La idea no es incentivar el consumo de una bebida alcohólica, sino mejorar la salud digestiva
Un equipo de científicos de la Escuela de Ciencias de la Salud (ECS), de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), ha creado una cerveza que contiene probióticos a fin de mejorar la salud digestiva de quien la ingiere.
El incremento en el consumo de bebidas alcohólicas, tanto destiladas como fermentadas, es lo que motivó el estudio científico, que explica el doctor Jorge Alejandro Aguirre Joya, responsable del proyecto. De acuerdo con la Cámara Cerveceros de México, el promedio del consumo per cápita de los connacionales es de unos 60 litros al año.
“Buscamos ofrecer un producto novedoso que impactara de manera positiva en su salud de la población; por ejemplo, al incorporarle bacterias benéficas (probióticas) para enfrentar infecciones causantes de diarrea, vómito o dolor abdominal y más”, hace referencia el científico de la ECS Unidad Norte de la UAdeC, en Piedras Negras.
Entonces, el principal reto técnico al que se enfrentó el equipo de investigadores fue proteger a las bacterias vivas del efecto del alcohol. Se eligió la encapsulación, en una acción como la que ya se realiza en algunos yogurts para soportar las condiciones gástricas, como el nivel de acidez (pH), en el estómago y que se logren liberar hasta llegar al intestino.
Para llevarla a cabo optaron por el secado por aspersión, donde a un medio líquido se añade una concentración de bacterias y material como gomas naturales que protegen a los microorganismos. A continuación, esa mezcla líquida se somete a deshidratación y los probióticos quedan microencapsulados. Es así que al consumir esas bacterias ácido-lácticas a través de la cerveza pueden permanecer en el tracto gastro-intestinal e inhibir a los patógenos.
“Es importante dejar claro que la idea no es incentivar el consumo de la cerveza, sino ofrecer un producto que se ha comprobado brinda beneficios a la salud en dosis moderada, más el agregado de los probióticos para la protección de aparato digestivo”, recalca el doctor Aguirre Joya.
“Nuestro producto cumple con las condiciones normales de una cerveza y se encuentra en proceso de patente. Aunque todavía trabajamos en la optimización de la cantidad de probióticos, la medida que se sugiere es dos cervezas de 355 mililitros por día”.
Si bien especialistas realizarán análisis de sabor, color y textura, la prueba final la llevará a cabo el público consumidor para saber si la acepta como una cerveza artesanal.
“Hasta el momento solamente existe una cerveza similar desarrollada recientemente en Singapur. La idea es hacer pruebas con otras bebidas alcohólica partiendo del mismo principio de la las microcapsulas, pero de igual forma con la idea de consumirla con responsabilidad”, puntualiza el doctor Aguirre Joya, quien tiene una patente por la creación de un tequila con antioxidantes obtenidos de la cáscara de nuez. (Agencia ID)