El invento con su patente, permite que las botellas de vino no tengan que ser almacenadas en posición horizontal para garantizar la correcta conservación del vino y el corcho.
Actualmente dentro de la tecnología, no se conocen patentes que resuelvan el siguiente problema: Para evitar el deterioro del corcho en las botellas de vino, el corcho siempre debe estar mojado por el vino, durante su conservación. Si la botella se pone en posición vertical durante su conservación el vino podría estropearse al perder el corcho su característica funcional de protección del vino.
La empresa El Cantillo S.A. ha solicitado una patente PCT, en la que se describe un nuevo invento basado en una botella de vino cuyo diseño permite que, estando la botella en cualquier posición incluida la posición vertical, el vino alojado en el interior de la botella esté en contacto permanente con el corcho.
Tal y como se expresa en el documento de patente:
En consecuencia, la cámara de aire no queda en contacto con el tapón sino que el tapón queda en contacto directamente con el vino.
El contacto permanente del tapón y el vino, en la botella de la invención, se da con la botella no sólo colocada en posición vertical sino en cualquier otra posición.
– Por una parte, se eliminan en bodega todas las manipulaciones orientadas a colocar las botellas en posición horizontal para que el corcho esté en contacto con el vino, lo cual reduce el tiempo y el coste del proceso de manipulación y preparación de las botellas de vino.
– Por otra parte, se elimina la atención que se debe prestar en los procesos de almacenaje hasta su consumo final, de mantener las botellas en su posición horizontal. O alternativamente, se elimina el riesgo de deterioro del vino cuando las botellas son almacenadas en posición vertical, generalmente en el interior de cajas para poder apilar un gran número de cajas entre sí, una vez terminado el proceso de crianza.
– Además, las botellas de la invención, por la magnitud del volumen de vino que se encuentra por encima de la base del corcho, garantizan un contacto entre el vino y el corcho de al menos 50 años, es decir, garantizan una larga conservación del corcho y por lo tanto del vino almacenado en la botella.
– También se da la ventaja de que, cuando se sirve el vino, los posos de la botella se quedan en la zona de la cámara de aire, no cayendo a la copa u otro recipiente en el que se sirve el vino.
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