Fuente: ANTIMIO CRUZ BUSTAMANTE, Reportero de Ciencia, Tecnología e Innovación, Revista Digital Mi Patente, [email protected], www.mipatente.com
Existen varios prejuicios y pensamientos equivocados sobre el patentamiento en México: se dice que México casi no genera patentes porque siempre se le compara con Estados Unidos y no se considera que ellos empezaron a patentar muchos años antes; además, se afirma repetidamente que el industrial mexicano no le interesan las patentes nacionales, pero la realidad es que sí le interesan, pero muchas veces no saben cuáles existen.
Así reflexionó, en breve entrevista con Mi Patente, el licenciado Roberto Arochi Escalante, presidente de la Comisión de Propiedad Intelectual e Industrial, de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamín), de México, durante una visita a la UNAM para participar en la ceremonia de entrega de Premios PROFOPI (Programa de Fomento al Patentamiento y la Innovación de la UNAM).
— Parece que México es un país buen importador de tecnología pero no muy buen desarrollador de soluciones propias– Se le planteó a Arochi Escalante.
“Yo veo las cosas de manera diferente. Siempre tratamos de compararnos con Estados Unidos cuando ellos llevan más de un siglo patentando y yo veo que el número de solicitudes que presenta Francia, los europeos, los japoneses, presentamos más. Pero lo que debemos buscar es la calidad y no tanto el número. Debemos buscar la calidad para poder licenciar y para que los extranjeros se den cuenta de la fuerza que tenemos, a través de las patentes que se obtienen en México”, indicó.
Para que una idea pueda generar riqueza requiere transcurrir diferentes pasos. En primer lugar, está la generación de la propia idea o descubrimiento, que se puede generar en la academia o en la propia industria, pero puede ser robada o copiada por otros competidores si no cuenta con la protección legal que representa la patente. En el momento en que se obtiene ese documento, que es comparable con un acta de nacimiento o un certificado de paternidad, hay que trabajar para poder aplicarlo, transferirlo o licenciarlo a la planta productiva. Por último, hay que enfrentar las dificultades del mercado para generar ingresos, pero con las ventajas de tener un producto o un método novedoso y que se puede explotar en exclusiva por años.
La comisión que encabeza Roberto Arochi tiene como misión el respeto y protección a los derechos de autor y propiedad intelectual y por eso se enfoca en conseguir, en conjunto con el Gobierno, el compromiso institucional y las acciones concretas para fomentar el respeto a la propiedad intelectual, así como las políticas de prevención y sanción para evitar la comercialización de productos ilegítimos.
— ¿Y cómo se puede ayudar a los industriales mexicanos para que se animen más a inventar y patentar o a buscar más patentes mexicanas?
— Creo que es muy fácil la respuesta: que nos den a conocer sus inventos. No queremos conocerlos sólo en premiaciones, queremos conocerlos día a día, y para eso Concamín cuenta con la Comisión de Propiedad Intelectual. Nosotros estamos haciendo un esfuerzo, estamos tratando que los despachos que son miembros de lo que es Concamín, a través de la Asociación Mexicana para la Protección de la Propiedad Industrial (AMPPI) pueda fomentar el Pro Bono para apoyar a los inventores—concluyó.