Poner atención; concentrarse en una idea; imaginar o realizar movimientos tan sutiles del cuerpo, como abrir o cerrar los ojos genera actividad bioeléctrica, la cual puede ser representada como una onda. Especialistas del Instituto de Investigaciones Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS)-UNAM están comenzando a utilizar esta actividad bioeléctrica para activar dispositivos como sillas de ruedas y prótesis, entre otros, de tal forma que se puedan controlar con la mente.
“Inicialmente estamos trabajamos con un dispositivo comercial de bajo costo, formado por una especie de diadema con 16 sensores, que colecta, amplifica y filtra las señales a través del cuero cabelludo, las cuales varían según la zona del cerebro y la información procesada en cada momento; es decir, al imaginar algo en particular, por ejemplo, una acción, un recuerdo o un objeto, se genera un patrón, mientras más definido esté el pensamiento será más fácil distinguirlo y procesarlo, por eso es importante llevar a cabo ejercicios de entrenamiento”, explica Hernando Ortega Carrillo, líder de este proyecto.
El dispositivo ya está siendo probado con una mano robótica y en una silla de ruedas, ambos fabricados en el Instituto; sin embargo, el equipo investigador sigue trabajando en su optimización, aplicando ingeniería inversa para entender y mejorar su funcionamiento.
CARACTERÍSTICAS
>> A través de un lenguaje de fácil aprendizaje se puede establecer una comunicación ágil y precisa entre la mente y los dispositivos electrónicos de uso cotidiano.
>> Con este dispositivo se puede controlar cualquier equipo; por ejemplo, maquinaria, computadoras, robots; sin embargo, está diseñado para que personas con alguna discapacidad motriz controlen sillas de ruedas, prótesis, etc.
>>Las prótesis (mano robótica) desarrollados en el IIMAS no contienen partes rígidas que puedan dañarse, proporcionan mayor suavidad y flexibilidad a los movimientos; además, son ligeras, se adaptan fácilmente a las necesidades del usuario, están fabricadas con componentes de bajo costo y son de larga vida útil, su consumo eléctrico es bajo y por ende tienen una mayor duración de las baterías.
“Además de controlar dispositivos que nos ayuden a facilitar la realización actividades cotidianas, el principal objetivo de este proyecto es generar un lenguaje de comunicación entre nuestro cerebro y la computadora, apoyados en una metodología de entrenamiento, de esta manera y, gracias a un conjunto de palabras, hemos propuesto un nuevo lenguaje con el cual podremos manejar cualquier dispositivo con la mente”, menciona Ortega Carrillo.
En el equipo también colaboran el doctor Ángel Daniel Santana Vargas, del Laboratorio de Neurocirugía experimental del Hospital General de México y el pasante de ingeniería José Francisco Neri González. Actualmente se está tratando de vincular este proyecto con la iniciativa privada a fin de darle un uso comercial.
Fuente: http://www.conacyt.gob.mx
Edición Marzo-Abril 2012