Por Verenise Sánchez
Fuente: Agencia Informativa CONACYT
Ciudad de México. 2 de marzo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- “Nunca me había subido a un avión ni me había imaginado salir del estado de Guerrero, mucho
menos del país”, relató Flora Santiago, indígena del estado de Guerrero que actualmente realiza una maestría en gestión de desarrollo sustentable en la Universidad Autónoma de Guerrero.Hasta hace unos meses la estudiante no había viajado al extranjero; sin embargo, gracias al Programa de Fortalecimiento Académico para Indígenas, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la joven tuvo asesoría para elegir la mejor opción de posgrado para que pudiera seguir estudiando, además tuvo la oportunidad de visitar Canadá para aprender inglés.
Así como Flora Santiago, alrededor de dos mil indígenas han recibido algún tipo de apoyo del Conacyt en los últimos años, o están en proceso de recibirlo, para continuar con sus estudios de posgrado, indicó el maestro Martín Winocur Iparraguirre, director de Vinculación de dicho consejo.
El funcionario resaltó que si se quiere impulsar un mayor desarrollo científico y tecnológico en el país, es necesario apostarle a la población indígena, ya que representa alrededor de 10 por ciento de la población total de México.
Indígenas en México
Con 15.7 millones de personas, México tiene la población indígena más numerosa del continente americano, incluso en ocasiones supera la población total de varios países de Centro y Sudamérica, según el documento Acciones de gobierno para el desarrollo integral de los pueblos indígenas, realizado por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).
Esta cantidad representa aproximadamente 10 por ciento de la población nacional, de acuerdo con cifras del último Censo de Población y Vivienda, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en 2010.
La población indígena del país enfrenta rezagos y obstáculos para su desarrollo, lo cual se puede ver reflejado en los índices económicos y educativos, entre otros, de los estados o regiones en donde se encuentran asentados los grupos más numerosos de indígenas.
“Cuando uno revisa cómo están distribuidos los pueblos indígenas, vemos que la mayor concentración se encuentra en el sur del país, y cuando uno analiza los censos económicos, educativos, científicos y tecnológicos, es la parte más desfavorecida”, indicó Winocur Iparraguirre.
Asimismo, manifestó que la realidad multicultural de México es compleja y por ello es preciso conocerla y entenderla con una visión incluyente, para esto el Conacyt trabaja de forma descentralizada junto con otros organismos e instituciones especializados que coadyuven en la planeación y operación de los programas.
Añadió que este Programa de Fortalecimiento Académico para Indígenas “impulsará el desarrollo de este segmento, en especial de las mujeres, y del país en general, ya que por un lado a ellos les dará la posibilidad de estudiar un posgrado y a la nación le permitirá aprovechar el gran talento científico, tecnológico o de innovación que tienen”, expresó.
Empoderar a los indígenas
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Winocur Iparraguirre explicó que este programa tiene cuatro años que se implementó y cuenta con tres modalidades o subprogramas: Incorporación de mujeres indígenas para el fortalecimiento regional, Apoyos complementarios para mujeres indígenas becarias Conacyt y Programa de becas de posgrado para indígenas.
El primero, que fue el apoyo que recibió Flora Santiago, busca motivar a las mujeres indígenas que están estudiando una licenciatura para que se incorporen en una maestría.
En esta modalidad se les da cursos de regulación académica y apoyo económico durante tres meses para que puedan asistir a estas clases. También les dan una estancia en el extranjero, ya sea Canadá o Estados Unidos, durante un mes para que puedan reforzar su nivel de inglés, subrayó Winocur Iparraguirre.
En la segunda modalidad del programa, es decir, el apoyo complementario a becarias Conacyt de origen indígena, es cuando la joven ya ingresó en un posgrado reconocido por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Conacyt.
“Este está dirigido a mujeres de origen indígena que ya están cursando una maestría o un doctorado en México o en el extranjero y que son becarias Conacyt. Es un estímulo adicional que se les da para atender cuatro necesidades: adquirir equipo de cómputo, realizar trabajo de campo para su proyecto de investigación, cubrir los gastos de su proceso de recepción para obtener el grado o desarrollar un proyecto en su comunidad”, indicó.
Es muy sencillo acceder a esta modalidad ya que, como son becarias Conacyt, solo se les pide que acrediten su origen indígena, lo cual lo pueden hacer con un documento oficial del comisionado ejidal o del presidente municipal; no es requisito que hablen la lengua. Además deben presentar una cotización del equipo de cómputo o del proyecto a realizar.
Para esta modalidad el Conacyt tiene un techo presupuestal de aproximadamente tres millones de pesos por convocatoria, lo cual les permite apoyar alrededor de 300 chicas al año y en total en los cuatro años en los que se ha implementado el programa se han otorgado más de mil 600 apoyos complementarios.
El tercer rubro, el Programa de becas de posgrado para indígenas, se realiza en coordinación con el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y con la CDI.
En esta modalidad también se imparten cursos remediales para fortalecer los conocimientos de los indígenas y se les ofrece asesoría para elegir algún posgrado.
Impacto del programa
Este programa ha contribuido a que más mujeres indígenas puedan continuar estudiando después de que concluyen su licenciatura, manifestó Berenice Illades Aguiar, directora general de Posgrado e Investigación de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro).
“Las pocas mujeres indígenas que logran concluir la universidad y que tienen deseos de seguir estudiando, muchas veces encuentran algunos obstáculos para entrar a una maestría reconocida por el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Conacyt, porque carecen de algunas herramientas como el idioma inglés. En el PNPC hay criterios muy estrictos para que los estudiantes puedan entrar a un posgrado y todos los alumnos, sean indígenas o no, deben cumplir con todos los requisitos”, señaló.
Añadió que por esta razón es importante que el Conacyt haya tenido la sensibilidad de apoyar a las mujeres indígenas para que estén en la misma condición de conocimientos que los demás estudiantes, ya que “son personas muy vulnerables tanto por ser mujeres, como por ser indígenas”, manifestó.
Detalló que este programa ha sido un parteaguas para que más mujeres indígenas realicen un posgrado, ya que la mayoría de las que han sido apoyadas en la modalidad Incorporación de mujeres indígenas para el fortalecimiento regional está realizando posgrados de la más alta calidad impartidos por el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), entre otras.
Winocur Iparraguirre, director de Vinculación del Conacyt, indicó que el Programa de Fortalecimiento Académico para Indígenas puede tener un impacto muy alto, el cual se verá reflejado en un mediano plazo.
Subrayó que “parte del éxito de este programa se da cuando los indígenas que han sido apoyados regresan a su comunidad con proyectos que significan beneficio a demandas específicas”.
Cambio de perspectivas
Flora Santiago expresó que el hecho de recibir el apoyo del Conacyt y haber tenido la posibilidad de viajar a Canadá a estudiar inglés, conocer otras personas y otras culturas le cambió la vida. Pues le enseñó que en México hay oportunidades de crecimiento y desarrollo para todos y en especial para los indígenas; sin embargo, a veces la gente no los conoce.
“Hay mucha gente indígena talentosa que quiere superarse pero no sabe que hay ese apoyo, que sí existen oportunidades para salir adelante y ayudar a nuestra comunidad para que viva mejor”, afirmó.