Por: Antimio Cruz
Cada vez existes más científicos y tecnólogos mexicanos que están interesados en comercializar sus hallazgos e inventos y desarrollos, pero es muy importante que cuando un inversionista o una empresa se acerque a las universidades o institutos ya esté bien definido ¿de quién es la propiedad industrial del desarrollo que queremos llevar al consumidor? y ¿quién tiene los derechos de explotación?¿el investigador?¿un grupo de investigadores?¿la universidad?
Sin esta definición de los beneficiarios y responsables de los derechos una innovación tecnológica se puede quedar atorada en un centro de investigación y nunca llegar a ser un mejora industrial o un nuevo producto, explicó María Teresa de León, directora de Comercialización de Tecnología, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el foro Importancia de la Propiedad Intelectual y la Inteligencia Tecnológica para la Innovación de las Empresas.
La representante del gobierno de la República explicó que uno de los trabajo de Conacyt es ayudar a que los proveedores de conocimiento, es decir las universidades e institutos, apoyen la innovación de la planta productiva.
“En muchos sentidos esta transferencia todavía es un hoyo negro para muchas instituciones pero cada vez se han presentado más casos de éxito que estimulan el interés de los investigadores por vincularse con las empresas. Ellos entienden que el conocimiento puede tener un valor y están aprendiendo qué son y cómo funcionan los contratos de licenciamiento y los derechos de propiedad industrial”, dijo la especialista en transferencia tecnológica.
María Teresa de León dijo que una de las herramientas más importantes que ha creado México en los últimos cuatro años para facilitar el aprovechamiento de la ciencia y la tecnología en favor del desarrollo económico son las oficinas de transferencia tecnológica de las universidades, donde no sólo se conoce la parte del laboratorio sino también la parte del mercado y el marco legal de protección de derechos y patentes.
“En el año 2010 no existía una sola oficina de Transferencia Tecnológica con todas estas características de vinculación y protección a los derechos de los investigadores y las instituciones de investigación. Para el año 2015 ya contamos con 117 oficinas de este tipo en todo el país”, dijo la directora de Comercialización de Tecnología de Conacyt.
Ante representantes de empresas, fondos de inversión e investigadores, reunidos en la Cámara Española de Comercio, en la Ciudad de México, Teresa de León dijo que uno de los nuevos mecanismos de fomento a la innovación y transferencia de tecnología con que cuenta Conacyt son los llamados Nodos Bilaterales de Innovación (NoBIS) y llamó a estar atentos a la publicación de la convocatoria para participar en estos NoBIS, la cual será publicada en las próximas semanas.
“Actualmente tenemos en marcha 59 proyectos de transferencia en nueve centros de investigación, con apoyo de Nafinsa y que están en vías de comercialización”, agregó.