El proyecto franco-mexicano apunta a sanar huesos lesionados y heridas por diabetes, entre otras aplicaciones
La llamada medicina regenerativa tiene como principal objetivo restituir a nivel celular tejidos dañados en seres vivos. Se trata de una de las ramas de la bioingeniería que en nuestros días llama la atención de diversas ciencias, ya que permite la interacción entre ellas, por ejemplo, química, biología, ingeniería de materiales y medicina, entre otras.
Sobre esta área del conocimiento ha perfilado su desarrollo académico y profesional Heriberto Rodríguez Tobías, quien actualmente trabaja en el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), con un proyecto en el que también participa el Institut de Chimie et des Materiaux Paris-Est (ICMPE), en Francia. El proyecto es dirigido por la doctora Graciela Morales, investigadora Titular del CIQA, y el doctor Daniel Grande, investigador Titular del ICMPE, y aborda el desarrollo de nanocompuestos fibrosos a los que se adhieren partículas de óxido de zinc para regenerar tejido, al mismo tiempo que evita posibles infecciones por bacterias.
“Los materiales obtenidos se asemejan a apósitos típicos para protección de heridas, a los cual se agregan nanopartículas de óxido de zinc que tienen propiedades antibacterianas. El problema con una herida es que al estar expuesto al ambiente se pueden adherir bacterias y propiciar una infección, por eso buscamos un efecto antimicrobiano en los materiales fibrosos”, detalla el científico mexicano.
Para la obtención de nanocompuestos fibrosos se utiliza en el ICMPE la técnica de electrohilado, la cual permite fabricar fibras con diámetros desde micras (la millonésima parte de un metro) hasta nanómetros (que equivale a una mil millonésima parte de un metro). Al material fibroso obtenido se incorporan partículas de óxido de zinc de las mismas dimensiones. Asimismo, ha sido evaluado el desempeño mecánico, térmico y, sobre todo, las propiedades antibacterianas frente a microorganismos patógenos de interés.
El siguiente paso en el proyecto es el escalamiento para la producción de mayor cantidad de material fibroso y la determinación de la biocompatibilidad con tejidos de importancia médica, para lo cual se han establecido vínculos con universidades en Texas (EU) y en Nuevo León.
Si bien los nanocompuestos fibrosos tienen una relación directa con la industria textil, en materia de salud se hacen pruebas con células de hueso (osteoblastos y fibroblastos) que deben regenerarse, así como en heridas causadas por diabetes, donde la recuperación de tejido puede ser muy complicada. En ambos casos, los resultados son muy alentadores.
Rodríguez Tobías recibió en agosto de 2015 el premio Estatal de la Juventud en la categoría de Ciencia y Tecnología; hasta ahora ha realizado cuatro estancias en Francia en el tema de biomateriales, concluyó su doctorado en diciembre de 2015 en CIQA, y de cuyo trabajo se han publicado seis artículos científicos, y le ha permitido presentarlo en 14 congresos nacionales e internacionales. (Agencia ID)