La intervención consiste en el uso de catéteres que reparan los tejidos cardiacos
La arritmia es un padecimiento cardiaco en el que se presentan irregularidades en el ritmo o en la frecuencia de latidos del corazón. La enfermedad cuenta con varias clasificaciones, entre ellas, por su frecuente aparición en la población mundial destaca la “fibrilación auricular”, que está ligada a daños en el sistema eléctrico del órgano y que en caso de no tratarse puede incrementar la probabilidad de sufrir un evento vascular cerebral, fenómeno con capacidad de provocar daños que afectan funciones básicas del cuerpo como la del movimiento.
A fin de mejorar la calidad de vida de personas con este tipo de arritmia, mexicanos especialistas en electrofisiología aplican la “Ablación por catéter”, intervención de mínima invasión que consiste en la introducción de dispositivos de última tecnología que detectan daños y reparan tejidos cardiacos a través de energía, lo que disminuye el tiempo de intervención y recuperación del paciente.
El cardiólogo Alex Pacheco Bouthillier, quien ha aplicado la operación en repetidas ocasiones, explicó que existen diversos métodos tradicionales para diagnosticar “fibrilación auricular” como lo son los exámenes médicos básicos y electrocardiogramas. No obstante, recalcó en la efectividad del estudio electrofisiológico logrado por el innovador procedimiento, que consiste en la introducción de un catéter en una vena femoral ubicada en la ingle del paciente para así llegar hasta el corazón.
Una vez dentro del órgano, el dispositivo que es similar a un cable delgado con sensores en las puntas, registra los impulsos eléctricos generados por el corazón y forma una imagen “virtual” del interior del mismo, a la vez que la proyecta a través de un monitor. Cabe señalar que a partir de estas pruebas puede detectarse rápidamente en qué parte se encuentra el problema.
Detectado el padecimiento, existen distintos procedimientos para tratarlo, entre ellos están el uso de medicamentos arrítmicos que disminuyen la frecuencia cardiaca regulando su ritmo, además de anticoagulantes que evitan la formación de grumos en la sangre que puedan derivar en un evento vascular cerebral. Sin embargo, estos métodos pueden afectar la calidad de vida del paciente ya que solamente suavizan el malestar momentáneamente.
Por ello, el electrofisiólogo subrayó sobre la efectividad de la ablación en pacientes a quienes no les ha resultado el tratamiento farmacológico. “A través de la intervención con catéteres se destruyen directamente los tejidos cardiacos dañados, ya sea por crioablación, que usa temperaturas bajas para atacar el daño, o a partir de radiofrecuencia que usa energía por calor para neutralizar el problema, ambas permiten una recuperación más rápida después de la cirugía” acotó Pacheco Bouthillier.
Cabe señalar que la cirugía ha demostrado ser un método seguro ya que ha surtido efecto entre el 57 y el 77 por ciento en pacientes que lo han probado. El diagnóstico y la intervención se realizan con dispositivos fabricados por Johnson & Johnson.
(Agencia ID)