Fuente: ANTIMIO CRUZ BUSTAMANTE, Reportero de Ciencia, Tecnología e Innovación, Revista Mi Patente, [email protected], www.mipatente.com
Estudiantes del Tecnológico de Monterrey que inventaron un sistema eficiente y limpio para extraer el oro, plata, zinc y otros metales presentes en la basura electrónica, compuesta por computadoras y teléfonos desechados, iniciaron los trámites para presentar una solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI), con el deseo de llevar esta innovación al mercado.
Los jóvenes fueron ganadores de la categoría estudiantil del Premio Rómulo Garza de Investigación y Desarrollo 2016, que otorga el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) a sus más esforzados científicos, tecnólogos e innovadores. El galardón les fue entregado el 25 de enero en el Campus Monterrey de esa institución que cuenta con 98 mil estudiantes en 31 campus del país.
Debido a que es muy caro y tóxico separar el oro y plata que contiene la basura electrónica, como los teléfonos celulares y computadoras que son desechados, los estudiantes de varias ingenierías del Tec, Campus Monterrey, se unieron, dialogaron y decidieron usar bacterias modificadas genéticamente para disolver los metales y concentrarlos fuera del dispositivo electrónico recuperado.
Círculo virtuoso
Las bacterias útiles para la separación de metales de la basura electrónica fueron modificadas genéticamente por los jóvenes ingenieros y tienen una capacidad adicional: también consumen cianuro, por lo que en el proceso de liberación de metales no se generan residuos tóxicos para el medio ambiente.
Esta investigación, que corresponde al campo de los Bioprocesos y Biología Sintética, presenta una alternativa de manejo de desechos tecnológicos que genera menos contaminantes que los procesos normales de lixiviado que se usan para recuperación de metales.
El proyecto de extracción de metales contó con la participación de 14 estudiantes de Ingeniería en Biotecnología, Física Industrial y Computación. En octubre de 2016 este mismo proyecto fue seleccionado como ganador de la medalla de oro en el concurso internacional de biotecnología iGem, realizado en Boston, Estados Unidos.
Basura o riqueza
La bacteria con la que trabajaron los estudiantes de ingeniería del Tec de Monterrey se llama Chromobacterium violaceum y ya se tenían antecedentes de su capacidad para generar sustancias que intervienen en la separación de metales.
Alejandra Vela Elizondo, coordinadora del proyecto y estudiante de noveno semestre de ingeniería en biotecnología, informó que la bacteria produce cianuro por sí misma.
“El cianuro forma unos iones complejos con la plata y el oro, los cuales quedan disueltos en el medio. Entonces se pasan a una celda electroquímica y, por medio de enzimas, precipitan y se separan los metales solos”, explicó la joven estudiante.
El primer logro del equipo del Tec de Monterrey fue contar con cianuro producido por la bacteria para lograr la disolución de oro y plata presentes, por ejemplo, en la parte que se llama “tarjeta madre”, de las computadoras. Sin embargo, este primer paso planteó un segundo reto: ¿Cómo manejar el cianuro, que es una sustancia es sumamente contaminante?
Para resolver el problema los estudiantes recurrieron a la ingeniería genética. “Le hicimos una modificación genética a la bacteria para que no le afectara el cianuro del medio, y también logramos que lo procesara y lo convirtiera en su propio alimento”, explicó Alejandra Vela, de 22 años.
En la investigación también se trabajó con Acidithiobacillus ferrooxidans, otra bacteria que también dio excelentes resultados en la separación de metales como cobre, níquel y zinc, los cuales pueden reutilizarse en la fabricación de nuevas computadoras.
Este proceso de separación de metales está en fase de prototipo y se buscará que sea integrado a alguna línea de producción de alguna empresa, para lo cual se realizan trámites de protección a la propiedad intelectual y patentamiento.