La macroalga se ha constituido en los últimos años en un problema para empresarios y prestadores de servicios en el Caribe mexicano
Investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) lograron sintetizar los nutrientes del sargazo (Sargassum SP) mediante síntesis verde y probaron con éxito su acción antifúngica en plantas de algodón.
El sargazo (Sargassum SP) es una macroalga marina parda que se genera en el Mar del Norte desde donde viaja por el océano Atlántico hasta llegar a las playas del caribe mexicano. A pesar de no ser tóxico es poco agradable a la vista de los turistas por lo cual cada día debe ser retirado de las inmediaciones de las playas por las autoridades sanitarias.
Solamente en Quintana Roo, anualmente se retiran de sus playas alrededor de 200 toneladas por kilómetro, lo que equivale a 96 mil toneladas. “Sin embargo, es muy rico en nutrientes por todo el camino que recorre en el mar, los cuales pueden ser aprovechados como biofertilizantes empleando la llamada síntesis verde”.
Así lo explica Daniel González Mendoza, especialista del Instituto de Ciencias Agrícolas (ICA) de la UABC, quien agrega que el sargazo ha sido usado en campos agrícolas por sus nutrientes, pero dado que es una macroalga colectada en el mar puede traer consigo metales no esenciales para plantas y suelo, como cadmio.
“Por eso, la estrategia es quitar esos metales y aprovechar los nutrientes, reducirlos a nanopartículas y potencias los cultivos para dejar de usar plaguicidas y fertilizantes químicos”.
Para ello, en primera instancia se obtuvo un extracto al secar y moler el sargazo. A continuación, se sintetizaron los nutrientes hasta obtener nanopartículas libres de compuestos metálicos tóxicos, los cuales fueron probados con éxito en laboratorio en los hongos Alternaria y Fusarium solani, especies que comúnmente afectan los cultivos de algodón y fresa.
“La síntesis verde ofrece la posibilidad de separar los compuestos metálicos y aprovechar los bioactivos de la planta que recubren las nanopartículas y potencian algunas de sus propiedades, en este caso, su efecto antifúngico”, comenta el microbiólogo y doctor especialista en ecotoxicología de plantas.
Añade que el uso como bionanofertilizante podría mejorar las características físicas y químicas del promover suelo, además de que el crecimiento de las plantas que se busca proteger.
El siguiente paso es confirmar la efectividad del producto como biofertilizante en pruebas de campo para uso en la producción agrícola y la posibilidad de escalarlo industrialmente.
Sobre las causas por las que el sargazo se ha incrementado en los últimos años en las costas mexicanas, el doctor González Mendoza refiere que hay varias hipótesis al respecto, entre ellas el incremento de la temperatura o la alteración de las corrientes marinas, ambas derivadas del cambio climático. (Agencia ID)