Por Armando Bonilla
Ciudad de México. (Agencia Informativa Conacyt).- De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se estima que hacia el 2050 la población mundial ronde los nueve mil millones de personas y ante ello un gran reto es lograr que la agricultura, la actividad forestal y la pesca sean más productivas y sostenibles.
Según la propia FAO, para lograrlo se requiere de enfoques innovadores tanto en el sector agrícola como en el forestal y pesquero. Considera también que el desarrollo sostenible es un proceso dinámico, se debe tomar en cuenta la creación de marcos técnicos, de gobernanza y de financiamiento.
En México, una de las instituciones cuyo quehacer científico se encamina más hacia los objetivos descritos por la FAO, es la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), cuyo perfil ampliado abarca las ciencias pecuarias, agrícolas y forestales, es decir, abarca el tema agrícola y los recursos naturales.
Dicha institución concretó recientemente un importante esfuerzo que favorecerá la investigación científica orientada a mejorar la productividad y sostenibilidad de la actividad forestal, pesca y agricultura; se trata del Laboratorio Nacional de Investigación y Servicio Agroalimentario y Forestal (Lanisaf).
El Lanisaf, que fue inaugurado el pasado 18 de enero por diversas autoridades académicas y científicas, entre ellas el doctor Enrique Cabrero, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), apunta a convertirse en el primer laboratorio en su tipo que centralice equipos de última generación para cualquier tipo de análisis de las ciencias agrícolas, pecuarias y forestales.
En ese contexto, la Agencia Informativa Conacyt entrevistó en exclusiva al doctor Clemente Villanueva Verduzco, coordinador del Lanisaf, quien señaló que el laboratorio es consecuencia de un esfuerzo conjunto de autoridades y la comunidad universitaria de Chapingo, quienes detectaron la apremiante necesidad de contar con un laboratorio que centralizara la tecnología de última generación para estudios analíticos en ciencias agrícolas, pecuarias y forestales.
“Estamos hablando de una gama muy amplia de tipos de análisis, pasando por el tema de los recursos naturales, agua, suelo, forestería, recursos genéticos vegetales y animales, todos ellos parte del campo de estudio de esta universidad, cuyo perfil es agrícola y forestal, pero que también atiende agua, suelo, bosque y todo lo relacionado con recursos naturales renovables”.
El responsable de llevar a buen puerto las actividades de Lanisaf, quien también es miembro con nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), precisó que previo a este esfuerzo, la UACh contaba con una serie de laboratorios pequeños, aislados unos de otros, la mayoría de ellos en las diferentes unidades académicas y de posgrado. “Hacía falta un esfuerzo como este, que integrara y que tuviera la última tecnología; fue así que desde 2014 comenzaron los esfuerzos por conjuntar los dineros que permitieran concretarlo”, reiteró.
El potencial del laboratorio
Sobre el tipo de tecnología del Lanisaf y las pruebas que puede ofertar, Villanueva Verduzco explicó que se cuenta con equipos que van desde microscopía electrónica y con focal, hasta genómica, cromatografía, espectroscopía de difracción de rayos X, dicroísmo circular vibracional y análisis instrumental (elementos, iones, carbón en todas sus formas y bromatología; ICP, FIA, TOC y MPA).
Explicó que en materia de microscopía electrónica se cuenta con un equipo electrónico de transmisión muy potente (270 mil aumentos) y un microscopio electrónico de barrido con Edax para el análisis elemental de las muestras que visualiza, de lo mejor que hay en equipamiento científico.
“Contamos también con un microscopio electrónico de barrido que también es de última generación y tiene aditamentos, accesorios que permiten realizar hasta análisis cuantitativos de las observaciones que en él se realicen. Eso vuelve ese microscopio en una herramienta muy versátil, ya que nos da los contenidos a nivel de elementos sobre lo que se está observando, con ayuda del Edax”.
Explicó también que en materia de microscopía, se cuenta con dos dispositivos confocales, uno estereoscópico —único en Latinoamérica— que permite poner especímenes completos, siempre y cuando no sean muy grandes (2 centímetros de largo y uno de profundidad); entretanto, el segundo es único también porque engloba las capacidades de varios equipos confocales.
“Podemos decir que funciona como si fueran varios microscopios confocales porque tiene una batería de componentes de rayos láser que abarcan varias gamas de la radiación con todo el espectro visible que permite un análisis mucho más amplio; a diferencia de otros que cuentan con una gama predefinida, muy específica del espectro visible”.
