Mérida, Yucatán. (Agencia Informativa Conacyt).- Las aguas subterráneas representan 98 por ciento del agua dulce no congelada a nivel mundial, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); son responsables de muchos procesos geológicos, geoquímicos y realizan una variedad de funciones y servicios ecológicos. Con el objetivo de unir los esfuerzos de científicos, técnicos, profesionales e instituciones interesadas en la investigación, exploración, prospección, evaluación, conservación y gestión de los recursos hídricos subterráneos, surge la Asociación Latinoamericana de Hidrología Subterránea para el Desarrollo (ALHSUD).
Entrevistado por la Agencia Informativa Conacyt, Miguel Rangel Medina, presidente de ALHSUD, señaló que la asociación fue fundada en 1989 en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, por especialistas en diversos campos de la hidrogeología, entre los que destaca el matemático mexicano Ismael Herrera Revilla, quien entre sus múltiples actividades se ha dedicado a la modelación hidrogeológica.
“La intención fue crear una asociación que representara a los hidrogeólogos latinoamericanos a nivel regional en las investigaciones del agua subterránea, el recurso invisible”, apuntó.
Como su nombre lo indica, la hidrogeología es la ciencia encargada del conocimiento del agua en las rocas, o bien en las cavidades subterráneas. La Unesco determina que las aguas subterráneas deben integrarse en la dimensión económica, social y ambiental de los recursos hídricos, ya que un gran número de personas alrededor del mundo depende de las aguas subterráneas como suministro de agua potable para garantizar la seguridad alimentaria y la vida sustentable.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el subsuelo mexicano aloja un gran número de acuíferos que funcionan al mismo tiempo como fuentes de agua, vasos de almacenamiento, redes de acueductos y plantas de tratamiento naturales. De acuerdo con la misma fuente, se han definido al menos 653 acuíferos para fines de evaluación, manejo y administración de las aguas nacionales del subsuelo, y existen regiones donde el subsuelo puede ser la principal y única fuente permanente de agua, como en el caso de Yucatán.
Consolidación de ALHSUD
En México, la Asociación Latinoamericana de Hidrología Subterránea para el Desarrollo cuenta con más de 42 años en los que ha evolucionado de manera considerable. De acuerdo con Rangel Medina, quien es miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), la Asociación Geohidrológica Mexicana (AGM) estaba conformada en una etapa temprana por técnicos especialistas en el área de hidrogeología, por lo que muchos científicos no se sentían cómodos con la idea de ingresar o pertenecer a esta.
En cambio, los científicos formaban parte de la International Association of Hydrogeologists (IAH/AIH), y no había comunicación ni organización común entre ambos grupos. Ante este panorama, los investigadores mexicanos se percataron del momento clave de la actualidad, ya que las tres asociaciones (ALHSUD, AGM, AIH) estaban representadas en México.
“Con las tres asociaciones ensambladas por primera vez, empezó a conformarse el I Congreso Mexicano de Hidrogeología en el seno del XIII Congreso Latinoamericano de Hidrogeología, y a partir de esto la Asociación Internacional de Hidrogeólogos (IAH/AIH) tendrá la labor de invitar a las tres asociaciones para que continúen participando en las siguientes ediciones de este encuentro”, apuntó Rangel Medina.
La ALHSUD es un ensamble que permitió vincular las especializaciones técnicas de la AGM y las de la AIH, predominantemente de carácter académico. La Asociación Internacional de Hidrogeólogos cuenta con 42 socios de alto nivel científico, entre los que se encuentran también algunos hidrogeólogos mexicanos. En la Asociación Geohidrológica mexicana (AGM) están representados todos los mexicanos de este campo, tanto ingenieros como técnicos y recientemente también científicos.
En la edición del XIII Congreso Latinoamericano de Hidrogeología para el Desarrollo, se contó con la presencia de investigadores de 22 países de América Latina y el Caribe, así como de Estados Unidos, Portugal y España, lo que constituye un paso significativo para la asociación.
