La incursión del concepto “Innovación” en las Organizaciones originarias de América Latina ha tomado más tiempo, que su creación como definición en América del Norte y Europa, gracias a las condiciones y recursos con los que ha contado esta parte del planeta históricamente.
Sin embargo, por la conexión de los procesos de Innovación y el impacto que generan en el contexto global de los negocios (tanto en el mundo público como privado), es importante referenciar los grandes resultados a los retos expuestos en la línea de trabajo en pro de la Globalización. América Latina con su contenido de cultura diversa y matices en la generación de recursos para ser productivos y eficientes, ha logrado en los últimos tiempos, iniciar la competencia en la homologación de sus sistemas de gestión para obtener el valor agregado de sus productos y servicios, como consecuencia de los procedimientos de la Innovación al interior de las Compañías que aportan al Producto Interno Bruto de cada Nación potencialmente año tras año.
Los países paulatinamente han venido aportando a la generación de beneficios y apoyo de la Gestión de la Innovación interna en las líneas de producción de las Empresas, desde diferentes programas creados para su incentivo, y como también para que sean estas las que se vean positivamente impactadas y apropien conscientemente los frutos de su implementación y transmisión hacia los diferentes mercados, nacionales e internacionales.
Es un hecho que en la transición que se debe generar en el inicio de cada proceso interno, se evidencien los vacíos que, como se expone al inicio de este artículo, la brecha del tiempo que se tiene entre países desarrollados y los que se encuentran en pro de él, repercuten en la necesidad de aceleración del proceso de adopción o la adaptación de tecnologías ya existentes a la realidad del mercado en el que se encuentra la Compañía, con el objetivo de llegar al nivel requerido para ser realmente competitivos y mantenerse en la lista de los prospectos para los clientes a nivel global.
También es importante resaltar el interés que, cada vez más, toma peso en las gerencias de las Organizaciones, sobre la generación de Innovación en su modelo de negocio, lo que se traduce en el apoyo financiero y de movimientos invertidos, liderados a través del diseño de tiempos definidos e indicadores de seguimiento. Por lo que, aunque no se cuenten con áreas definidas exclusivamente para este objeto, en todas las Organizaciones que se encuentran en esta competencia sobre la Innovación, se involucra a toda la composición de la Empresa para que se aúnen los esfuerzos necesarios y así ingresar con fuerza o mantenerse en la carrera por ser diferenciados en el mercado transaccional de bienes y servicios.
De esta manera, es como se ve la importancia del lazo que deben sostener el Sistema Científico (proveniente de la Academia) y Sistema Productivo (compuesto por empresas comerciales e industriales) para seguir envolviéndose en el juego necesario de la economía y la sociedad, como agentes indispensables en la ecuación, para que dichos niveles de aceptación y fluidez sigan en pro del incremento que se busca en cada periodo de tiempo. Se resalta la comunicación de estos dos Sistemas en los países que se encuentran altamente industrializados y repuntando en los escalafones que premian la Innovación como uno de los pilares base para el desarrollo, ya que generan líneas de conexión en el mismo momento de crear programas educativos en pro de las necesidades reales del Sector productivo, culminando el ciclo de engranaje de manera complementaria
Fuente: TATIANA MONSALVE DUARTE, Especialista Marketing y Relaciones, Bogotá D.C – Colombia, [email protected]