Fuente: DAVID JURADO, Carbosystem, www.carbosystem.com, GTD: System & Software engineering, Ca l’Alegre de Dalt 55, Barcelona, España, [email protected]
Vamos a conocer más a profundidad al grafito, mineral que está de moda por sus diversas aplicaciones en el presente y en el futuro.
¿Qué es el grafito? Es un material de carbono casi puro, de brillo metálico color negro. Procede de las rocas carbonosas y se extrae de las minas, especialmente del continente asiático.
Tiene como propiedades que es un mineral suave, estable, inodoro y no tóxico. Como peculiaridad hay que destacar que no se funde en condiciones normales, sublimando a temperaturas del orden de 3.725 °C, siendo extremadamente refractario.
En cuanto a sus propiedades eléctricas varían de manera considerable, siendo un magnífico conductor eléctrico en la dirección paralela a los planos y un aislante en la perpendicular.
Estamos ante uno de los materiales más inertes, que es resistente a la mayor parte de los ácidos, bases y agentes corrosivos. La principal excepción a su buena resistencia química son los elementos del grupo 16 del sistema periódico (teluro, selenio, oxígeno y azufre) con los que llega a reaccionar a temperaturas superiores a los 400 grados.
Entre sus aplicaciones en el plano industrial el grafito dentro de las más comunes tenemos la fabricación de mina para lápices, pero hay muchas más, caso de la industria del automóvil, metalurgia, química, lubricantes o energía móvil.
En áreas como la automoción, podemos ver como se usa en materiales de fricción, escobillas y juntas. En el caso de las pastillas de freno y tambores, proporciona el coeficiente de fricción necesario a varias condiciones de operación, contribuyendo a mantener los niveles de temperatura, vibración y ruido, consiguiendo además que la velocidad de desgaste y el precio del producto estén dentro de unos límites aceptables.
El grafito es el componente principal de gran parte de las escobillas de carbono que se usan en los motores eléctricos, permitiendo sus propiedades ajustar la lubricidad, densidad, dureza, desgaste y conductividad eléctrica de las escobillas. El grafito natural de alto nivel de pureza da unos óptimos resultados.
En las juntas se utilizan láminas de grafito natural expandido por su flexibilidad y estabilidad a nivel térmico.
En el apartado de la industria lubricante, es posible usarlo como polvo sólido. Esto da garantía de que se lubrican de forma correcta las zapatas de freno de las ruedas de los trenes. La lubricidad también se explota en las suspensiones de aceite o grasa.
Si hablamos de la industria metalúrgica, la de refractarios es la más consumidora. Se añade grafito a muchos productos refractarios pues aumentan de forma significativa la resistencia frente al choque térmico y la corrosión. Su aplicación más extendida es en la industria del hierro y del acero, donde los protagonistas son los ladrillos cerámicos de magnesio/carbono, por su gran capacidad para resistir la corrosión que producen los depósitos de impurezas inorgánicas generadas en el metal fundido.
Podemos también verlo en la industria química, empleándose en la fabricación de caucho, explosivos y pulimentos, además de a la hora de elaborar fibras y municiones, siendo un componente para elaborar pinturas y pigmentos.
Como puedes ver, queda claro que el grafito es un material de lo más importante y que adquiere gran importancia en sus múltiples aplicaciones, donde destaca de manera especial por ser un gran material en cuanto a su innovadora aplicación en la industria.
El futuro del grafito es magnífico y tanto él como sus derivados van a ser protagonistas en los próximos años más aún de lo que ya lo son en la actualidad. Ahora que ya sabes algo más de él, seguro que valoras las grandes propiedades que tienen y su excepcional utilidad.