicópteros de diferentes cuerpos policiacos y de rescate, pasando por pequeñas avionetas de uso comercial y privado, hasta enormes aviones de combate del ejército, se encontraban alineados uno a lado de otro para que los visitantes pudieran apreciarlos e incluso abordarlos y tomarse uno foto dentro de ellos. Entre esa gran cantidad de aviones se encontraba el prototipo Pegasus II.
Se trata de un pequeño pero atractivo avión que captó la atención de los visitantes gracias a su moderno y vanguardista diseño. Pero más atractivo aún resultó acercarse y enterarse de que es el primer avión diseñado por jóvenes oaxaqueños y construido con tecnología totalmente mexicana; asimismo, que es el segundo prototipo de la empresa Oaxaca Aerospace y que su primera versión ya se encuentra en fase de pruebas en pista.
México y la industria aeroespacial
Contar con un prototipo de avión construido totalmente en México que ya se encuentra en fases de prueba en pista y que se estima a finales de año surque por primera vez el cielo, no es cosa menor, sobre todo al considerar que la industria aeroespacial se encuentra en una etapa de consolidación como uno de los sectores económicos más importantes del país.
De acuerdo con la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial, dicho sector en México registra una expansión de 20 por ciento anual desde 2004, genera más de 50 mil empleos en 18 estados de la república y actualmente cuenta con más de 300 empresas operando en el mercado.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, explicó durante la inauguración de Famex 2017 que la industria aeroespacial ha incrementado en 41 por ciento su flota aérea y se han modernizado 28 aeropuertos en el país.
“Hay que reconocer también al sector empresarial, el cual ha detonado una muy importante inversión público-privada que asciende a 78 mil millones de pesos. Nos hemos posicionado como el sexto proveedor de partes aeronáuticas de Estados Unidos y el décimo cuarto a nivel mundial; México es hoy el tercer destino de atracción de proyectos de inversión extranjera directa aeroespacial, solo detrás de Estados Unidos y Reino Unido”, afirmó.
Del sueño de un avión totalmente mexicano al Pegasus II
Lograr un avión desarrollado totalmente en México, por manos de mexicanos y con tecnología propia en su totalidad, es un sueño compartido por muchos de los actores importantes en el sector.
Este sueño lo tenía el ingeniero Raúl Fernández, quien siempre tuvo la inquietud de por qué México no producía sus propias aeronaves y ante lo cual se fijó la meta de construir un avión de entrenamiento para pilotos con tecnología totalmente nacional. Fue así como nace la empresa Oaxaca Aerospace, misma que presentó un primer prototipo de Pegasus en la primera edición de Famex, celebrada en 2015 y que la Agencia Informativa Conacyt tuvo la oportunidad de documentar.
Durante la más reciente edición de Famex, la Agencia Informativa Conacyt tuvo la oportunidad de charlar con Rodrigo Fernández González, gerente general de Oaxaca Aerospace, quien recordó cómo es que su padre soñaba con construir un avión cien por ciento mexicano, cómo es que ese sueño comenzó a materializarse hace dos años con la presentación del primer prototipo y cómo es que evolucionó la idea hasta llegar a Pegasus II.
“Justamente en 2011 comenzamos a trabajar en el desarrollo, el creador, el fundador de la empresa es mi padre, el señor Raúl Fernández y él siempre tuvo la inquietud de hacer una aeronave; empezó con la idea y poco a poco fue agarrando forma hasta que en 2011 sometimos el proyecto ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que nos apoyó con recursos a través del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI)”.
Detalló que en esta segunda participación en la Famex, la empresa arriba ya con un segundo prototipo, mientras que el inicial, presentado hace dos años, se encuentra ya en fase de pruebas en pista. “El trabajo que arrancó en 2011 obedeció a la etapa de diseño y en 2013 logramos el primer prototipo (…) Ese primer prototipo se encuentra en pruebas de aceleración ya en pista y pruebas de timón, así como rotaciones ligeras despegando la rueda delantera”.
Añadió que para la siguiente etapa del primer prototipo, se encuentran a la espera de la autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para realizar las demás pruebas que básicamente consisten en las rotaciones de la parte delantera del avión, y al concluirlas y crear los reportes esperarían la autorización para las pruebas de levantamiento de la aeronave, las cuales estima se lleven a cabo a finales de este año.
– ¿Por qué avanzamos a un segundo prototipo si el primero aún está en etapa experimental?
– Pues bien, este diseño lo venimos trabajando desde el principio, de hecho el diseño que traemos hoy es el que pensamos cuando concebimos la idea; no obstante, comenzamos de otra manera porque el primer prototipo es, por decirlo de alguna manera, más barato porque en esa etapa el peso del proyecto consistió en el desarrollo tecnológico y se necesitaba hacer modificaciones constantes.
Estimamos que sea hasta dentro de un año cuando el segundo prototipo esté concluido, ahorita estamos a un cincuenta por ciento de avance, estamos utilizando un material de prueba (fuselaje de fibra de vidrio y piezas de exhibición) pero queremos fabricar el fuselaje con materiales compuestos en colaboración con la Universidad Aeronáutica en Querétaro (Unaq) para después dar paso a la integración de la tecnología del primer prototipo con el diseño del segundo.
Jóvenes oaxaqueños, las manos detrás del avión mexicano
En entrevista exclusiva con la Agencia Informativa Conacyt, Óscar Habib Ponce de León Uribe, supervisor de diseño para Oaxaca Aerospace, explicó las etapas que ha seguido el desarrollo del segundo prototipo de Pegasus. Al respecto, enfatizó la idea de que el primer prototipo obedeció a la necesidad de concretar desarrollo tecnológico, mientras que el segundo consiste en el perfeccionamiento de la tecnología y del diseño para llegar a un producto comercial.
Al referir las etapas que siguió el proyecto, dijo que la idea inicial del dueño, Raúl Fernández, fue construir pequeñas aeronaves de entrenamiento para pilotos, ante lo cual conformó un equipo de jóvenes ingenieros que trabajaran en su desarrollo.
Al comenzar este trabajo, afirmó que dieron continuidad al primer prototipo, es decir, una aeronave biplaza, pero con mejores prestaciones, de hecho buscaron igualar y mejorar las prestaciones del Grob o del Pilatos en cuanto a diseño y desempeño se refiere.
Explicó que en la siguiente etapa trabajaron en el cambio a material compuesto ya que el primer desarrollo fue totalmente en aluminio y ahora cuentan con fibra de vidrio, pero están ya muy avanzados para cambiar ese material a fibra de carbono. El trabajo incluyó, entre otros, la construcción de un motor más grande y la inclusión de un tren retráctil.
“Estamos hablando de un trabajo de desarrollo tecnológico muy importante en el que nuestros ingenieros se han metido de lleno a la elaboración de las piezas, hemos generado desde nuestros pistones hasta las piezas más mínimas del motor. Son casi cinco años de trabajo desde que comenzamos la construcción del primer prototipo hasta ahora”.
En el proyecto, dijo, están involucradas alrededor de 30 personas, pero han participado muchas más, la mayor parte de Oaxaca, pero también cuentan con colaboraciones de personas de otros estados a través de las universidades con que tienen convenios.