AUTOR: Karla Navarro
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT
Ensenada, Baja California. (Agencia Informativa Conacyt).- Manuel Segovia Quintero, especialista del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), desarrolló tecnología acuícola —que implica la recirculación de gases y nutrientes— para la producción de tilapia (Oreochromis niloticus) y otras especies, en zonas alejadas de las costas.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el investigador precisó que los proyectos a cargo se centran en sistemas de recirculación, que abren la posibilidad de cultivar especies marinas en zonas que no tienen vocación acuícola.
“Puedes llevar este tipo de sistemas a una ciudad porque puedes utilizar cualquier instalación y puedes cultivar dependiendo de la temperatura que habrá dentro de la instalación para que se seleccione la especie”, apuntó.
Mencionó que como parte de los proyectos de investigación que desarrolla en CICESE desde el 2002, ha logrado —junto con sus estudiantes— producir tilapia, que es un pez tropical; trucha (Oncorhynchus mykiss), un pez de altura; y bacalao negro (Anoplopoma fimbria), un pez de profundidad.
Con esas experiencias ha constatado que es posible generar las condiciones que requiere cada tipo de pez para reproducirse lejos de zonas costeras, y gracias a los favorables resultados actualmente experimenta con ostión (Crassostrea gigas).
Maximización biológica
El investigador del Departamento de Acuicultura del CICESE explica que cada sistema de recirculación debe respetar cinco principios básicos: circulación, remoción de sólidos, filtración de lógica, desgasificación o remoción de gases y oxigenación.
El equipo está diseñado para cada especie con la que trabaja y se monitorea la respuesta a factores como el color del tanque, la altura de la columna de agua, el patrón de circulación, la temperatura, el potencial de hidrógeno (pH), entre otros.
“Cuando tú diseñas un sistema, primero está la parte de ingeniería, los flujos, la hidráulica, pero lo que estamos haciendo es empatar la especie con la que estamos trabajando, nosotros consideramos la parte de la respuesta fisiológica del animal para diseñar el sistema”, subrayó.
Manuel Segovia Quintero recalcó que la intención es llegar, mediante adecuaciones de temperatura y salinidad, a la maximización biológica, es decir, que el pez responda de la mejor forma cuando tiene mejores condiciones para su reproducción.
Sistemas acoplados y desacoplados
Gracias al nitrógeno (N) y fósforo (P) que queda disuelto en el agua de las especies marinas, el mismo sistema de acuicultura puede alimentar un sistema de producción de plantas y con ello obtener alimento. Mediante este sistema de recirculación, el investigador ha cultivado, de manera simultánea, chile habanero.
Segovia Quintero detalla que alrededor de 70 por ciento del nitrógeno del alimento que consumen los peces es excretado, lo que es útil para alimentar las plantas, porque sus principales nutrientes son el fósforo y el nitrógeno.
El sistema puede ser acoplado, es decir, que el agua de los peces pasa por donde están las plantas y regresa al tanque; o desacoplado, en el que es necesario sacar el agua y ponerla en circulación hasta que las plantas la absorban.
“Tenemos siete años produciendo chile habanero, ahora podemos regular lo que pica, podemos hacerlo que pique muy poquito o que sea muy picante, es una planta muy interesante, extremadamente resistente”, indicó.
El objetivo del proyecto es consolidar el desarrollo de un sistema híbrido de recirculación para el cultivo intensivo de tilapia.