FUENTE: Gustavo Noyola., Intellectual Property Regional Director, Central Law, Guatemala, Guatemala.
Los secretos empresariales, al igual que las marcas y patentes, constituyen activos de gran valor para una empresa. Los secretos empresariales abarcan todos los procesos que una empresa puede tener para el buen desarrollo del negocio. El Doctor Horacio Rangel Ortiz define a los secretos empresariales de la siguiente manera: “Todo conocimiento reservado sobre ideas, productos o procedimientos industriales que el empresario, por valor competitivo para la empresa desea mantener ocultos.” [1]
De dicha definición se extrae algo que es determinante y es el valor competitivo que se le da a la información, ya que hay empresas exitosas y otras menos exitosas, pero las exitosas realizan sus actividades conforme procesos o políticas previamente establecidas que les permite tener más éxito que otras y estos procesos o políticas son de gran valor y hace destacar a una empresa de otra y esto es lo que en términos generales constituye un secreto empresarial.
Entre algunos ejemplos de secretos empresariales podemos mencionar los siguientes: procesos de fabricación, formulas, recetas, listado de proveedores, listado de clientes, métodos de negocio entre otros.
Los secretos empresariales se pueden dividir en dos grandes grupos, siendo el primero los secretos industriales que son los que se refieren a todo los relativo a la producción y fabricación de los productos, sus métodos o procesos de producción. En términos simples, los secretos industriales se refieren a los secretos sobre la producción y fabricación de los productos previo a su comercialización. El segundo grupo en el cual se pueden dividir los secretos empresariales, son los secretos comerciales que son los que tienen relación con la forma de comercialización y distribución de los productos una vez estos han sido fabricados, es decir, los secretos comerciales se refieren a todo lo relativo post producción que sirve para la debida colocación del producto o servicio en el mercado.
Por lo anterior vemos que los Secretos Empresariales juegan un papel muy importante dentro de las empresas, por lo cual hay que dar la debida protección para que dichos secretos comerciales se mantengan como secretos. Sin embargo no hay una forma específica de proteger estos secretos empresariales; y es que la mayoría de normativas no establece una forma de protección o un registro de dichos secretos y mucho de ello se debe a que cualquier materia objeto de registro tiene como fin hacer del conocimiento de terceros dicho asunto, lo cual atenta en contra de la naturaleza del secreto, pues de nada serviría o ningún beneficio tuviera si todos conociera dicho secreto.
Algunos secretos empresariales pueden protegerse mediante patentes de invención, modelos de utilidad o diseños industriales, sin embargo cada empresa debe de conocer el alcance e importancia que tiene su invento y analizar si es conveniente dicha protección, puesto que la protección como patente de invención pudiera tener como desventaja que solo será por un plazo determinado, mientras que el secreto puede ser por un plazo indefinido y es ahí donde el empresario debe de analizar qué es lo más conveniente para su empresa.
Muchas de las empresas optan por no registrar sus secretos de empresariales y a cambio realizan estrategias de protección internas dentro de la empresas. En este segundo supuesto, es indispensable que las empresas realicen todo lo necesario para tener procedimientos de manejo de información, ya que una simple fuga de información puede traerse abajo toda una estructura empresarial exitosa. Por tal razón es indispensable que las empresas se asesoren y realicen las medidas necesarias para que puedan proteger sus secretos empresariales como debe de ser, pues estos son un activo invaluable al cual se le debe de dar la importancia que es debida.
[1] Horacio Ranel Ortiz. Estudio de Propiedad Industrial, num. 2 Organización Mexicana de la Propiedad Industrial, México 1993, pág. 48.