AUTOR: Roxana de León
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT
San Luis Potosí, San Luis Potosí. 6 de mayo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Con motivo de su décimo aniversario, el programa de divulgación La Ciencia en el Bar realizó un evento en el cual se presentó una retrospectiva de las metas alcanzadas en esta década. Este programa surgió durante las celebraciones de los primeros 50 años de la física en San Luis Potosí, como parte de una serie de proyectos enfocados en la divulgación de las ciencias, que buscaba cubrir diferentes escenarios.
Entre las actividades iniciales destacaban La física en el barrio, El tianguis de la física, Kosmos: ciencia recreativa para niños, La física en la escuela y, por supuesto, La física en el bar —nombre original—, siendo este último el único que se lleva a cabo hoy día. A decir de los organizadores, “los resultados trascendieron el objetivo inicial y ahora se presenta como una forma alternativa de divulgación de la ciencia”.
Una década de diálogos y divulgación
En la larga lista de científicos invitados a las charlas destacan, entre otros, el doctor Luis Felipe Rodríguez (UNAM), el doctor Jaime Urrutia (UNAM), el doctor Francisco Javier Mendieta Jiménez (Agencia Espacial Mexicana), el doctor Gerardo Argüello (Ipicyt). Se han realizado más de 90 charlas, donde se han abordado temas como son: Evolución del sistema solar.Planetesimales y meteoritos, San Luis Potosí, cuna de la electricidad en México, Deambulando en la sombra, Celdas solares, El encanto de la geometría, Maquinas moleculares, Tratando de entender los virus, entre otros. |
Los iniciadores del proyecto fueron el doctor José Nieto Navarro, el maestro Miguel Alvarado Alejo —mejor conocido como El Barbahan entre la comunidad científica local— y el doctor Refugio Martínez Mendoza —Flash—. Al paso del tiempo se fueron integrando el doctor Edgardo Ugalde —El gallo—, el doctor Yuri Nahmad, la doctora Viridiana García y la licenciada María Luisa Buendía.
Historia del concepto
De acuerdo con la investigación del contexto, realizada por el doctor Refugio Martínez Mendoza y el doctor José Nieto, los Bares de la Ciencia son una actividad de divulgación en la mayoría de los países que dedican esfuerzos en este campo. El concepto surge en 1998 en el Reino Unido, donde el físico Pablo Jensen, director de un centro de investigación en Francia, propone los primeros centros de divulgación fuera de las aulas, pues conceptualizaba estos lugares como un medio para reconciliar en profundidad a la sociedad con una ciencia más cercana, más ciudadana, gracias a su capacidad de alimentar la discusión y el debate en un entorno desenfadado que propicia la participación.
En otros estados de México suelen verse este tipo de actividades en locales urbanos de ocio, tales como bares o cafés asociados a museos o centros culturales. Sin embargo, la dinámica que desarrollan depende de las características sociales y culturales de cada lugar. En Europa, por ejemplo, se da más como debate al cual se invita a varios especialistas del tema y el público discute con ellos. Mientras que en Japón y en Israel el propósito es educativo y motivacional para que los jóvenes se inclinen al estudio de la ciencia.
Ciencia para el ciudadano
En el caso de La Ciencia en el Bar potosina, la dinámica consiste en llevar a especialistas de alto nivel a comentar temas vinculados con intereses generales, posteriormente el público puede preguntar y participar en el tema y al final hablar directamente con el expositor.
Las preguntas que han impulsado este esfuerzo de divulgación científica son ¿cómo puede un ciudadano encontrarse en esa cacofonía general donde al final uno no sabe en dónde se sitúa el verdadero mensaje de la ciencia estando tan diluido y con mensajes muchas veces contradictorios?, y ¿cómo puede el investigador dejarse oír en términos simples?
Este programa ha servido como inspiración para crear otros, como lo son: La Ciencia en el Bar en Xalapa, Veracruz; La Ciencia en el Creciente en Puebla; La Ciencia en el Bar en Matehuala, en el hotel Capri; La Ciencia en el Bar en las islas Azores. “Los de manera indirecta pero inspirados en nuestro programa son La Ciencia en el Kino en León y algunas propuestas en Morelos y Morelia. Otro programa no directo e independiente del nuestro es El Café Científico en La Paz y los Cafés Filosóficos que existen en varios en el país”, señaló Martínez Mendoza.
Refugio Martínez Mendoza |