Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- El avance científico y tecnológico sigue a la alza y es cada vez más la necesidad de mantener a la población actualizada.
Ante esta exigencia poblacional que implícitamente busca aprender sobre temas de ciencia y tecnología, han surgido medios que permiten el acceso a la información y práctica de estas disciplinas para aplicarlos a la vida cotidiana, como son cursos, talleres o escuelas que se encargan de enseñar robótica, electrónica o temas que sean del interés del público.
De esta manera surge Tecnobótica, un nuevo concepto de aprendizaje y enseñanza de la robótica para todas las edades que se ubica en Monterrey, Nuevo León.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el ingeniero Jorge Alberto Sánchez González, quien lleva más de diez años trabajando en laboratorios de pruebas y análisis de diseño industrial, cuenta la experiencia de trabajar en este proyecto y el porvenir de Tecnobótica.
Necesidad de aprender de tecnología
“Tecnobótica nace de una necesidad que vi en la población sobre el aprendizaje y conocimiento de mecatrónica, robótica y electrónica, estos temas son un boomactualmente y quise ir más allá”, comentó Jorge Sánchez.
Afirmó que en esta escuela se enseñan los temas desde cero, es decir, en los temas de robótica, electrónica o mecatrónica inician desde los componente más básicos, se enseña a los alumnos a diseñar y no solo limitarse a armar componentes que no conozcan.
El modelo educativo que manejan como organización abarca diferentes conceptos de electrónica básica, con los cuales se llevan a cabo prácticas de laboratorio que permiten analizar el funcionamiento de cada componente estudiado y crear así robots por medio de microcontroladores, resistencias, motores o transistores, además de materiales reciclados.
Jorge Sánchez, quien además es fundador de esta escuela, explicó que la enseñanza de la mecatrónica y robótica no puede limitarse a ciertos sectores, sino que debe ser más equitativo con toda la población.
Exceptuando los motores y componentes electrónicos, todos los elementos de los robots hechos en los laboratorios de Tecnobótica son creados ahí mismo con la ayuda de impresoras 3D, “los alumnos aprenden a manejar las impresoras y también crean los elementos que conforman sus proyectos”, declaró el especialista.
El laboratorio que poseen cuenta con dos impresoras 3D con una capacidad de impresión de ocho mil centímetros cúbicos y con la posibilidad de imprimir piezas funcionales y prototipos rápidos en materiales como plástico ABS y PLA.
Estudiantes sin límite de edad
Las clases brindadas por Tecnobótica van dirigidas a toda la población interesada en los temas que se tratan, “admitimos desde los nueve años en adelante, lo que nos interesa es que llegue la gente que tiene la inquietud de crear y ayudarla para desarrollar las aptitudes que poseen y así aplicarlas en la vida real”.
De acuerdo con Jorge Sánchez, el programa de estudios de Tecnobótica está diseñado con el fin de seguirlo para lograr los objetivos deseados en los alumnos; pese a eso, el sistema es flexible gracias al interés de los estudiantes, ya que hay quienes tienen proyectos propios que desean desarrollar y las asesorías personalizadas han logrado este propósito.
A futuro se pretende que los alumnos puedan ser capaces de experimentar los concursos de robótica de manera nacional e incluso internacional, por lo que el director y fundador de esta escuela motiva a que la inquietud por estos temas no sea limitada y que la gente se atreva a desarrollar, “me gustaría que aprendan a detectar necesidades que hay en su misma comunidad, aplicar las nuevas tecnologías a un desarrollo benéfico y que más gente pueda aprender”.
AUTOR: Génesis Gatica Porcayo
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT