Por Karla Navarro
Ensenada, Baja California. (Agencia Informativa Conacyt).- Investigadores de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) desarrollaron un dispositivo periférico de computadora que encripta y desencripta imágenes digitales.
El diseño del innovador dispositivo que permite al usuario proteger imágenes de cualquier tamaño, resolución y formato, derivó en una patente otorgada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), como resultado de la solicitud con folio MX/E/2012/090070.
Ante la creciente problemática generada por usuarios que utilizan Internet para ingresar a equipos de cómputo ajenos y robar información, los investigadores prevén que —eventualmente—, el dispositivo será de uso común para cualquier cibernauta.
En comparación con software que ofrece el servicio de encriptar imágenes y que ya es accesible a nivel comercial, el dispositivo diseñado por los investigadores de la UABC incrementa la seguridad gracias a que la información no se encripta y desencripta en el equipo de cómputo, sino en el propio dispositivo.
Imágenes protegidas
El doctor Everardo Inzunza González, investigador de la UABC que colaboró en el desarrollo del encriptador y desencriptador, explicó que el software que confiere protección a las imágenes está embebido en un microcontrolador que tiene el dispositivo, al que se accede por medio de claves.
Agregó que, al encriptar una imagen, la información con que está formada se modifica para que no pueda ser entendible por hackers y con ello evitar que se le dé un uso que no desea el propietario de la imagen.
“Básicamente lo que hace el dispositivo es esconder la información, por eso le llaman encriptar, es como si se metiera a un cajón sellado, está oculta y protegida para evitar que a esa información puedan acceder intrusos o usuarios no autorizados”, comparó.
El investigador mencionó que el encriptador se conecta a la computadora por un puerto USB, al igual que cualquier otro dispositivo periférico como una impresora o un teclado.
“En la computadora se requiere un asistente para abrir la imagen, enviarla al dispositivo periférico de la computadora, el dispositivo la encripta y envía la imagen que, si un intruso intenta abrir, verá una imagen similar a la que aparece cuando una televisión no tiene señal”, refirió.
Subrayó que no se requieren conocimientos especializados para utilizar el encriptador y cualquier persona que cuente con las habilidades básicas para usar una computadora podrá manejar la interfaz con que se accede al dispositivo.
Inzunza González apuntó que comercialmente todavía no existe un encriptador que funcione a través de un dispositivo periférico de computadora y de esa necesidad surgió la idea para desarrollarlo; los investigadores contemplaron que los usuarios potenciales pueden ir desde agencias militares y dependencias gubernamentales hasta el cibernauta convencional que requiere transmitir imágenes en forma confidencial.
Dinámica hipercaótica
Aunque el equipo de investigadores de la UABC logró diseñar una interfaz sencilla para el usuario, su desarrollo implicó el uso de complejos modelos matemáticos del campo de la dinámica hipercaótica.
El doctor Enrique Efrén García Guerrero, investigador de la UABC, expuso que desde el punto de vista de los teóricos físicos y matemáticos, el caos implica un comportamiento dinámico que a partir de pequeñas variaciones en las condiciones iniciales provoca trayectorias similares al principio, pero después son completamente diferentes y extremadamente complejas.
“En función de qué tan compleja es esa dinámica entran varias categorías sobre el comportamiento caótico, y bajo otros parámetros se le conoce como una dinámica más compleja a la que se le pone el término de hipercaótico”, mencionó.
Puntualizó que con base en este tipo de modelos que aparentemente tienen una dinámica aleatoria o errática, lograron que el dispositivo encripte las imágenes y que solo el propietario, a través de su clave de acceso, pueda recuperarlas en su forma original.
“Tenemos una especie de telaraña que obedece a un fenómeno físico con una dinámica caótica y dentro de esa telaraña es donde se mete la información, de tal manera que la persona que intente sacarla, lo que verá es una telaraña”, comentó el investigador.
Confidencialidad para todos
Tras cinco años de haber presentado su solicitud ante el IMPI, los investigadores finalmente obtuvieron la patente que avala su innovación.
Para el doctor Óscar Roberto López Bonilla, investigador y colaborador en el desarrollo del dispositivo, desde hace cinco años —cuando solicitaron la patente— a la fecha, ha incrementado la importancia de contar con medios para proteger la información de los usuarios de Internet.
“Si alguien se pone a experimentar a prueba y error, son millones y millones de combinaciones que tendría que probar para poder acceder al dispositivo y hoy en día esta función cobra más importancia, cuidar la información que transmitimos por Internet ya no es solamente asunto de agencias militares sino de todo tipo de usuarios: empresas convencionales o comercio electrónico, instituciones bancarias, etcétera”, recalcó.
Enfatizó que el dispositivo será de uso cada vez más común, un escenario que no habían contemplado al inicio de la investigación pero ahora se han percatado de la relevancia de una innovación de este tipo.
Respecto a la posibilidad de comercializar el dispositivo, el doctor López Bonilla subrayó que la patente le pertenece a la UABC y cualquier vinculación con empresas interesadas en vender el dispositivo se hará a nivel institucional.
“La patente es de la universidad y los inventores somos los investigadores que participamos en el desarrollo, porque lo hicimos en las instalaciones de la universidad y en tiempo que dedicamos a la universidad, por lo que todo tendría que ser con la autorización de la institución”, remarcó.
Los investigadores agradecieron a las autoridades universitarias el apoyo otorgado para realizar la investigación y desarrollo tecnológico.