AUTOR: Joel Cosio
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT
La Paz, Baja California Sur. (Agencia Informativa Conacyt).- El Programa de Agricultura en Zonas Áridas del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) genera estrategias agrobiotecnológicas para el desarrollo del campo en el noroeste del país.
La coordinadora del programa, la doctora Thelma Rosa Castellanos Cervantes, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), mencionó que la agricultura en zonas áridas enfrenta grandes desafíos en relación con las condiciones ambientales.
Sin embargo, a través de la investigación científica, el equipo de científicos que participan en el programa ha desarrollado nuevas metodologías, procesos y cultivos orgánicos alternativos, los cuales se han transferido exitosamente a los productores agrícolas, en particular de Baja California Sur.
“La agricultura en zonas áridas tiene grandes desafíos, en principio es la falta de agua, los tipos de suelo pobres con bajos niveles de materia orgánica y gran cantidad de arena, que favorece la aparición de nematodos, los cuales son patógenos dañinos para muchos cultivos; y con relación al cambio climático, tenemos temperaturas más altas que afectan la producción agrícola”, mencionó la doctora Thelma Castellanos.
La investigadora aseveró, con la identificación de las necesidades de los productores agrícolas y de las propiedades de los campos, que es posible desarrollar tecnología capaz de generar una agricultura sustentable y de alto rendimiento en beneficio de los agricultores.
“Nuestra geografía nos provee de cierta ventaja, nuestro aislamiento nos protege de que lleguen ciertas enfermedades y en algunos cultivos las condiciones ambientales llegan a favorecer”, afirmó.
”Después de los problemas con los campos agrícolas del Valle de Santo Domingo por el agua salinizada y suelos degradados, los cultivos alternativos a los que se cosechaba antes han funcionado muy bien, los cuales son garbanzo y espárragos. En estas condiciones también se puede hacer agricultura protegida y producción de plantas aromáticas”, continuó.
Desarrollo y transferencia de tecnología
La doctora Thelma Castellanos mencionó que en cuarenta años el Programa de Agricultura en Zonas Áridas del Cibnor ha desarrollado diversos proyectos para el fortalecimiento de una agricultura de avanzada y resaltó tres campos de éxito, gracias al desarrollo de agrotecnologías de alto impacto: agricultura sustentable, implicando agua, cielo y clima, fitosanidad e inocuidad alimentaria y biotecnología.
El Cibnor fue creado en 1975 por el gobierno del estado de Baja California Sur y el Conacyt, para promover el desarrollo científico y tecnológico. A partir de entonces, se han adherido diversas instituciones de reconocido prestigio como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Actualmente, el Cibnor forma parte de la Red del Sistema de Centros Públicos del Conacyt. |
Entre los desarrollos tecnológicos sobresale el licenciamiento de un biofertilizante alternativo a la fibra de coco, hecho con hojas de palma de coco y yeso orgánico, de bajo impacto ecológico y alto margen de rentabilidad para los productores. Este proyecto es dirigido por el doctor David Raúl López Aguilar, investigador titular A del Cibnor y miembro del SNI del Conacyt, y forma parte de un paquete tecnológico para hidroponia en climas áridos.
Otro es el desarrollo de un paquete tecnológico para el uso, manejo y preservación del garbanzo kabuli, al igual que la mejora fitogenética de los granos. La investigación corroboró que el cultivo de garbanzo desarrolla su máximo potencial genético en zonas áridas. El proyecto es dirigido por el doctor Ramón Holguín Peña, investigador titular A del Cibnor y miembro del SNI del Conacyt, con el objetivo de desarrollar cultivos alternativos para Baja California Sur.
En el Cibnor también se desarrolló un kit tecnológico para el biocontrol de cosechas y detección de patógenos, el cual permite la detección de organismos genéticamente modificados (OGM) y, de esta forma, la prevención de problemáticas de salud pública.
“Es un dispositivo para la detección de organismos genéticamente modificados, una herramienta molecular de fácil uso y bajo costo. En el mercado existen dispositivos similares, pero detectan cierto rango de transgénicos, nuestro dispositivo biotecnológico detecta todo el rango de transgénicos”, detalló la doctora Thelma Castellanos.
El dispositivo fue diseñado por un grupo de investigadores coordinado por la doctora Gracia Alicia Gómez Anduro, investigadora titular A del Cibnor y miembro del SNI del Conacyt, con el objetivo de proveer una herramienta que permitiera fortalecer la bioseguridad del país.
En el programa, además están generando proyectos orientados a desarrollar biotecnología de organismos de origen marino capaces de influir en los procesos biológicos para mitigar el estrés salino en plantas, de levaduras marinas con aplicaciones en la poscosecha de mango y papaya, como antagónicos de hongos patógenos causantes de pérdidas de fruta, y tecnologías combinadas de acuicultura e hidroponia, en sistemas de acuaponia, para la producción de alimentos en zonas áridas.