Por Felipe Sánchez Banda
Saltillo, Coahuila. (Agencia Informativa Conacyt).- Científicos del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) y el Instituto de Ecología, A.C. (Inecol) desarrollan y evalúan micro y nanofertilizantes a base de fósforo (P), encapsulados con biopolímeros.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) apoya este proyecto mediante la Convocatoria de Proyectos de Desarrollo Científico para Atender Problemas Nacionales 2014, a través del Proyecto No. 248760.
catedrático Conacyt comisionado en el Departamento de Plásticos en la Agricultura del CIQA.
“La idea principal es generar nuevos fertilizantes mediante el uso de la nanotecnología, empleando biopolímeros para encapsular fertilizantes fosfatados”, comentó el doctor José Humberto Valenzuela Soto,En esta investigación participan la doctora Claudia Anahí Pérez Torres, responsable técnico del proyecto y catedrática Conacyt comisionada al Instituto de Ecología, así como los doctores Nicolaza Pariona Mendoza, Enrique Ibarra Laclette, Felipe Barrera Méndez y Randy Ortiz Castro, adscritos a la Red de Estudios Moleculares Avanzados del Inecol.
Por parte del CIQA participan los doctores Carlos José Espinoza González, co-responsable técnico, Jorge Romero García y Antonio Serguei Ledezma Pérez, del Departamento de Materiales Avanzados, junto con los especialistas José Humberto Valenzuela Soto y Antonio Cárdenas Flores, quienes forman parte del Departamento de Plásticos en la Agricultura.
De acuerdo con el científico Valenzuela Soto, el fósforo como fertilizante implica un costo a los agricultores y no todo el fertilizante fosfatado es asimilado por la planta cuando este se aplica de manera convencional ya que, dependiendo de las condiciones del suelo (ácido o alcalino), este puede convertirse en formas no disponibles para la planta ocasionando pérdidas del fertilizante de hasta 80 por ciento.
“Una idea novedosa es hacer más eficiente la toma de fósforo por la planta, mediante el encapsulamiento de este elemento utilizando biopolímeros, de esta forma se espera poder ayudar a la planta a llevar a cabo la asimilación de dicho nutriente”, explicó el especialista.
Liberación controlada
El científico agregó que la tecnología generada, debido al tamaño nano y micro de las formulaciones que se desarrollan, tiene la ventaja de poder hacer más eficiente la liberación de fertilizantes en el suelo a través de una liberación controlada, que impida la precipitación o la inmovilización del fósforo en el suelo, facilitando que el fertilizante interactúe con la raíz de las plantas.
Fuente: Universidad Autónoma de Madrid.
Como parte de este proyecto multidisciplinario están evaluando la efectividad en el crecimiento vegetal por el empleo del fertilizante fosfatado encapsulado con ácido Poli (ɣ-glutámico) bajo condiciones in vitro, así como también estimando la tasa de liberación del material en comparación con fertilizantes convencionales. En próximas fechas, se evaluarán matrices con almidón.
“Sin embargo, falta todavía evaluar la parte agrícola-biológica para determinar cuál es el comportamiento que tienen estos fertilizantes nanoencapsulados en cultivos de interés agronómico”, señaló el doctor Valenzuela Soto.
Este producto está contemplado para aplicarse en el sector agronómico en los sistemas de producción en campo abierto en diferentes cultivos y regiones.
Estos fertilizantes se evaluarán a nivel invernadero y después a nivel de campo utilizando para ello formas de aplicación convencional y aun cuando su aplicación a través de fertirriego o hidroponía parece difícil debido a que este tipo de formulaciones inicia la liberación de los activos al momento de estar en soluciones acuosas, los investigadores no descartan estas opciones de aplicación pero reconocen que aún faltan estudios en este ramo.
“Para evaluar el comportamiento de estos micro y nanofertilizantes en plantas, se estimarán las dosis óptimas de este material evaluando las respuestas fisiológicas de la planta; aspectos tales como el rendimiento, el tamaño, la altura, entre otros, serán medidos y cuantificados”, aclaró el investigador Valenzuela Soto.