Ciudad de México. 7 de septiembre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Sus hojas son pequeñas, numerosas y de rápido crecimiento. Tiene ramas colgantes y puede llegar a medir hasta 12 metros. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), sus hojas son ricas en proteínas, vitaminas A, B y C, tiene minerales y es recomendable para mujeres embarazadas y lactantes; no obstante, son muy pocos los mexicanos que conocen la existencia de Moringa oleifera.
Aunque es una especie originaria de las estribaciones meridionales del Himalaya, a lo largo de los años se ha extendido a otras partes como India, Bangladesh, Afganistán, Pakistán, Sri Lanka, Asia Occidental, península arábiga y después llevada al Caribe, Centroamérica y gran parte de América del Sur.
En México, en los estados de Veracruz y Oaxaca, un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Veracruz, Instituto Tecnológico de Boca del Río —ambos del Tecnológico Nacional de México (Tecnm)—, Colegio de Postgraduados, El Colegio de Veracruz y de la Universidad del Papaloapan campus Tuxtepec, se han dado a la tarea de realizar estudios en cultivos experimentales del árbol de Moringa oleifera para conocer sus propiedades como antioxidante, biocombustible y como descontaminante de agua.
Semillas de moringa para clarificar el agua
El Laboratorio de Investigación en Recursos Acuáticos del Instituto Tecnológico de Boca del Río (Itboca) trabaja en el aprovechamiento de las semillas de moringa como un coagulante natural en la clarificación de aguas residuales.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el maestro en ciencias en ingeniería bioquímica Irving David Pérez Landa, responsable del proyecto y colaborador de la línea de investigación Biotecnología ambiental en los ecosistemas costeros marinos, explicó que la moringa contiene péptidos catiónicos con la capacidad de facilitar la remoción de partículas suspendidas en el agua, los cuales se ha demostrado, a través de otros estudios, pueden sustituir los coagulantes químicos ocupados en las plantas de tratamiento, pues estos podrían representar un peligro para la salud humana.
“Ayuda en la remoción de partículas, es decir, quita la turbidez del agua, eliminando también algunos microorganismos, reduce la dureza y algunas sales de calcio o magnesio; sin embargo, es solamente una etapa en el tratamiento de agua, ya sea agua residual o de agua que se pretende potabilizar. Hoy en día, en esas etapas unitarias se están utilizando químicos sintéticos, algunas sales de hierro y aluminio, que no son benéficas para el medio ambiente ni para la salud humana. Por esta razón, la moringa se coloca como un potencial sustituto de estos químicos de manera amigable con el medio ambiente y con la salud”, señaló Pérez Landa.
De acuerdo con el investigador, diversos estudios han confirmado que las semillas de moringa han sido utilizadas desde hace siglos en distintas regiones de Asia y África como coagulante natural para la clarificación de aguas turbias; sin embargo, en México existen pocos estudios científicos que contribuyan a solucionar la problemática de abastecimiento de agua potable, utilizando recursos naturales y, por ende, amigables con el medio ambiente y la salud.
“Comenzamos con esta línea de investigación aquí en el Tecnológico de Boca del Río hace año y medio, y el proyecto surgió en pláticas con el doctor Arturo Pérez Vázquez, del Colegio de Postgraduados (Colpos), campus Veracruz, y la doctora Ofelia Andrea Valdés, de El Colegio de Veracruz (Colver). Hablamos sobre aprovechar esta especie ya que se tienen cultivos ahí en el Colpos. Se nos ocurrió que teniendo esta especie en el estado, siendo esta poco explorada o estudiada, podríamos contribuir un poco más a la ciencia estudiando en particular la especie que crece en la región y evaluando cómo las condiciones de cultivo, incluso las climáticas, y las diferentes variedades del árbol pueden impactar los procesos de clarificación de agua o de obtención del biodiesel”, detalló.
Galletas, pastas y tortillas de moringa antioxidante
A la par, a mediados de 2011, gracias al acercamiento de un grupo de productores de moringa de Oaxaca, en la Universidad del Papaloapan, campus Tuxtepec, comenzaron a realizar estudios acerca de la actividad antioxidante en las hojas de moringa.
