Por Tomás Dávalos
Pabellón de Arteaga, Aguascalientes. (Agencia Informativa Conacyt).- El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agropecuarias y Pecuarias (INIFAP) cuenta con un Banco de Germoplasma que alberga más de 100 variedades de guayaba, materiales que se recolectaron en diferentes estados del país y que han sido aprovechados para realizar diversos estudios con la intención de caracterizarlos, indicó José Saúl Padilla Ramírez, investigador de este instituto.
El trabajo para establecer el Banco de Germoplasma tomó más de 10 años, se procuró que las especies incluidas representaran la variabilidad de guayabos que existe en todo el país, por ello se tienen materiales de 15 estados, incluyendo de la zona sureste, centro y entidades de la costa del Pacífico, como Colima, Jalisco y Nayarit.
Al respecto, Padilla Ramírez comentó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt: “Nosotros realizamos accesiones. Por ejemplo: vamos a Nayarit, te encuentras un árbol de guayabo que te interesa por el tipo de fruta, el color o el tamaño, entonces te traes ese individuo y lo ingresas a la colección de campo, le ponemos una clave de origen que identifica de dónde se obtuvo ese individuo, obviamente tomamos el registro de la georreferenciación del sitio donde se hizo la colecta y algunos otros aspectos del ambiente donde estaba”.
En los últimos tres años, la producción de guayaba en México aumentó en 8.2 por ciento, lo que permite consolidar al país como el quinto productor mundial de este fruto. En términos anuales, la producción de este fruto se incrementó 3.8 por ciento, al pasar de 216 mil 649 toneladas en 2015 a más de 224 mil reportadas en los primeros 10 meses de 2016. La producción de guayaba se efectúa principalmente en 18 estados de la república. Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). |
Por cuestiones ambientales, el Banco de Germoplasma no se encuentra en el campo experimental de Pabellón de Arteaga, pues al tratarse de un cultivo sensible al frío, y tomando en consideración que en la región del Valle de Aguascalientes durante el invierno se registran temperaturas bajo cero, se determinó que las plantas podrían morirse, por ello se decidió instalarlo en un área experimental que está cerca de Jalpa, Zacatecas, donde el clima es más benigno.
Tamaño y peso
Con relación a los análisis que se han hecho a estos materiales, manifestó: “Durante los últimos tres o cuatro años, hemos tratado de analizar las características de todas las accesiones y la verdad es que es una variación enorme. Por ejemplo: en el tamaño de fruto, podemos encontrar guayabos que dan frutos de 20 a 25 gramos, hasta casi 500 gramos; y junto con el tamaño te llevas otras características, por ejemplo, el grosor de la pulpa, en unos guayabos la pulpa puede ser casi de 2.5 a tres centímetros, comparado con los frutos más pequeños donde la pulpa es de tres a cuatro milímetros”.
Asimismo, se han realizado estudios referentes al número de semillas que contienen, pues se trata de una característica importante para el consumidor y la industria, se encontraron variedades de guayabos que tienen un promedio de 100 semillas por fruto, mientras que otras llegan a tener hasta 500 semillas. Con relación al sabor, se analizó la concentración de azúcares, hay especies que contienen de siete a ocho grados Brix y se consideran ligeramente ácidas, en el otro extremo, algunas tienen hasta 16 grados Brix, son frutos con un sabor dulce.
“Otra característica de la que también hemos hecho algunos trabajos, en colaboración con investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, es lo de la vitamina C, pues la parte de la nutrición y la salud es muy importante. La guayaba es un fruto que tiene excelente contenido de vitamina C, pero también hay variaciones en los genotipos, tenemos materiales que te pueden dar poco menos de 100 miligramos de vitamina C por 100 gramos de fruto fresco, hasta individuos que te pueden dar 500 miligramos de vitamina C por 100 gramos de pulpa”, subrayó.
Finalmente, el investigador del INIFAP destacó que conforme se caracterizan todas las ventajas agronómicas de los materiales contenidos en el Banco de Germoplasma, se han comenzado a realizar cruzas para generar nuevas especies, mismas que podrían entrar en un proceso de registro para proponerse como una variedad clonal que va a mantener las características de una planta madre.