Por Karla Navarro
Ensenada, Baja California. (Agencia Informativa Conacyt).- Tomar una placa de acrílico y convertirla en un pequeño robot que opera desde un microcontrolador, fue lo que lograron los estudiantes del curso de robótica de Matematiké.
Matematiké es una asociación civil integrada por académicos y empresarios de Ensenada, que se ha propuesto fomentar la enseñanza de las matemáticas entre maestros y alumnos.
Aprendizajes sobre electrónica, programación y matemáticas fueron involucrados en el vehículo robotizado construido a partir de piezas independientes por los niños y adolescentes que acudieron al taller.
El instructor del taller, Lenin Yonatan Caballero Sánchez, estudiante de ingeniería en mecatrónica en el Instituto Tecnológico de Ensenada (ITE) —perteneciente al Tecnológico Nacional de México (Tecnm), explicó que los alumnos trabajan con un robot móvil diferencial que equipan con sensores analógicos y digitales, el cual programan con diferentes tareas, entre ellas, seguir un haz de luz, evitar obstáculos y seguir líneas negras.
Al inicio de cada clase, los participantes calibraron los sensores del robot y posteriormente desarrollaron programación para un microcontrolador: velocidades; giros y niveles de los sensores fueron programados para que el vehículo funcionara de forma eficiente en distintos tipos de pistas.
“Lo que hicimos fue probar cada pista para ver la respuesta de cada robot, que es diferente, entonces los alumnos tienen que ajustar las velocidades y operaciones lógicas en Arduino para que el robot funcione adecuadamente”.
En cada clase la complejidad de las pistas fue incrementando. Las primeras planteaban a los estudiantes el reto de programar velocidades a los motores y de los robots y lograr que siguieran la trayectoria marcada, con lo que aprendieron la lógica del movimiento del robot y también la lógica de la programación.
Después de que el programa es desarrollado en la plataforma Arduino, se sube al microcontrolador que opera como la computadora del robot, el programa se ejecuta, lee los sensores y envía las órdenes al vehículo.
“Ellos construyeron todo. El curso inició desde lo más básico, desde que estaban los cables, eso no estaba armado, ellos lo armaron, ellos conectaron, ellos han soldado partes, por ejemplo, las conexiones de pilas para el funcionamiento del robot, también ellos programan las velocidades de las ruedas, los niveles lógicos de los sensores y la velocidad de respuesta de cada robot”, comentó Lenin Caballero.
Programación lógica
Aun cuando la construcción del robot involucra diversos campos del conocimiento, el único requisito que se pidió a los estudiantes fue que tuvieran actitud de trabajar y estuvieran interesados por los temas de electrónica y programación.
“Aquí les hemos enseñado. Por ejemplo, había alumnos que no sabían soldar y otros que sí y a ellos les enseñamos a soldar cables, hacer empalmes, conexiones electrónicas, hay personas que no sabían y otras que sí, les hemos mostrado cómo interpretar diagramas electrónicos y cómo conectar los circuitos electrónicos”, detalló el instructor.
Consideró que la programación se desarrolla por medio de lógica y el curso está enfocado en que los participantes aprendan programación estructurada, que conlleva conocimiento lógico para programar los movimientos del robot.
Para el maestro Arturo Gamietea y Domínguez, miembro de Matematiké, lo destacado del taller es que los estudiantes deben armar el robot desde sus inicios, pues no trabajan con piezas de ensamble.
“Lo que es interesante es que no es un ensamblado de un kit de robot. Aquí van desde tener que soldar, buscar las piezas y después programar a través de la computadora al microcontrolador, un dispositivo que funciona como el cerebro del robot”, resaltó.