Otros de los equipos relevantes con que cuenta el Lanisaf en el área de microscopía son el Sputter y el Histoquinette. El Sputer es un accesorio de apoyo al microscopio de barrido, el cual permite recubrir las muestras con plata o con oro para metalizarlas, hacerlas transmisoras y, por lo tanto, visibles; y el Histokinette, también automatizado, permite preparar muchas muestras simultáneamente para ser observadas en microscopía confocal.
Al referir cuál es la necesidad de contar con un laboratorio de estas características, el doctor explicó que, en primera instancia, la necesidad surge en la propia universidad, ya que de manera anual pagaba entre cinco y ocho millones de pesos en servicios analíticos especializados y que ahora podrán realizar ellos mismos.
En segunda instancia, dijo que el sector agrícola, aun cuando cuenta con instituciones especializadas que les brindan servicios analíticos, ninguna de ellas tiene un laboratorio de las características del Lanisaf, el cual les oferta una gama muy amplia de análisis.
“Este es un laboratorio nacional pero con características especiales gracias al gran número de equipos de última generación con los que cuenta (…) A diferencia de otros laboratorios nacionales, el nuestro conjunta unos 10 a 12 equipos mayores contrastantes de última generación”.
No obstante, consideró que aún es necesario equipar el laboratorio con algunas tecnologías ya existentes y que les serán útiles para los servicios que ofrecerán. “Tenemos, por ejemplo, en Chapingo, al experto más importante de Latinoamérica en difracción de rayos X que ha manejado el equipo de resonancia magnética nuclear más potente en Francia y aquí solo le tenemos el difractor de rayos X, y aunque tenemos uno de resonancia magnética nuclear de capacidad modesta, aún necesitamos otro de última generación”.
Al respecto, el investigador dijo que en Chapingo se cuenta con el personal, el experto en esos servicios, pero que se necesita del mejor equipo de resonancia para sacarle ventaja a los servicios que pueden prestar y para estar en posibilidades de desarrollar insumos nacionales propios de alta tecnología, útiles al sector agroalimentario y forestal.
Servicios que ofrece Lanisaf
De acuerdo con el doctor Villanueva Verduzco, la variedad de equipos es tan importante que se puede llevar a cabo cualquier tipo de análisis que va desde determinar la huella genética de un vino que permita definir su denominación de origen, su año de cosecha e incluso determinar si hay adulteraciones presentes y hacerlo con un solo equipo, es decir, sin tener que pasar por otros análisis.
“Esto nos permite pensar en la posibilidad de brindar servicios más allá del sector agrícola y agroalimentario (…) Sin embargo, la actividad del Lanisaf se orienta en particular al sector productivo, al cual buscaremos vender servicios analíticos al tiempo mismo que trabajamos en la capacitación de recursos humanos altamente especializados y en investigaciones y desarrollo de insumos estratégicos”.
En ese contexto, el Lanisaf cuenta con un catálogo de servicios que está contenido en su micrositio web, al cual se llega a través de la página de la Dirección General de Investigación y Posgrado de la universidad. Una vez que alguien se interese en algunos de los servicios, debe llenar los formatos de acceso de muestras, los cuales, a su vez, permiten a la universidad generar datos estadísticos sobre la demanda de servicios.
El esquema de trabajo
Al referir la dinámica de trabajo del laboratorio, el investigador detalló que debe apegarse a las tres funciones básicas que contemplan los objetivos de la propia Universidad Autónoma Chapingo: la enseñanza, la investigación y el servicio. “En Chapingo son los tres principios básicos que todo profesor debe cumplir, más aún cuando se trata de instituciones académicas, y el Lanisaf no será la excepción en Chapingo”.
En consecuencia, el laboratorio, además de ofertar servicios de análisis altamente especializados y aprovecharlos para la formación de nuevos recursos humanos, contará también con líneas propias de investigación, de las cuales ya ha inscrito al menos 16 proyectos que se gestaron previamente en la universidad y a los que se les dará continuidad en el laboratorio.
“Los proyectos estarán asesorados por los 10 responsables que somos actualmente en este laboratorio —incluyéndome—, entre ellos tres catedráticos, tres investigadores que fueron contratados por la universidad precisamente para ubicarlos en este nuevo laboratorio y tres o cuatro personas más que tendremos de apoyo”.
Detalló también que apegarse a los tres lineamientos de la universidad permitirá al laboratorio generar recursos adicionales a los que se ingresen a través de los proyectos y los que le asigne la propia instancia. “Algo muy notable de la universidad es que casi ingresa autogenerado lo que recibe de subsidio, que es bastante respetable, por venta de servicios tecnológicos a través de proyectos y convenios”.