Por Karla Navarro
Ensenada, Baja California. (Agencia Informativa Conacyt).- Colibrí es un proyecto para instalar un telescopio robótico óptico de 1.3 metros de diámetro en el Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir (OAN-SPM).
El telescopio tendrá la capacidad de enfocar en menos de 30 segundos —a partir de que recibe una señal satelital— hacia el objeto que debe observar, priorizando los destellos de rayos gamma, las explosiones más poderosas del universo.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la doctora Elena Jiménez Bailón, investigadora del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (IAUNAM), campus Ensenada, y coordinadora de infraestructura del proyecto Colibrí, destacó que la principal ventaja del telescopio será su velocidad para apuntar hacia la región del cielo de donde provengan los destellos de rayos gamma, que brillan en altas energías tan solo unos segundos.
“La región aproximada desde la que se produce la emisión de rayos gamma es enviada desde un telescopio espacial. Colibrí va a conseguir apuntar a la fuente en menos de 30 segundos desde que recibimos la alerta del telescopio espacial, esto implica importantes retos para el proyecto, no solo mecánicos sino también, por ejemplo, a nivel de software: existe un equipo de expertos trabajando en algoritmos para que podamos llegar a captar la contrapartida óptica e infrarroja del destello de rayos gamma en menos de dos minutos, desde que es detectado por el satélite”, explicó.
Apuntó que el satélite tendrá dos detectores de rayos gamma, uno de rayos X y uno óptico, que le darán la capacidad de observar todo tipo de objetos que varían en su flujo de luz, como supernovas y núcleos galácticos activos; el telescopio podrá proporcionar imagen en el óptico y en el infrarrojo de la contraparte, que brilla generalmente por al menos unas horas, e incluso llega a extenderse por algunos días o semanas.
“La ventaja de observar también en el infrarrojo es que se podrán identificar los eventos que son más lejanos, que han sucedido incluso en una etapa en la que se formaron las galaxias y las primeras estrellas”, resaltó la astrónoma.
Colaboración México-Francia
El proyecto Colibrí se puso en marcha como producto de una colaboración entre investigadores mexicanos y franceses y se estima que sus operaciones en el OAN-SPM iniciarán en 2021, en conjunto con el satélite SVOM.
La doctora Elena Jiménez mencionó que el telescopio es parte integral de SVOM, proyecto franco-chino que consiste en la puesta en órbita de un satélite que estará girando alrededor de la Tierra en busca de destellos de rayos gamma y será este el que envíe sus detecciones a Colibrí.
Comentó que en China hay un telescopio similar al que se instalará en el OAN-SPM y el objetivo de los científicos franceses es obtener cobertura del cielo las 24 horas del día, es decir, que todas las noches haya un telescopio observando cuando el satélite envíe la señal.
Dijo que actualmente trabajan en la obtención de los permisos ambientales y esperan que a finales de octubre de este año, se inicien los trabajos de construcción en el OAN-SPM.
“El próximo año esperamos construir el edificio del telescopio, en 12 meses queremos estar poniendo la cúpula y entre finales de 2019 y principios de 2020 estaría llegando el telescopio, ese año instalaremos también la instrumentación y comenzaremos las pruebas, queremos que Colibrí esté funcionando satisfactoriamente en el 2021”, puntualizó la doctora Elena Jiménez.
Por parte de las instituciones francesas que participan en el proyecto, la aportación consta del telescopio y el instrumento infrarrojo, mientras que instituciones mexicanas aportarán el edificio, la cúpula, el instrumento para el visible y la asignación de un espacio dentro del OAN-SPM, uno de los mejores sitios a nivel mundial para la observación astronómica.