Con poco más de un mes para que finalice la carrera a Director General de la OMPI, es necesario un análisis rápido que invite a reflexionar sobre qué competencias son esenciales para conducir el prestigioso timón de esta agencia de las Naciones Unidas.
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) elegirá durante el mes de marzo un nuevo Director General. La OMPI es una agencia especializada de las Naciones Unidas, autofinanciada, diseñada para promover, gestionar y construir el ecosistema adecuado para proteger los derechos de propiedad intelectual a nivel mundial. Cuenta con 192 estados miembros que apoyan a la OMPI en el establecimiento de estándares internacionales que permitan el uso adecuado y el respeto de estos derechos.
Aunque es por todos entendido que las actividades de la OMPI son impulsadas por sus estados miembros, el Director General tiene un papel relevante en lograr consenso político al crear un ambiente de confianza dentro de la organización y demostrar prácticas transparentes en la implementación de políticas y regulaciones. Además, el Director General de la OMPI también tiene la responsabilidad de aumentar los ingresos de la organización, lo que permitirá aportar capacidad financiera para innovar en la prestación de servicios y acortar la distancia en términos de desarrollo tecnológico y económico entre los países desarrollados, en vías de desarrollo y subdesarrollados.
En el mundo de hoy, los países compiten por la supremacía, lo que genera disputas políticas y atrae intereses nacionales a las organizaciones internacionales, por lo que este prestigioso cargo de la OMPI debe tener como objetivo la imparcialidad y el equilibrio que eviten la influencia de los intereses políticos. El liderazgo de la OMPI no debe desafiar el sentido común del orden mundial, sino que por el contrario, debe conectar y estimular los esfuerzos generados hasta el momento que impulsen un desarrollo sostenible y económico comprometido con el futuro.
Este artículo es una invitación abierta a reflexionar sobre cómo el mandato de una agencia especializada como la OMPI no debe ser simplemente un cuento de hadas para alcanzar el poder: el liderazgo de la OMPI es la pieza clave para el desarrollo de las nuevas generaciones.
¿Cuáles son entonces las competencias requeridas para ser Director General de la OMPI?
Debido a la complejidad de liderar una organización especializada en su tema, como la propiedad intelectual. La OMPI requiere tener al frente a un experto en la materia, sobre todo tomando en consideración que existe una demanda cada vez mayor de los servicios ofrecidos por la OMPI, mismos que mejorarán la capacidad de los países para utilizar el sistema de propiedad intelectual y para desarrollar normas apropiadas que sigan el ritmo de una economía global que evoluciona aceleradamente.
Dado que la OMPI interactúa estrechamente con el sector privado, genera ingresos significativos por los servicios que presta y tiene el mandato de desarrollar normas equilibradas, es esencial que el liderazgo de la OMPI demuestre los más altos estándares de integridad y rectitud.
Lamentablemente, en los últimos años, se ha cuestionado la reputación de transparencia, objetividad y equidad de la OMPI. Esto necesita ser corregido.
Para garantizar el clima adecuado dentro y fuera de la organización, la Dirección General de la OMPI debe estar familiarizada con los procedimientos de la organización y conocer las necesidades de los Estados miembros.
Como resultado de este razonamiento, se enumeran a continuación los cuatro atributos clave que debe tener el próximo Director General de la OMPI.
1. Experiencia
2. Integridad
3. Expertis en Propiedad Intelectual 4. Capacidad para forjar consenso
¿En función de este análisis quienes son los candidatos más fuertes? ¿Cuáles son sus propuestas?
El Comité de Coordinación de la OMPI, compuesto por 83 estados miembros, elegirá a uno entre diez candidatos que fueron designados por sus respectivos gobiernos nacionales para ocupar el cargo de Director General. Estos son:
1. Prof. Adebambo Adewopo (Nigeria) 2. Sr. Marco Matías Alemán (Colombia) 3. Sr. Ivo Gagliuffi Piercechi (Perú)
4. Dr. Edward Kwakwa (Ghana)
5. Sr. Kenichiro Natsume (Japón)
6. Sr. Dámaso Pardo (Argentina) (Quien ha retirado su candidatura)
7. Sr. Jüri Seilenthal (Estonia) (Quien ha retirado su candidatura)
8. Sr. Daren Tang (Singapur)
9. Sra. Saule Tlevlessova (República de Kazajstán) 10. Sra. Wang Binying (China)
Antes de continuar debemos mencionar que todos los candidatos tienen una carrera y credenciales envidiables, pero se necesita más que eso para poder tomar las riendas de la OMPI.
