Tepic, Nayarit. (Agencia Informativa Conacyt).- Un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Tepic (ITT) —que forma parte del sistema del Tecnológico Nacional de México (Tecnm)—, a cargo de la doctora en ciencias María de Lourdes Vázquez Magaña, desarrollará un aglomerado a partir del bagazo de la caña de azúcar y resinas, con gomas comestibles.
La líder del proyecto mencionó a la Agencia Informativa Conacyt que, a partir de la investigación de materiales, diseñaron este aglomerado que es amigable con el ambiente, ya que aprovecha el desecho de la industria azucarera y utiliza resinas comestibles sin agentes contaminantes, desarrollando su potencial adhesivo.
“Es un aglomerado como el aserrín prensado pero con bagazo de caña, buscábamos un elemento natural de las mismas características físicas y químicas, y dimos con insumos que se comercializan como productos alimenticios; el adhesivo se elaboró con proteína de soya y gomas comestibles, como la goma guar y xantana, e hicimos una emulsión como adhesivo, que combinamos con el bagazo”, explicó.
La investigadora dijo que se tomaron como base otras investigaciones de universidades de Argentina, con la diferencia de que en aquellos proyectos se utilizaban formaldehídos que son considerados agentes cancerígenos; con lo que se realizaron adecuaciones y cambios de fórmulas para utilizar productos naturales no nocivos ni con la naturaleza, ni con el ser humano.
Vázquez Magaña refirió que la intención de este proyecto es desarrollar un plan de negocios y presentarlo a un inversor, para que con el capital se pueda generar una industria verde; se ha pensado en los dueños de los dos principales ingenios de Nayarit, el Molino de Menchaca y el de Puga, ambos en Tepic, para que, a su vez, sean proveedores de la materia prima.
Las características del bioaglomerado
El producto se encuentra en trámite de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), refirió la doctora Vázquez Magaña, quien ofreció algunas de las características de este, entre las que mencionó maderabilidad, bajo costo, con capacidades térmicas y acústicas.
“Tienen una resistencia de más de 100 kilogramos, la pieza mide 1.22 centímetros por 2.44 centímetros por 19 milímetros de espesor, el tamaño es el estándar equiparable al comercial; el peso es una cuarta parte más ligero que los del mercado y lo más atractivo es el precio, quedamos por debajo de los comerciales y es 100 por ciento amigable con el ambiente”, aseguró.
En el laboratorio de ingeniería civil e ingeniería química, se desarrolló el adhesivo, la selección del material, la mezcla para prensar, hornear y tener el producto final, fue sometido a pruebas mecánicas como flexión y compresión para ver las características y compararlas con lo existente.
Lourdes Vázquez Magaña señaló que la siguiente investigación, relacionada con este tema, será generar recubrimientos retardantes contra incendios, que impidan la deformación por humedad o exposición a la intemperie.
Se buscan inversionistas
Nayarit es el sexto productor nacional de caña de azúcar, y el acumulamiento de bagazo en el ingenio del Molino de Menchaca y el de Puga data de al menos cuatro zafras atrás, de ello, dijo la experta, solo 30 por ciento se usa para la generación de energía de los propios ingenios, el resto representa un riesgo porque se generan alcoholes con el fermento y puede ser el origen de incendios.
“En los ingenios tienen estas montañas de bagazo, y debajo de ellas tienen hidrantes que están controlando y previendo que no se generen incendios, entonces vimos esta posibilidad de utilizar esa materia prima sin uso, para establecer el proyecto, y por eso creemos que la empresa también puede interesarse en materializar la idea”, justificó.
Según la investigadora, ya existen acercamientos con titulares del ingenio del Molino de Menchaca, ubicado en el centro de la ciudad de Tepic, pero aún no se ha terminado el plan de negocios para que ellos puedan observar la oportunidad y ser inversores del capital y la materia prima.
“Ellos como socios de capital y nuestros estudiantes e investigadores como ejecutivos para poder venderlos en tiendas departamentales o especializadas como Home Depot o lo relacionado con carpinteros, y se espera crecimiento regional, nacional o para la exportación; aún no concluimos el plan de negocios, pero estamos esperando terminar la corrida financiera, ver números y convencerlos de que esto es un negocio”, concluyó Lourdes Vázquez Magaña.
La industria de la construcción en busca de innovación
El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) capítulo Nayarit, Juan Topete Rivas, destacó que en cuanto a innovación para el desarrollo de materiales de construcción, su organismo solicita la divulgación de estos ante entidades como el Instituto Tecnológico de Tepic, para lograr vincularse y, en dado caso, hacer uso de estas tecnologías.
“Estamos comprometidos en lograr hacer que esos materiales innovadores puedan ser considerados en los desarrollos de obras; muchos proyectos se pierden porque no hay continuidad y asesoría, pero en CMIC somos aliados para atraer estos temas, sin duda nos interesa y los apoyamos para divulgar entre los socios estos proyectos”, declaró.
Topete Rivas dijo que se han generado esquemas para crear vínculos entre instituciones que podrían apoyar a los investigadores, como asesorías con la Secretaría de Economía (SE) para estimular la colocación de productos en el mercado, y ante las secretarías de obras públicas para participar en el registro de proveedores de materiales y otras acciones.
A pesar del panorama en el que se crean materiales novedosos, el titular de CMIC Nayarit señaló que en el estado aún no existen obras públicas o privadas de relevancia que hayan utilizado algún producto de este tipo y que, más bien, se mantienen los métodos tradicionales.
“No considero que las obras que son de relevancia en el estado enfrenten retos de materiales de innovación y, más bien, se siguen realizando obras con productos tradicionales que no requieren de estos proyectos, pero de ser necesario, evidentemente lo haremos”, asentó.
Por último, Topete Rivas destacó que a pesar de que muchas obras públicas principalmente impactan de manera ambiental, existen procesos de mitigación y avales para la intervención respaldados por las autoridades ambientales; sin embargo, se limita a las cuestiones físicas, y hasta el momento no se ha reparado en los asuntos de conformación de materiales, aunque será una necesidad dentro de algunos años.
AUTOR: Claudia Karina Gómez Cancino
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT