Fuente: Luis Villafaña, Adrianni Zanatta, Karime Barajas and Said R. Casolco
Politecnico di Milano – MC2i Universidad Autónoma del Estado de Morelos
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El pasado 19 de septiembre del 2017, México sufrió uno de los más grandes desastres en su historia, debido a un terremoto que tuvo una magnitud de 7.1 mismo que ocurrió a sólo dos semanas de otro terremoto de magnitud 8.1 que ha sido catalogado como el más fuerte en 100 años. Dejando a 369 muertos y al menos 1,900 personas heridas. Este desastre natural del pasado 19 de septiembre afectó a más de 12 millones de personas en los 400 municipios de los Estados de Puebla, Morelos, Oaxaca, Guerrero, Chiapas y la CDMX.
¡¡Es momento de ACTUAR!!
Universidades y Centros de Investigación se encuentran en el momento más importante para seguir direccionando los nuevos modelos para el impulso de la cultura y empoderamiento económico, científico y tecnológico de la región. Generar nuevos modelos, estrategias y oportunidades de negocio basadas en conocimiento científico y tecnológico son esenciales para reactivar la economía.
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), en el año 2015 se recibió por parte de Universidades y Centros de Investigación nacionales, el 25% y 13% respectivamente del total de las solicitudes de patente, siendo un indicador de la producción científica que se realiza en dichas instituciones. Específicamente en los estados más afectados por el terremoto, Puebla, Morelos, Oaxaca y Chiapas, se realizaron 80, 41, 10 y 8 solicitudes de patentes respectivamente durante el mismo año.
En el Estado de Puebla existen diversos clústeres industriales importantes, los cuales, impulsan y generan servicios en el área industrial y textil, automotriz, tecnologías de la información, agropecuario diseño e innovación, los cuales buscan satisfacer las necesidades por medio de la ciencia y tecnología. Por otro lado, en el Estado de Morelos, los clústeres clave se encuentran relacionados al sector automotriz, agroindustrial, productos farmacéuticos y cosméticos, en un futuro se espera que los clústeres de mayor importancia sean los equipos y servicios médicos, servicios turísticos y servicios de investigación y desarrollo.
En cuanto al Estado de Oaxaca destacan los servicios del sector agroindustrial, logística, café, mezcal, tecnologías de la información, madera-mueble, turismo, energías limpias, pesca y minería. El sector agroindustrial también es considerado clave para el Estado de Chiapas, además de los servicios turísticos y la industria petroquímica, como clústeres futuros se consideran de importancia el sector energético, de servicios médicos y productos para la construcción.
Para el año 2017 el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) estableció subsectores prioritarios estatales, dentro de los cuáles destacó de forma importante los servicios profesionales, científicos y técnicos, para los estados de Puebla, Morelos y Chiapas.
Es de vital importancia realizar el aprovechamiento de la producción científica e innovadora proveniente de las Universidades y Centros de Investigación, mediante la implementación de nuevas tendencias en el desarrollo y producción científica para la creación de empresas de base tecnológica que ofrezcan soluciones a la situación de vulnerabilidad que viven los estados afectados.
Por otro lado, es importante incentivar y hacer más flexibles las políticas públicas y privadas en las Universidades y Centros de Investigación, ya que carecen de éstas para poder agilizar los procesos en temas de comercialización y licenciamiento tecnológico de la producción por parte de los alumnos e investigadores.
La producción científica en los estados afectados es de gran relevancia para el país y el desarrollo tecnológico de dichas entidades, el Estado de Puebla cuenta con 740 investigadores adscritos en el Sistema Nacional de Investigadores (FCCyT 2013) y más de 343 instituciones de investigación y educación superior, 25 parques industriales y 22 incubadoras de alto impacto, y su incremento anual de solicitudes de patente (96) y publicaciones científicas (9,516) (FCCyT 2013).
En cuanto a la producción científica de Morelos, la entidad cuenta con 901 investigadores adscritos en el Sistema Nacional de Investigadores, teniendo una participación del 4.57% ubicando al estado en el lugar número 4 entre los estados de la república mexicana (FCCyT 2013), teniendo además 87 instituciones de educación superior y 59 programas de posgrado en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del CONACYT.
Por otro lado, el Estado de Oaxaca cuenta con un total de 236 investigadores adscritos en el Sistema Nacional de Investigadores con más de 79 instituciones de investigación y educación superior, 3 parques industriales y 10 incubadoras de empresas, con una producción de patentes de 757 artículos científicos.
Haciendo referencia al Estado de Chiapas, éste tuvo con una tasa de participación del 1.04% de investigadores adscritos al SNI, 206 investigadores en total, ubicando a la entidad en el lugar 21 entre los estados de la república (FCCyT 2013). Actualmente cuenta con 35 programas de posgrado inscritos en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) de CONACYT.
Es importante desarrollar los medios que aceleren la comercialización y transferencia del conocimiento aplicado e innovador, transitando la investigación básica a la investigación aplicada, a través de vehículos como los gestores de negocios basados en tecnología o bróker patents que generen prospectivas viables en inteligencia de mercados, vigilancia tecnológica, análisis financieros, propiedad intelectual. Generando paquetes integrales que contengan todo el fundamento técnico, financiero, normativo y de mercado.
Es necesario realizar un cambio en la visión de las Universidades y Centros de Investigación de México, la cual impulse la transformación que permita colocar la infraestructura científica a favor del desarrollo social, satisfaciendo las necesidades de la población afectada. Los investigadores pertenecientes a los estados afectados deben tener la certeza de que sus invenciones pueden ser patentadas con un fin comercial, produciendo así un impacto positivo que impulse el desarrollo de sus entidades, tanto en forma económica como social.
Fuente: Luis Villafaña, Adrianni Zanatta, Karime Barajas and Said R. Casolco, Politecnico di Milano – MC2i Universidad Autónoma del Estado de Morelos, [email protected] & [email protected]