Del grupo de diez candidatos solo cuatro tienen experiencia interna dentro de la OMPI. Ellos son el Sr. Marco Matías Alemán (Colombia), el Dr. Edward Kwakwa (Ghana), el Sr. Kenichiro Natsume (Japón) y la Sra. Wang Binying (China). Del resto de los candidatos, el Sr. Daren Tang (Singapur) ha presidido los Comités Permanentes de la OMPI en el tema de Derechos de Autor. Sin embargo, claramente, los perfiles más experimentados son el Dr. Kwakwa -desde 2004 a la fecha ha formado parte de equipos de alta dirección de la OMPI como consejero jurídico y como director principal del Departamento de Conocimientos Tradicionales y Desafíos Mundiales- y a la Sra. Wang, quien ha sido directora general adjunta encargada del Sector de Marcas y Diseños de 2009 a la fecha.
Cabe mencionar que gracias a las funciones que el Dr. Kwakwa, la Sra. Wang y el Sr. Tang han desempeñado durante su trayectoria profesional, son bien conocidos entre los representantes de los Estados miembros, por lo que de antemano, este elemento aporta valor agragado a sus esfuezos, sin ser un factor determinante.
A continuación se destacarán objetivamente las características sobresalientes de los candidatos nominados que desean convertirse en Director General de la OMPI, en particular los que han mostrado un frente más fuerte según este análisis.
La propuesta de la Sra. Wang se basa en demostrar un gran compromiso con el multilateralismo y la cooperación internacional en materia de propiedad intelectual. Algunos de sus objetivos son desarrollar capacidades en la aplicación, protección y gestión de la propiedad intelectual.
Sin embargo su nominación ha provocado cierta sensación de inquietud entre los representantes de los principales estados miembros de la OMPI, en especial aquellos catalogados como los usuarios más activos del sistema mundial de PI. Es que a pesar de que China ha mostrado avances en su capacidad de generar activos de propiedad intelectual, durante ese proceso se han producido en el país reiteradas violaciones a este tipo de derechos.
Por otro lado, el Sr. Tang ha capturado la confianza de su gobierno porque a través de su mandato la Oficina de Propiedad Intelectual de Singapur (IPOS) se convirtió en una oficina de propiedad intelectual notable, principalmente mediante la implementación de acuerdos bilaterales y multilaterales.
Pero independientemente de los logros alcanzados a nivel nacional en la IPOS, el Sr. Tang no cuenta con una amplia experiencia en el ámbito internacional en comparasión con algunos candidatos, así como muestra un limitado conocimiento sobre el funcionamiento interno de la OMPI. En el tema de PI, su area de expertis se focaliza más hacia los derechos de autor.
El candidato ghanés, el Dr. Edward Kwakwa, ha tenido una exitosa carrera profesional a nivel gerencial con el sistema de las Naciones Unidas. El Dr. Kwakwa busca poner en práctica sus habilidades de creación de consenso, conocimiento de cuestiones de PI y una amplia experiencia en PI.
El plan de acción de Dr. Kwakwa es el de modernizar las instituciones de propiedad
intelectual de los países en vías desarrollo, abordar la creciente demanda de títulos de propiedad intelectual e implementar tratados que beneficien a los estados miembros de la OMPI y a otras partes interesadas.
Conclusiones
Los estados miembros deben ser conscientes de que elegir un nuevo Director General no puede ser la entrada a un cuento de hadas. Están en juego muchos intereses, por lo que el consenso político y la integridad son elementos clave necesarios para acercar a todos los estados miembros.
Si bien puede resultar evidente que los países miembros compitan por la supremacía, también es claro que lo que se necesita es un liderazgo justo y transparente para crear una atmósfera de confianza entre los estados miembros y otras partes interesadas.
La OMPI no puede permitirse el lujo de traer líderes sin experiencia a bordo, con una experiencia de PI inadecuada si la organización debe responder eficazmente a los desafíos planteados por el rápido desarrollo tecnológico y económico.
En virtud de que las actividades de la OMPI son impulsadas por sus estados miembros, este artículo nos invita a reflexionar sobre la importancia de tener al candidato más adecuado al frente de la organización, para garantizar a todos un auspicioso futuro.