Por Carmen Báez
Ciudad de México. 3 de agosto de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- La vitamina D juega un papel importante en el organismo de los seres humanos ya que participa, por ejemplo, en la acumulación de calcio en los huesos, en el desarrollo del sistema nervioso y en la protección contra ciertas infecciones.
Sin embargo, la deficiencia de vitamina D constituye un problema de salud pública en México, así lo dio a conocer en 2011 el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) con base en las muestras de suero de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2006. Por otro lado, diversos estudios han vinculado la carencia de esta vitamina con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como cáncer, diabetes y problemas del corazón, esta última considerada la principal causa de muerte en el país.
Carmen Paloma Muñoz Aguirre, doctora en epidemiología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que la deficiencia de la vitamina D (menos de 50 nmol/l) se ha identificado como un problema de salud pública mundial: aproximadamente mil millones de personas en el mundo son deficientes de esta vitamina, mientras que en México 30 por ciento de los adultos presenta deficiencia, siendo la población obesa la más afectada.
“Desde hace algunos años existe un interés por evaluar el papel de esta vitamina en la prevención de diferentes enfermedades, además de las complicaciones óseas, ya que sabemos que los receptores de la vitamina D tienen una amplia distribución en diversos tejidos y órganos de nuestro cuerpo, entonces se comenzó a estudiar el papel de esta vitamina en desenlaces en salud como diabetes y obesidad, nosotros hemos estudiado la enfermedad cardiovascular”, indicó la investigadora.
Proyecto
Con estos antecedentes y como parte de su tesis doctoral, Paloma Muñoz Aguirre desarrolló un trabajo de investigación que tuvo como fin evaluar la asociación entre la ingesta dietética de vitamina D y el riesgo de enfermedad cardiovascular en población adulta mexicana.
La investigación, que forma parte del Estudio de Cohorte de los Trabajadores de la Salud, incluyó información de seis mil 294 sujetos de 20 a 70 años residentes de las áreas urbanas del centro de México, a quienes se les practicaron cuestionarios y tomaron muestras de sangre para su análisis.
“Mediante un cuestionario autoaplicado obtuvimos información demográfica, historia médica y consumo de medicamentos. Para evaluar la dieta, se utilizó un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos que fue previamente validado en población mexicana”, explicó Paloma Muñoz.
Resultados
La recomendación de consumo de vitamina D, continuó la investigadora, es de 600 unidades internacionales. De manera natural, los seres humanos sintetizan vitamina D mediante la exposición al sol: los rayos invisibles UV-B pasan a través de las capas superiores del tejido cutáneo y mediante fotólisis se convierten en vitamina D3, pero también puede obtenerse a través de la ingesta de alimentos enriquecidos (lácteos, huevo, pescado) y suplementos.
En el estudio realizado por la doctora Paloma Muñoz, se observó que la población con mayor ingesta dietética de vitamina D consumió en promedio 516 unidades internacionales, mientras que los sujetos del quintil de consumo más bajo consumieron 70 unidades internacionales.
“Este dato es relevante, porque en México no estamos cumpliendo con las recomendaciones de ingesta de vitamina D (600 unidades internacionales al día). Esto puede deberse a que la dieta mexicana es baja en alimentos como lácteos fortificados, huevo, salmón (…) alimentos que son fuentes importantes de vitamina D”, dijo.
De acuerdo con la investigadora, estos resultados son estadísticamente significativos y los sujetos con una mayor ingesta de vitamina D presentaron menores prevalencias de sobrepeso y obesidad y un menor riesgo de enfermedad cardiovascular a 10 años.
Al comparar los resultados del estudio, se observó que los participantes delgados con un consumo deficiente de vitamina D presentaron mayor riesgo cardiovascular, en comparación con los participantes con obesidad que consumían mayor cantidad de esta vitamina.
“Nuestros resultados sugieren que un mayor consumo de vitamina D está asociado con menor riesgo de enfermedad cardiovascular en población adulta mexicana del centro del país. Sin embargo, son necesarios más estudios en seguimiento que confirmen nuestros resultados”, expresó.
Primer estudio en su tipo en México
A decir de la investigadora y colaboradora del Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG), se trata del primer estudio en su tipo en el país que evalúa la asociación entre el consumo dietético de vitamina D y su relación con enfermedad cardiovascular.
Por este trabajo de investigación, que se publicó en la revista especializada PlosOne, la doctora Paloma Muñoz fue acreedora al Premio de Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz, galardón que busca fomentar la innovación y la investigación médica que se realiza en instituciones de salud públicas o privadas del país.