El carbohidrato disminuye la presencia de amonio en la sangre, condición frecuente en quien tiene anomalías en el hígado, que afecta la movilidad y al cerebro
Investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) comprobaron que el consumo frecuente de la inulina de agave de tipo Tequilana Weber Azul como suplemento alimenticio disminuye considerablemente los niveles de amonio en quienes padecen cirrosis.
El amonio es un gas que de manera natural es producido por bacterias dentro del intestino, o bien por procesos metabólicos de sustancias nitrogenadas como las proteínas. Un hígado sano lo metaboliza y lo convierte en urea que es eliminada por la orina, pero quien padece cirrosis no lo realiza de esta manera.
El estudio realizado los doctores Mary Fafutis Morris y Vidal Delgado Rizo, del Laboratorio de Inmunología del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), corroboró que la inulina de agave puede disminuir la presencia de amonio en el torrente sanguíneo, problema conocido como encefalopatía hepática y que afecta las capacidades motoras y cognitivas del cerebro.
Para la investigación científica se monitorearon dos grupos de pacientes. Uno de ellos utilizó inulina disuelta en agua tres veces al día y otros ingirieron lactulosa, una especie de jarabe comercial que es comúnmente utilizado para disminuir los niveles de amonio.
Tras varios exámenes de sangre, el primer grupo mostró una mayor diminución de los niveles de amonio que quienes tomaban lactulosa, este último grupo presentó distensión abdominal y flatulencias a diferencia de los que ingirieron la inulina.
“Hicimos los análisis, recopilamos los datos de cada grupo y descubrimos que la inulina de agave disminuía más los niveles de amonio que la lactulosa y, además, el costo económico de este suplemento para los pacientes era muy bajo”, señala Fafutis Morris, encargada de la investigación inmunológica del estudio.
La inulina es un carbohidrato o azúcar que se extrae del agave Tequilana Weber Azul. Se trata de una fibra soluble que fortalece el sistema inmunológico por lo que se comercializa como suplemento alimenticio en México.
“Es perfectamente soluble en agua que se puede tomar. No tiene efectos secundarios y eso fue una de las cuestiones muy importantes en el estudio, pues se vio que contrario a la lactulosa no genera inflamación intestinal, ni flatulencias, ni dolor abdominal y los pacientes podían evacuar mucho más fácilmente”, asegura la doctora Fafutis Morris.
Por su parte, Delgado Rizo afirma la ingestión de la inulina permite además fortalecer la microbiota intestinal de los pacientes, por lo tanto mejora los lactobacilos, que son bacterias buenas que se encuentran en el sistema digestivo y urinario.
Los investigadores consiguieron en marzo de este año la patente para el procedimiento que emplea la inulina de agave para mejorar las complicaciones de la cirrosis hepática.
“Con la patente lo que está protegido es el uso de la inulina para bajar los niveles de amonio en pacientes con cirrosis hepática. Definitivamente no la cura, es algo que quiero resaltar, pero sí mejora la calidad de vida”, recalca el doctor Delgado Rizo.
Ahora, lo que buscan los investigadores de la UdeG es hacer la transferencia tecnológica a corto plazo a fin de generar convenios con empresas interesadas en incorporar la inulina a sus productos destinados a pacientes con esta enfermedad. (Agencia ID)