Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).– Las células del cuerpo humano se encuentran expuestas a múltiples factores, como rayos ultravioleta, contaminantes, virus o simple azar, que pueden ocasionarles alteraciones severas en el material genético. Cuando estas alteraciones afectan los controles de reproducción en una célula, esta comienza a dividirse de una forma descontrolada, lo cual puede dar pie a la formación de una masa tumoral que, en ocasiones, desemboca en el desarrollo de cáncer.
Conocer exactamente qué tipo de alteraciones transforman una célula normal en un tumor canceroso, puede ayudar a desarrollar fármacos o tratamientos específicos que combatan las mutaciones que afectan las células, explica el director del Laboratorio de Genómica del Cáncer en el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), Alfredo Hidalgo Miranda, quien lleva más de ocho años analizando las características de los tumores de mama en mujeres mexicanas.
El investigador considera que las ciencias genómicas no están lejos de empezar a catalogar las alteraciones genéticas específicas de los tumores cancerosos y así lograr una mejor clasificación del cáncer.
Alfredo Hidalgo.“Se dice que, dentro de 10 años, ya no vamos a hablar sobre el tumor de mama, el de cérvix o el de piel; vamos a hablar de los tumores que tienen alterada una vía celular en particular. Esto abrirá las posibilidades de una clasificación mucho más útil que una simple anatomía, permitirá hablar de alteraciones moleculares particulares de los tumores independientemente de su sitio de origen. Con ello se podrán diseñar tratamientos más dirigidos al tipo de tumor”, explica el experto.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Alfredo Hidalgo, explica el proceso mediante el cual una célula normal se transforma en célula cancerosa y qué características desarrolla una célula tumoral.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo se transforma un célula normal en una célula cancerosa?
Alfredo Hidalgo Miranda (AHM): Para que una célula normal se transforme en célula cancerosa debe sufrir una muy alta cantidad de alteraciones, tanto del ADN como de su
expresión, su regulación y del cúmulo de proteínas que se encuentran en la célula.
AIC: ¿Qué características definen a una célula cancerosa?
AHM: Principalmente la proliferación descontrolada y la alta capacidad replicativa, que además es ilimitada. Qué quiere decir esto: si yo tomo una
biopsia de piel y la cultivo en una caja de Petri se va a dividir entre 12 y 15 veces, que es el tiempo de vida normal de una célula cualquiera. Pero una célula tumoral, si tú le sigues dando de comer y le sigues dando espacio, se va a poder dividir de una forma prácticamente infinita.
Otra de las características de algunos tumores es que tienen una tasa de mutación mayor, comparada con la de una célula normal, por lo tanto la masa acumula alteraciones en su ADN mucho más rápido. Esto sucede porque los genes encargados de mantener la integridad del genoma se encuentran dañados, y si la maquinaria de reparación celular no manda a la célula dañada a una muerte celular programada, la reproducción sigue su curso a pesar de los daños.
Actualmente se reconocen entre seis y 12 características específicas que permiten diferenciar una célula normal de una cancerosa, y todas estas características tienen una contraparte en alteraciones del ADN.
AIC: ¿Todos los tipos de cáncer son provocados por las mismas alteraciones en el ADN, o cada tipo de cáncer tiene una alteración específica que lo genera?
AHM: En la actualidad se acepta que es un poco de las dos. Existen ciertas alteraciones que son casi específicas de ciertos tipos tumorales, por ejemplo, cuando analizas el número de cromosomas de un tumor de cáncer de mama contra los de un tumor de cáncer cervicouterino, puedes observar perfiles de pérdida o ganancia de ADN que son característicos de cada tipo de tumor.
Esto te habla de que se requiere de la presencia de ciertas mutaciones específicas para que el tumor se desarrolle. Pero también tenemos alteraciones que son mucho más generales y pueden estar presentes en cualquier tipo de cáncer, independientemente de la región del cuerpo donde se encuentre.
AIC: ¿Cuáles son estas mutaciones generales?
AHM: Hay dos tipos principales de genes cuya alteración puede causar cáncer:
- Los oncogenes: son genes que a través de mutaciones adquieren una nueva función. Generalmente están controlando procesos de división celular, o de diferenciación, y cuando mutan hacen que a la células se le atore el “acelerador” de proliferación y siga creciendo sin control.
- Los genes supresores de tumor: estos genes son como el freno de la célula, juegan un papel muy importante al indicarle a la célula cuándo dividirse y cuándo dejar de dividirse. Estos genes tienen la capacidad de detectar daños en el ADN, detener la división y mandar la célula a apoptosis, que es una muerte celular programada. Muchos de estos genes supresores de tumor están mutados en los tumores cancerosos, allí tenemos el ejemplo del gen P53, que está mutado en más de 60 por ciento de los tumores humanos.
Pero en la actualidad, cuando encontramos una mutación, el verdadero reto es diferenciar cuáles de las mutaciones presentes en un tumor están contribuyendo a la formación —denominadas driver—, y cuáles son solo mutaciones pasajeras que caen en genes que nada tienen que ver con la formación del tumor.
El problema es que en un mismo tumor tienes una cantidad enorme de alteraciones, por lo que definir cuáles juegan un papel principal en el desarrollo del cáncer es muy complejo.
AUTOR: Amapola Nava
FUENTE: AGENCIA INFORMATIVA CONACYT
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