Sobresale su labor en el desarrollo de innovadores dispositivos para detectar células cancerígenas en sangre de forma rápida y confiable
Mario Alberto Saucedo Espinosa es investigador asociado en el Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich (ETH Zürich), donde se desarrollan técnicas bio-analíticas para su aplicación en ciencias de la salud. Ejemplo de lo que el científico mexicano hace es el uso de campos eléctricos para generar un movimiento controlado de partículas micrométricas que permite detectar células cancerígenas en la sangre, filtrar bacterias en la orina, o remover patógenos en muestras de agua potable.
El egresado de ingeniería química por la Universidad Autónoma de Nuevo León, obtuvo en 2017 el grado de doctor en ingeniería de microsistemas del Instituto Tecnológico de Rochester, EU, cuya tesis tuvo varios reconocimientos, entre los que destaca el Tomas Hirschfeld Scholar Award, premio de gran trayectoria internacional que se otorga a estudiantes de posgrado que aportan un nivel excepcional de innovación y creatividad al desarrollo científico, y al cual fue nominado por la Federación de Sociedades de Química Analítica y Espectroscopía.
Sobre la labor que realiza en ETH Zürich, el doctor Saucedo Espinosa explica que el grupo desarrolla actualmente dispositivos que son capaces de, por ejemplo, capturar cada célula en una muestra de manera individual, exponerla a un estímulo externo, como puede ser un medicamento o una toxina, y medir la respuesta individual de cada célula basada en las proteínas y metabolitos que secreta.
“Mis estudios doctorales se centraron en el desarrollo de dispositivos microfluídicos para controlar el movimiento de células y partículas inertes. El uso de campos eléctricos tiene un gran potencial para analizar las proteínas secretadas por una célula y determinar si existe evidencia de alguna enfermedad. La inteligencia artificial es una gran herramienta para distinguir pequeños cambios en las células que podrían ser indetectables de otro modo”, detalla el joven científico neoleonés.
Estos dispositivos, los cuales miden alrededor de un centímetro, pueden replicar todas las funciones analíticas de un laboratorio convencional en una fracción del tiempo y con costos muy por debajo de las técnicas actuales. Como parte de su investigación previa en el Instituto Tecnológico de Rochester, Saucedo Espinosa desarrolló un dispositivo que permite separar las células de una muestra líquida por orden de tamaño en menos de 45 segundos.
“Las células más grandes y sensibles son separadas primero, lo cual contrasta con la gran mayoría de dispositivos que emplean campos eléctricos como medio de separación. Este dispositivo preserva en gran parte la integridad de las células separadas, su consumo energético es considerablemente menor que el de otras técnicas similares y puede distinguir entre dos células cuya diferencia de tamaño es de tan solo medio micrómetro. Se trata de una herramienta que puede ser útil para la detección de las células de mayor tamaño en una muestra, como es el caso de las cancerígenas”.
De acuerdo al doctor en ingeniería de microsistemas, en México existe un potencial enorme para desarrollar, aplicar y evaluar este tipo de dispositivos, gracias a la gran conexión que existe entre hospitales y universidades.
“Actualmente hay una gran demanda de técnicas para diagnosticar enfermedades de forma rápida y confiable, pero estas deben ser económicas para que sean accesibles a la población en general. Yo miro con muy buenos ojos el regresar a México para seguir desarrollando esta tecnología, para que ésta tenga origen mexicano”, enfatiza el connacional cuya tesis de maestría fue reconocida con el Premio a la Mejor Tesis de Maestría en Inteligencia Artificial, en 2012, por parte de la Sociedad Mexicana de Inteligencia Artificial. (Agencia ID)