Autor: Janet Cacelín
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT
Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).– Para miles de mujeres el principal indicador para detectar el cáncer de mamá es a través del tacto, incluso antes de someterse a procedimientos como la mastografía o ecografía. Pero ¿qué pasaría si una sola gota de saliva pudiera encender las alarmas en etapas iniciales de carcinoma de seno?
Joaquín Esteban Oseguera, profesor investigador en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus Estado de México, encabeza el desarrollo de un dispositivo para facilitar el proceso de detección de la enfermedad, a través de materiales sensibles a una peculiar proteína que se desarrolla en el organismo de las mujeres con cáncer de seno.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, explicó que el proyecto surgió tras años de trabajo en ingeniería de superficies y en la construcción de equipos asistidos por plasma para hacer películas micro o nanoestructuradas que proporcionan las alternativas para hacer diversos desarrollos tecnológicos.
La proteína que hizo posible el dispositivo
Más de 95 por ciento de las mujeres que presentan cáncer de seno producen una proteína en la saliva llamada c-erbB-2, justo cuando la enfermedad inicia su proceso de crecimiento.
Entonces, “identificar este carcinoma representa un recurso para poder identificar el cáncer de mama en etapas iniciales”, detalló el doctor Oseguera.
El dispositivo que desarrolló el equipo del ITESM es un sensor que se encuentra en una película de dos micras de espesor en una superficie de diez milímetros cuadrados, capaz de detectar la proteína.
“Es una película fina nanoestructurada con materiales que se pueden confeccionar como piezoeléctricos, para llevarlos a una condición de resonancia que cambia cuando tenemos la proteína fijada en la superficie”, explicó.
La idea fundamental se basa en que el proceso de resonancia varía cuando se fijan las proteínas y cuando no están fijas, es decir, cuando la proteína c-erbB-2 no se encuentra en la saliva.
Detección temprana al alcance de todas
El doctor en ciencias en ingeniería de materiales asegura que generar un dispositivo así es una alternativa de diagnóstico muy simple y poderosa que podría llegar a sectores sociales que no pueden tener acceso a infraestructuras robustas, sofisticadas y en ocasiones caras, que representa realizar estudios especializados para detectar el cáncer.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, cada año se diagnostican entre 18 mil y 20 mil casos de cáncer de mama, de los cuales cada día mueren en promedio 15 mujeres porque la mayoría de los casos se detecta en etapas avanzadas.
“Nuestro deseo es tener una incidencia en un problema social que atañe a un grupo tan importante de mujeres. El cáncer de mama es una de las causas de muerte más relevantes, entonces quisiéramos tener un aporte presentando un dispositivo que pueda ser de fácil acceso y que realmente dé un diagnóstico“, aseguró el profesor, quien ha sido reconocido con el nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Joaquín Esteban Oseguera obtuvo el grado de especialidad en ingeniería de materiales por el Instituto Politécnico de Lorraine en Francia, en 1990; desde esa fecha ha trabajado en el Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México. Actualmente es líder del Grupo de Investigación en Nanomateriales.
También ha trabajado en tratamientos termoquímicos asistidos por plasma para la confección de estructuras micro y nanoestructuradas con diversos propósitos funcionales, como aplicaciones en mecánica, resistencia a la corrosión o recientemente el desarrollo de sensores.
Ha publicado más de sesenta artículos en revistas de circulación internacional y arbitraje. Es fundador de dos empresas de base tecnológica.