La uveítis empieza por el enrojecimiento del ojo, y manchas flotantes en el campo de visión
Una de las enfermedades que afecta el ojo humano es la uveítis, una patología inflamatoria que afecta a varias partes de la úvea, que es una capa vascular en el ojo, una cubierta del globo ocular, que puede dañar tejidos como la retina, el nervio óptico y el cuerpo vítreo. Se clasifica como infecciosa y no infecciosa.
La úvea se parece a una uva, de allí su nombre, está debajo de la parte blanca del ojo y su función es adaptarnos a diferentes niveles de luz u observar la distancia de los objetos.
En México, la uveítis no infecciosa es una de las principales causas de ceguera prevenible. Puede presentarse en pacientes de cualquier edad, pero es más probable que afecte a las personas de edad productiva, entre 20 a 65 años, y tiene un impacto negativo en la calidad de vida, ya que actividades cotidianas como conducir, trabajar o sociales, se ven afectadas por esta enfermedad.
De acuerdo con la especialista Stephanie Voorduin, Jefa del Departamento de Enfermedades Inflamatorias Oculares del Hospital Nuestra Señora de la Luz, de la Ciudad de México, “es esencial un diagnóstico oportuno de la enfermedad ya que esto puede prevenir el deterioro de la visión del paciente y con un tratamiento biológico se evita la progresión de la enfermedad y mejora la calidad de vida de los pacientes”.
La aplicación de la terapia biológica ya está disponible en México, se administra por vía subcutánea, durante dos semanas en la primera etapa. De manera posterior será mensual durante tres años, y con ello se logra que la patología no se vuelva a manifestar durante cinco años, porque desafortunadamente no se cura.
El diagnóstico de este padecimiento es complejo y requiere una revisión completa del sistema ocular para eliminar otras posibles manifestaciones extra-articulares. Posteriormente, se debe realizar una revisión oftalmológica completa para que, con toda esta información, se realicen los estudios de laboratorio y clínicos para apoyar el diagnóstico.
Esta alternativa terapéutica biológica la trajo a México AbbVie, y debe mantenerse entre 2 o 3 años para lograr la remisión y disminuir el riesgo de recurrencia de la patología.
El tratamiento de la uveítis no infecciosa se realiza de forma escalonada, con el objetivo de prevenir daños irreversibles a las estructuras oculares y ceguera. Por lo tanto, cuanto más rápido se realice el diagnóstico correcto de uveítis y se administre un tratamiento adecuado, mejor será el pronóstico visual.
Los síntomas
Puede iniciar con una molestia pequeña en el ojo, como si tuvieramos una basurita o una pestaña, pero es importante que el paciente reconozca los síntomas y acuda con el especialista, porque sin un tratamiento adecuado tendrá un deterioro significativo de la visión, incluso puede llegar a perder la vista.
Los pacientes con uveítis no infecciosa pueden experimentar enrojecimiento y dolor en los ojos, sensibilidad a la luz, visión borrosa, manchas flotantes en el campo visual y pérdida de visión. (Agencia ID)