FUENTE: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, ANUIES, www.anuies.mx
* Académicos aportarán soluciones para atender la situación crítica del vital líquido
La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y El Colegio de México (Colmex) convocan a los académicos de instituciones de educación superior (IES) que conforman el Consejo Regional del Área Metropolitana (CRAM) de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) a participar en el Foro Problemas Metropolitanos: Acciones para su Atención. Temática Agua.
El doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la Casa abierta al tiempo, desde que asumió la presidencia del CRAM-ANUIES –el 7 de noviembre de 2017– llamó a las universidades a trabajar junto con la sociedad y el sector público, aportando opciones de solución a los asuntos más apremiantes de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Con ese propósito y el de convertirse en puente entre la academia y el sector público para vincular ideas y acciones, el próximo 27 de septiembre se realizará el encuentro que analizará asuntos relacionados con el vital líquido: su legislación, tratamiento y reúso, abastecimiento de agua potable y redes de distribución, así como el manejo integral en el área metropolitana.
Pretende, además, que los académicos de las IES del área metropolitana contribuyan a definir perfiles de profesionistas para incorporarlos a los planes de estudio e incidir en el diseño de políticas públicas respecto del recurso.
De acuerdo con el doctor Óscar Monroy Hermosillo, investigador del Departamento de Biotecnología de esta casa de estudios y coordinador del Foro, si bien el tema del agua siempre ha sido relevante para la Ciudad de México, ahora cobra especial significación “porque empezamos a vivir un momento crítico respecto de su manejo”.
Más que de un fenómeno derivado de la escasez, se trata de “una crisis por una mala dirección y distribución del agua, pues prácticamente en todo el país se tienen esquemas equivocados”.
El problema es que en la capital se sigue un esquema de explotación e incluso se le ve como un recurso que se tiene que extraer, como se hace en la minería que cuando se ensucia, se tira.