Por Mariano Castillo
«Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre». -Carl Sagan
Si resumiéramos la historia del universo en un calendario comenzando el primer segundo del 1 de Enero con el Big Bang y las 11:59.59pm del 31 de Diciembre es el presente, cada mes equivaldría a 1,250 millones de años, cada día a 40 millones de años, cada segundo solo unos 500 años de nuestra historia. El hombre apareció alrededor de las 10:30pm del 31 de Diciembre. Somos una especie prácticamente nueva y joven, sin embargo, hemos sido muy rápidos en alcanzar principios de desequilibrio como la población.
La población de la Tierra en tiempos de Jesús sumaba quizás unos 250 millones de personas; México tenia cerca de 6 millones de personas en la época de independencia. Para 1900 eran 13.6 millones de habitantes. En Estados Unidos había casi 4 millones en la época constitucional de 1787, al comenzar la segunda guerra mundial eran 132 millones.
A la humanidad le tomo 200,000 años llegar a 3,000 millones de habitantes. Después de eso, le tomo solo 40 años aumentar otros 3,000 millones. ¿Qué factor es el que ha dado este crecimiento exponencial?. ¿Nos ponen en peligro estas cifras?. En los siglos pasados también era común familias numerosas, tenían menos información y educación sexual y definitivamente no contaban con anticonceptivos verdaderamente efectivos. Irónicamente los anticonceptivos hormonales estuvieron disponibles hasta hace solo 40 años.
El factor principal fue el desarrollo científico y la tecnología, en especial la tecnología medica y la capacidad de alargar nuestro promedio de vida, para inicios de 1800 era de 30-38 años, ahora la media mundial es de 67.2 años.
La ciencia nos otorgó la información para establecer nuevos parámetros. Nos volvimos mas higiénicos. Comprendimos medidas de sanidad. Erradicamos varias enfermedades que en otras épocas cobraban miles de vidas fácilmente. Construimos maquinas para conocernos y entendernos biológicamente y así alargar nuestra esperanza de vida.
La sobrepoblación sí es un atentado contra nuestra vida y su calidad. Es potencialmente la raíz de nuestros problemas, genera desequilibrio y desigualdad simplemente porque somos muchos. Hasta ahora, nuestra especie como población es la única sin tener la cualidad de homeostasis –la capacidad de un organismo vivo de regular y estabilizar su entorno o hábitat-.
Una vez mas, la ciencia nos pone a prueba con herramientas y conocimientos de doble filo. Indiferente a nuestras creencias, tradiciones o intenciones, se manifiesta bajo nuestra mera responsabilidad.