FUENTE: AGENCIA ID
El desarrollo tecnológico es de bajo costo, permite controlar la erosión de los suelos y mejorar la calidad del agua, al punto de reusarla
Con el objetivo de evitar inundaciones y controlar la erosión de suelos, investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) instalarán un sistema de biorretención en el campus que además permitirá reusar el agua de escorrentía, aquella que recorre la superficie de las ciudades, como banquetas, tejados y estacionamientos.
La doctora en biotecnología Gabriela Vázquez Rodríguez, quien lidera el proyecto, refirió que se trata de una tecnología de bajo impacto que permite la retención y el tratamiento del agua de escorrentía urbana que ayuda a controlar inundaciones.
La investigadora de la UAEH explicó que el tanque de biorretención estará colocado de forma estratégica. “Conocemos el campus y hemos modelado su topografía; sabemos dónde se junta el agua pluvial y en qué lugar es necesario construir el sistema. Con esto vamos a mitigar las inundaciones que tenemos en cada temporada de lluvias”.
La biorretención es un desarrollo tecnológico que se construye a bajo costo, no ocupa mucho espacio, permite controlar la erosión de los suelos y mejorar la calidad del agua, al punto que será posible reusarla. “A simple vista parecerá un jardín, pero debajo se encontrarán los materiales que pueden retener el agua de escorrentía, la cual descontaminarán”, comentó la investigadora.
El sistema abarcará cerca de 20 metros cuadrados y tendrá un costo aproximado de 40 mil pesos, que se destinará a la renta de maquinaria y adquisición de materiales para la construcción.
“El objetivo es doble porque tendremos un sistema de control de inundaciones y un laboratorio que permitirá dar seguimiento a la calidad del agua y extrapolar los resultados a otras zonas urbanas”, enfatizó la doctora Vázquez Rodríguez.
La meta final es difundir las tecnologías de bajo impacto, ya que permitirían controlar inundaciones en otras áreas urbanas, como centros comerciales o fraccionamientos, sin necesidad de sacrificar mucho espacio, por ejemplo, pueden colocarse en los espacios libres de un estacionamiento.
En el proyecto, además de especialistas en tratamiento del agua participan ingenieros civiles especializados en sustentabilidad, quienes realizan el diseño hidrológico para la topografía de la universidad.
El tanque de biorretención, que cuenta con el antecedente de tres años de estudio a escala piloto, se construirá a tamaño real este año en la universidad. El sistema está diseñado para aprovechar la depresión natural del terreno, que se excavará aún más y se rellenará con material filtrante como arena y zeolita, materiales que se colocarán en capas y servirán para eliminar del agua muchos contaminantes. Al final, el sistema se cubrirá con plantas propias de la zona, las cuales participarán también en la depuración del agua.
A pesar de que este tipo de sistemas “verdes” son estéticos y económicos no son comunes en México; en el país sólo se tienen reportes de otros sistemas de biorretención construidos en la Universidad Nacional Autónoma de México y en Yucatán. “Lo que queremos es popularizarlos porque no son caros y su beneficio es enorme”. (Agencia ID)