Por Israel Pérez Valencia
Santiago de Querétaro, Querétaro. (Agencia Informativa Conacyt).- Con la finalidad de dar a conocer los avances en proyectos espaciales de instituciones educativas y centros públicos de investigación de las entidades de Querétaro, Puebla, San Luis Potosí y Ciudad de México, además de la búsqueda de sinergias para colaboración científica y tecnológica, el Centro Nacional de Tecnologías Aeronáuticas (Centa) y la Agencia Espacial Mexicana (AEM) llevaron a cabo el Encuentro Espacial Bajío 2018.
El coordinador general de Desarrollo Industrial, Comercial y Competitividad en el Sector Espacial de la Agencia Espacial Mexicana, José Javier Roch Soto, destacó que la investigación y desarrollo espacial en el país se ha enfocado en la astronomía y astrofísica, geofísica, astrobiología, observación de la Tierra, desastres naturales, comunicaciones espaciales, medicina espacial, sistemas globales de navegación satelital (GNSS, por sus siglas en inglés) y exploración.
“Sobre las capacidades de monitoreo del territorio desde el espacio hablamos de oceanografía vía satélite —física y biológica—, meteorología y climatología vía satélite para desastres naturales; estudios geológicos y geofísicos del medio ambiente y recursos naturales; sensores de óptica, infrarroja, altimetría, radares de apertura sintética, radiometría, espectrometría, escaterometría, geolocalización de flotadores, sistemas integrados de información y, actualmente, telemedicina”.
Impulsores del desarrollo aeroespacial en México
El encargado de la división de Proyectos, de la asociación civil MXSpace, Alfredo Morales Desachy, subrayó que esta iniciativa mexicana tiene los objetivos de desarrollar, probar y volar sistemas que permitan el reconocimiento espacial de la Tierra, a través del desarrollo y construcción de satélites, sistemas ópticos y telemétricos; vehículos de lanzamiento, operaciones espaciales, así como la asesoría en proyectos tecnológicos de universidades y centros de desarrollo.
“Dentro de los proyectos que hemos impulsado está el laboratorio Nanobed, ubicado en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Una plataforma en la que flatsats realizan simulaciones de mediciones y experimentos en laboratorio sin la necesidad de hacerlo en el espacio. Por otra parte, nuestro proyecto bandera en MXSpace es un fentosatélite —que es más pequeño que un teléfono celular— y que será el primero de este tipo, hecho en México, que será lanzado en órbita el próximo año. Está integrado por una antena autodesplegable, una cámara para toma de fotografías de la Tierra, un sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) y la posibilidad de colocar un experimento de hasta 25 gramos, que pueden ser embebidos, microencapsulados que se desarrollan en los centros de investigación y con ello conocer su comportamiento en el espacio. Estará conectado a una estación terrena, que puede ser una computadora personal, para descargar la información de la telemetría o la carga útil”.
Otro de los proyectos presentados en el Encuentro Espacial Bajío 2018 es el AzTechSat, primer nanosatélite mexicano que será lanzado por la Estación Espacial Internacional y que fue diseñado por la UPAEP, la AEM y la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), con la colaboración del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el Centa y el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (Cidesi), que es parte de la Misión Águila 2017-2019, de acuerdo con el coordinador del Laboratorio de Control y Robótica de la UPAEP, Héctor S. Vargas Martínez.
“Este satélite debe demostrar la comunicación con la red de Globalstar, como método para ampliar la disponibilidad de las comunicaciones en la misiones de cubesats, para que los datos lleguen de forma segura a un sitio de la nube y se puedan obtener para un análisis posterior. Con este proyecto estamos motivando la participación de grupos multidisciplinarios nacionales y extranjeros; fomentando el uso de los estándares de la NASA y la comunidad europea, así como promoviendo el orgullo regional y nacional en el desarrollo de esta tecnología propia y el servicio a la sociedad en la solución de problemas reales”.
Desarrollo de materiales para la industria espacial
El coordinador de Manufactura del Centa y catedrático Conacyt, Mauricio Torres Arellano, señaló que, como parte de los proyectos de materiales compuestos para el diseño de nanosatélites que se desarrollan en el Centro Nacional de Tecnologías Aeronáuticas, ya se cuenta con dos prototipos de estructura de un cubesat desarrollados en materiales compuestos de fibra de carbono (C), resina epoxi y partículas de óxido de zinc (ZnO).
“Respecto a lo que habíamos dado a conocer en mayo, estamos en la fase de instrumentar estos prototipos con diversos sensores —termopares, galgas extensiométricas, fibras ópticas y acelerómetros— para analizar sus propiedades térmicas y mecánicas. Colaboramos con el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Aeronáutica en Querétaro (Unaq) para realizar las pruebas de vibración bajo el estándar cubesat”.
También se trabaja en el diseño conceptual de un cohete lanzador para nanosatélites de órbita baja, a cargo del doctor Saúl Piedra y apoyado por la convocatoria del Fondo Sectorial de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación en Actividades Espaciales, Conacyt-AEM 2017, donde se realizará el dimensionamiento del cohete y se verificará el diseño desde el punto de vista aerodinámico y estructural mediante herramientas computacionales.
“Además se estudiará su dinámica de vuelo para asegurar que logrará las características de estabilidad requeridas para poner en órbita la carga útil. El proyecto será ejecutado en dos etapas, la primera comprenderá un diseño geométrico, definición de etapas del vehículo lanzador y análisis aerodinámico; la segunda, el análisis y validación del diseño aerodinámico y de la dinámica de vuelo, selección de materiales y diseño estructural del vehículo lanzador”.
Destacó que como parte del fondo Conacyt-AEM, se desarrolla un proyecto, a cargo del doctor Edgar Franco, para formular geopolímeros compuestos reforzados con fibras bidireccionales de carbono y basalto, para que sean integrados en la estructura de nanosatélites cubesat y dispensadores P-POD, incrementando su capacidad de carga útil.
“Ambas estructuras serán sometidas a distintas pruebas mecánicas para evaluar su comportamiento bajo cargas estáticas, sinusoidales y vibraciones. Los materiales de estas estructuras serán expuestos a radiación y se realizarán pruebas de conductividad y expansión térmica”.
El encuentro comprendió también mesas de trabajo y discusión de empresas, investigadores y estudiantes de licenciatura y posgrado para analizar el alcance y necesidades de la triple hélice, industria-gobierno-academia, para el desarrollo espacial mexicano, los modelos de negocio en este mercado y establecer trabajo colaborativo entre instituciones.