Como presidente de ALHSUD, Rangel Medina señaló que una de los necesidades es fortalecer la relación de la asociación con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) con el fin de extender el conocimiento y la preparación de los hidrogeólogos del futuro.
Capacitación de posgrados, cursos y seminarios
El objetivo fundamental de ALHSUD es la capacitación de estudiantes a través de becas de investigación y de intercambios internacionales, así como la creación de consorcios entre los científicos que forman parte de la asociación y que destacan por los cursos de alto nivel que promueven internacionalmente.
La asociación cuenta con investigadores latinoamericanos e iberoamericanos que participan a través del programa Erasmus (acrónimo de Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios). “Estamos haciendo el esfuerzo para trabajar con universidades con el mismo idioma, con una presencia de varios años en Latinoamérica, que permita que nuestros estudiantes se preparen para trabajar en las soluciones de los problemas del presente y el futuro”, apuntó Rangel Medina.
Jorge Montaño Xavier, expresidente de ALHSUD y consultor privado de la agencia GeoAmbiente, señaló en entrevista que a lo largo de los 25 años de existencia, la asociación ha respondido a la necesidad de generar, unificar y divulgar el conocimiento hidrogeológico en América Latina.
“Vimos que los docentes tenían una fortaleza muy grande en la región como para generar conocimiento, y de esta manera se fueron elaborando los cursos de posgrado en donde ALHSUD, conjuntamente con la Unesco, generó cursos de posgrado en tres universidades”, comentó.
Posteriormente, se realizaron seminarios y cursos de especialización que satisfacían la demanda de cada uno de los países, por ejemplo, la contaminación de arsénico y la perforación de pozos. “Lo principal era la formación y la difusión de la importancia que tiene el agua subterránea para América Latina, que es el continente con mayor disponibilidad de agua subterránea per cápita”, apuntó Montaño Xavier.
ALHSUD en América Latina
En Chile, ALHSUD ha colaborado en la implementación del Código del Agua, nombre de la ley de aguas nacionales de este país. En Colombia, colaboran con el Plan Nacional de Aguas Subterráneas, tanto en su etapa inicial como con el monitoreo de su desarrollo. En México, la asociación ha ofrecido apoyo a la legislación federal para la actualización de aguas nacionales.
En Yucatán, la asociación ha analizado la problemática de un acuífero de 22 kilómetros cuadrados con fin de generar un proyecto de gestión en colaboración con las autoridades gubernamentales. En casos como este, la asociación aporta el conocimiento científico, mientras que las autoridades políticas e institucionales son las encargadas de gestionar los financiamientos adecuados.
En América del Sur, el Acuífero Guaraní constituye la segunda reserva mundial de agua subterránea con un millón 200 mil kilómetros cuadrados que abarcan parte de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. Con el apoyo de instituciones bancarias y universitarias, la ALHSUD participó durante cinco años en un estudio regional de este acuífero transfronterizo, que constituye actualmente un referente a nivel mundial.
“Se trata de un acuífero sumamente protegido, casi 80 por ciento de protección de capas impermeables de basalto, tiene anomalías de temperatura (hay aguas con temperaturas que generan zonas de termo), es un acuífero que tiene aproximadamente entre 500 y mil 200 metros de profundidad, además de que en muchas de esas regiones tiene agua dulce y potable”, apuntó Montaño Xavier.
Además de la transmisión del conocimiento, el objetivo que persigue la asociación es que, por todos los medios disponibles, la población de América Latina tenga la posibilidad de cumplir con un derecho humano: tener agua. “Ese es un derecho humano, lo primero que tenemos que hacer es que se conozca entre la población que pueden reclamar por él”, apuntó.
En palabras de Jorge Montaño Xavier, a pesar del crecimiento económico que ha tenido lugar en la región de América Latina, los índices de enfermedades de origen hídrico todavía no se han reflejado significativamente como parte de este crecimiento, lo que refleja un defecto de transmisión de conocimiento y la necesidad de apuntar la mirada hacia la problemática con el fin de ofrecer soluciones viables.
AUTOR: Marytere Narváez
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT