FUENTE: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, ANUIES, www.anuies.mx
México se caracteriza por ser un país donde la mayor parte de la energía eléctrica se produce a partir de combustibles fósiles, lo que se traduce en una fuente de contaminación ambiental.
El Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), coordina el Clúster Biocombustibles Gaseosos, bajo la Dirección del Dr. Elías Razo Flores, de la División de Ciencias Ambientales, trabajando en conjunto con otras instituciones, universidades y empresas y que están llevando a cabo investigación para el desarrollo tecnológico e innovación en temas de aprovechamiento de residuos orgánicos para la producción descentralizada de bioenergía, con el objetivo de que, en el año 2027, se genere mayor cantidad de energía eléctrica proveniente de biomasa.
La biomasa es materia orgánica de origen animal o vegetal, incluyendo residuos orgánicos, que puede ser aprovechada energéticamente; debido a que México no es un país autosustentable en la producción de alimentos, se trabajará con biomasa residual como residuos sólidos, semisólidos y líquidos, para llevar a cabo este proyecto; un ejemplo de estos recursos son: fracción orgánica de residuos sólidos municipales, así como el bagazo de agave, el lodo de purga que se obtiene de las plantas de tratamiento de aguas residuales, así como vinazas de la producción de tequila. Uno de los mecanismos para el tratamiento de la biomasa residual es por digestión anaerobia, la cual se refiere a un proceso en el que la materia orgánica es transformada por microorganismos y se produce biogás.
El biogás es una mezcla de metano y dióxido de carbono, el cual tiene que ser sometido a procesos de lavado, enriquecimiento y acondicionamiento antes de poder ser utilizado para generar energía eléctrica o térmica.
El Clúster esta conformado por el Instituto de Ingeniería, la Facultad de Química y el Instituto en Investigación en Ecosistemas y Sustentabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidades Iztapalapa y Cuajimalpa, la Universidad Autónoma del Estado de México, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, el Centro de Investigación Científica de Yucatán, el Centro de Investigación y Docencia Económicas, el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica, y empresas como RESINERGÍA, IBTech, Cydsa y GEPEL.
Otra de las características relevantes del clúster es que pretende capturar dióxido de carbono, liberado de los procesos, para generar biomasa microalgal y con ello producir más biogás.
El clúster tiene a cargo seis líneas de investigación:
• Pre tratamiento de Biomasa
• Producción de Biogás
• Producción de Biohidrógeno
• Postratamiento y acondicionamiento de corrientes gaseosas
• Producción de energía térmica, eléctrica y planta piloto
• Sustentabilidad y políticas públicas
El Clúster, trabaja con diferentes tipos de reactores y configuraciones con el fin de maximizar las velocidades de producción de metano e hidrogeno y sus rendimientos molares; adicionalmente, se están optimizando y modelando los procesos, lo que permitirá el uso de herramientas modernas de automatización y control.
De manera transversal se hará una evaluación de los impactos socioeconómicos y ambientales de políticas públicas y de las tecnologías de generación de bioenergía utilizando herramientas de análisis de ciclo de vida, huella de carbono y modelos socioeconómicos.
En sí, este proyecto se enfoca en valorizar residuos orgánicos y emplearlos en la generación de energía.