Por Verenise Sánchez
Ciudad de México. 25 de abril de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Solo tres por ciento de las patentes otorgadas en México son de residentes mexicanos, de acuerdo con la doctora Gabriela Millán Quintero, investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Millán Quintero indicó que esta cifra es muy baja si se compara con países como Estados Unidos o Cuba, en donde alrededor de 50 por ciento de las patentes son otorgadas a residentes de sus propios países.
Esto se debe a la falta de cultura de patentamiento, así como mayor información de qué, cómo, cuándo y por qué patentar, indicó la especialista en propiedad intelectual quien recientemente realizó el Estudio sobre patentes de residentes mexicanos: casos de éxito desde la perspectiva de la innovación.
En el marco del Día Mundial de la Propiedad Intelectual que se celebra el 26 de abril, Rodrigo Lanuza Acosta, abogado y empresario con más de 16 años de experiencia en negocios y propiedad intelectual, compartió con la Agencia Informativa Conacyt algunos tips de cómo proteger las innovaciones.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Qué es lo que tiene que hacer un investigador o un emprendedor para patentar?
Rodrigo Lanuza Acosta (RLA): Primero tiene que definir qué quiere hacer y para qué quiere emprender, además debe tener claro cuál es su mercado. Después tiene que verificar si lo que quiere hacer se puede comercializar, es decir, si no existe ya una patente en otra parte del mundo.
Es indispensable que se haga una investigación para saber si el producto tiene libertad comercial, esto es, se tiene que hacer una búsqueda de patentes para saber si se encuentra o no patentado, además de hacer una búsqueda de patentabilidad, es decir, si la innovación puede ser candidata a tener una patente.
Ya después que hiciste eso, ya puedes aspirar a una patente para que cuando vayas a comercializar tengas un derecho de propiedad industrial que puedas vender o licenciar.
AIC: ¿Cuáles son los requisitos para patentar?
RLA: Son básicamente tres: que sea novedoso, que tenga actividad inventiva y que tenga aplicación industrial.
Elaboración propia con datos de IMPI (2013).El primero quiere decir que no exista en el estado del arte, entendiendo el estado del arte como el conjunto de conocimiento que se ha hecho público por cualquier medio como revistas o publicaciones científicas.
También es necesario que sea de aplicación industrial, es decir, que no sea una idea o un sueño, sino que se pueda aterrizar. La Ley de la Propiedad Industrial establece en su artículo 19 que las ideas no son objeto de protección.
El tercero es la actividad inventiva, es decir, que del conjunto de conocimiento que existe no resulte obvio para un técnico o experto en la materia.
AIC: ¿Cuál es la diferencia entre patentable o libertad comercial?
RLA: Libertad comercial parte de que no exista nadie más que lo haya patentado y que esa patente no se encuentre vigente en México, porque el mundo de las patentes a nivel internacional tiene un principio de novedad mundial.
Si tú quieres patentar un proceso o un producto tiene que ser nuevo a nivel mundial, pudieran existir patentes en China, Estados Unidos o Francia que no se patentaron en México.
Si uno hace un examen de patentabilidad puede ser que digan no es patentable porque ya existe una patente en otro país, pero en esos casos se puede recurrir a otros modos de protección, por ejemplo se puede elegir un modelo de utilidad.
AIC: ¿Qué es un modelo de utilidad y cuándo se debe elegir en lugar de una patente?
RLA: Un modelo de utilidad es un derecho exclusivo que se concede a una invención y permite al titular del derecho impedir a terceros utilizar comercialmente la invención protegida, sin su autorización, durante un periodo limitado.
Dura 10 años y el trámite es más rápido, ya que mientras el trámite de patente es de cinco a siete años, el del modelo de utilidad tarda entre 1.5 y 2.5 años; además de que es más barato.
Si tu producto tiene un gran avance inventivo sí conviene ir por una patente, sino es mejor un modelo de utilidad, lo cual en gran medida depende de la industria a la que vas a incursionar; si estás en la industria tecnológica no es necesario tanto una patente, ya que 20 años de protección es mucho.
Para qué te peleas durante siete años para patentar una videocasetera cuando esta innovación no duró en el mercado ni cinco años. En cambio, en la industria farmacéutica sí conviene ir por una patente.
AIC: ¿Cómo patentar a nivel internacional sin que te cueste tanto?
RLA: Hay un tratado de cooperación de patentes, este tratado internacional lo tienen suscrito más de 130 países que te permite con una misma solicitud proteger durante 30 meses tu producto y después de esos 30 meses debes decir en qué países vas a aterrizar tus productos y ya solo en esos países pagas los derechos para obtener tu patente.
AIC: ¿Qué propone para incrementar el número de patentes en México?
RLA: Modificar el sistema de patentamiento en México para que el tiempo de la patente durara de acuerdo con la industria, por ejemplo para la farmacéutica que fuera de más de 20 años, pero para la industria tecnológica y la de software fuera menos, por ejemplo cinco años.
Podría haber invenciones muy al estilo de derecho de autor, es decir, que uno llegara y depositara la creación y que en una semana ya se tuviera el certificado de derechos.
Así se podrían proteger también los diseños industriales. Aquí en México los diseñadores de muebles o los artesanos no protegen por varias razones, porque se les hace muy caro, el trámite es lento y para cuando ya les llega el título ellos ya tienen modelos diferentes.