Por Ricardo Capilla Vilchis
Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- Con células del propio paciente y polímeros, científicos del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) y del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) crearon un implante de pabellón auricular que, en un futuro, podría ayudar a personas que sufrieron la pérdida de una o ambas orejas.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Zaira García Carvajal, doctora en tecnología farmacéutica del Ciatej, institución perteneciente al sistema de centros públicos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), habló acerca del proyecto de reconstrucción de pabellón auricular con ingeniería tisular.
Los resultados obtenidos de este proyecto realizado por el Ciatej en conjunto con el Laboratorio de Biotecnología y la Unidad de Ingeniería de Tejidos, Terapia Celular y Medicina Regenerativa del Instituto Nacional de Rehabilitación, de la que forman parte la doctora Cristina Velasquillo y los maestros en ciencias Valentín Martínez López y Yaaziel Melgarejo Ramírez, representan una valiosa alternativa a los tratamientos actuales, que muchas veces resultan riesgosos.
Hasta el momento, el mayor logro que se ha conseguido con este proyecto es el desarrollo tecnológico de un implante polimérico para reparar tejidos blandos, como el cartílago de la oreja. El proyecto fue financiado por el Fondo Sectorial de Investigación en Salud y Seguridad Social del Conacyt (Fossis 2014-234073).
Microtia
Según el Manual de guía clínica de malformaciones de oído externo, medio e interno del Instituto Nacional de Rehabilitación, la microtia es una anomalía congénita que afecta el tamaño o la morfología del oído externo. Se tiene estimado que ocurre en uno de cada seis mil a 12 mil nacimientos y con una predominancia mayor en hombres que en mujeres. |
Creando tejido nuevo
¿Cómo hacer una oreja que se asemeje a una natural? La respuesta que da la investigadora es utilizar las células autólogas —propias del paciente— para generar tejido nuevo y con una gran similitud al nativo.
“Lo que se hace es tomar un pedazo pequeño de tejido sano del cartílago y de ahí se extraen células autólogas y se crecen en el laboratorio. Una vez crecidas, estas células se colocan en un andamio —también llamado implante— hecho de polímeros naturales y sintéticos, que asemejan la matriz extracelular que hay en el cartílago de la oreja”, expuso la investigadora.
Para la fabricación de los andamios, se utilizan técnicas de bioimpresión, es decir, se imprimen materiales biológicos. En el caso de este proyecto, en conjunto con la empresa InMateriis, se imprimieron implantes rígidos con forma similar a la del pabellón auricular utilizando polímeros de grado médico que sirvieron como soporte.
Una vez que se tiene listo el implante rígido, se recubre con el implante desarrollado en el proyecto y se le inyectan células autólogas dentro de la cobertura. Posteriormente, se procede a crecer las células hasta que formen tejido nuevo.
Una nueva alternativa
La investigadora resaltó que este nuevo tratamiento puede llegar a convertirse en una valiosa alternativa a los tratamientos actuales que involucran la cirugía de extracción de cartílago intercostal del paciente y el uso de implantes con Medpor, o polietileno poroso de alta densidad, que en algunos casos generan infecciones, excoriaciones y rechazo.
Asimismo, dijo que el resultado final nunca será igual a una oreja natural, por lo que es necesario seguir experimentando para saber qué topografía puede beneficiar a los condrocitos —células del cartílago— y así lograr que el cartílago se forme lo más parecido al original y en un periodo corto de tiempo.
García Carvajal aclaró que este tipo de tratamiento no ayuda a mejorar la audición de los pacientes que sufrieron algún tipo de daño en su pabellón auricular, pero sí tiene fines estéticos que elevan la autoestima y la calidad de vida.