“Encontramos que efectivamente tiene propiedades antioxidantes, las cuales se atribuyen a ciertos compuestos fenólicos, principalmente ácido gálico, kaempferol y derivados glicósidos de quercetina. Contiene otros compuestos que también son importantes y con actividad antioxidante, por ejemplo el betacaroteno y el ácido ascórbico. También tiene un alto contenido de ciertos minerales como calcio, potasio, hierro y una importancia significativa en cuanto al contenido de proteína que es un beneficio porque tiene todos los aminoácidos esenciales”, señaló Delia Esther Páramo Calderón, profesora investigadora de la Universidad del Papaloapan, campus Tuxtepec (Sistema de Universidades del Estado de Oaxaca, Suneo), y colaboradora del proyecto.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Páramo Calderón señaló que cuando establecieron las condiciones de procesamiento para conservar las propiedades antioxidantes de la moringa, comenzaron a obtener harinas a través de las hojas deshidratadas y usarlo como ingrediente nutricional para desarrollar alimentos funcionales. Actualmente se han dado a la tarea de elaborar tortillas, galletas, pasta y sopas instantáneas con la idea de suplir lo que ya existe en el mercado y no tiene ningún aporte nutricional. Todo a partir de la harina de la hoja.
“En el consumo de alimentos, el reto principal es generar nuevos productos o mejorar productos que ya existen en el mercado. También a partir de la hoja hemos obtenido extractos con la finalidad de conservar los antioxidantes y hemos empezado a desarrollar la elaboración de películas biodegradables con actividad antioxidante y antimicrobiana con posibles aplicaciones para empaques en alimentos, en colaboración con el doctor Alejandro Aparicio Saguilán”, detalló.
Aunque la popularidad de Moringa oleifera es aún reducida, su consumo en la región de Veracruz va en aumento. De acuerdo con la doctora Páramo Calderón, usualmente se comen las hojas crudas, en ensalada. Su sabor es parecido al pápalo quelite y tiene un sabor picante; aunque también pueden consumirse en forma de infusión.
Por otro lado, en la Universidad del Papaloapan se ha desarrollado investigación utilizando además las semillas de moringa para la extracción de aceite para consumo humano, cuya calidad puede ser comparada con el aceite de oliva debido a su composición de ácidos grasos.
Biodiesel a partir de moringa
Otra de las líneas de investigación se enfoca en el aceite obteni combustibles fósiles que son sobreexplotados.
De acuerdo con Pérez Landa, el biodiesel contribuye a la solución del problema energético, presenta las ventajas de ser biodegradable, cerrar el ciclo del dióxido de carbono (CO2), reducir aproximadamente en 23 por ciento las emisiones de CO2 e hidrocarburos en comparación con el diesel de petróleo.
“Moringa oleifera contiene en sus semillas de 35 a 40 por ciento de aceite y actualmente en el país es un subproducto o producto de desecho, debido a que las hojas de esta especie se usan como forraje para ganado y en la elaboración de productos derivados, tales como cápsulas, tés, complementos alimenticios y bebidas, pero sus semillas se están desaprovechando. En los últimos años, se ha prestado atención a la moringa por parte de los productores, pero solo con intereses económicos; sin embargo, hay toda una gama de usos y aplicaciones aún por estudiar, y con la investigación adecuada se pueden llegar a solucionar, en gran medida, diversos problemas medioambientales”, informó Pérez Landa.
La línea de investigación en la cual Irving David Pérez Landa trabaja desde hace año y medio se enfoca en estudiar las especies vegetales de la región de Veracruz, usando varias de sus partes, tales como semillas, cáscaras, cortezas, raíces, entre otras, con la finalidad de que estos materiales puedan ser utilizados para la mitigación de la contaminación en todas sus modalidades, otorgándoles un valor agregado y beneficiando tanto al sector productivo como a la sociedad en general.
AUTOR: Janet Cacelín
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT