Ideal para producir recubrimientos de asientos y tapetes, se degradaría totalmente en dos años y medio, lo que evita un daño al medio ambiente
El plástico es un derivado del petróleo que tarda cientos de años en desintegrarse. A fin de contrarrestar esta situación, científicos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) crearon un copolímero para obtener fibras que posibiliten producir recubrimientos de asientos y tapetes y que, después de su vida útil, se degraden en dos años y medio.
Se trata de fibras en forma de hilos creadas a partir del ácido poli-láctico (PLA) que es un polímero biodegradable generado con recursos renovables al cien por ciento como el maíz, trigo y otros productos del almidón. El doctor en Polímeros, Jorge Raúl Cerna Cortéz, líder del equipo de investigadores, detalló que tras el uso de la innovación, el 40 por ciento del copolímero se degrada en un mes, por lo que aproximadamente en dos años y medio estaría totalmente consumido por las bacterias.
Innovación hecha en Puebla
Actualmente la mayoría de los hilos con los que se producen las telas para los vehículos provienen de otros países, por lo que en 2013 inició este proyecto con el propósito de desarrollar un mercado local. “Fue así que creamos fibras color blanco que, de acuerdo a la necesidad, se pueden teñir; además al producirlas con la técnica de electrospinning permite fabricarlas a nivel nanométrico con gran potencial en fuerza física y mecánica para utilizarse en telas”.
Por lo que con el estudio llamado “Síntesis de copolímeros basados en Poli (ácido láctico) (PLA) para aplicaciones en el desarrollo de fibras automotrices biodegradables” comprobaron que también podría usarse en la industria alimenticia para contenedores de alimentos, herramientas de uso en microondas, así como generar un mercado local y no depender del extranjero.
El doctor Cerna Cortéz, también director de la Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP, detalló que en las pruebas de biodegradación en composta “observamos gran respuesta de degradación en corto tiempo, en un mes se desintegra en un 40 por ciento, contrario a la fibra utilizada actualmente que no es biodegradable y tarda entre cien y 200 años”.
Actualmente la tecnología se encuentra en pruebas de laboratorio con las que los investigadores buscan tener parámetros de las telas actuales a competir en el mercado. “Haremos la comparación y aproximadamente en un año definiremos la fibra adecuada, queremos que éstas sean antisépticas y antibacteriales. Además pretendemos crear un vínculo con la industria automotriz para hacer pruebas funcionales y generar las fibras textiles a nivel nacional”, finalizó el doctor Jorge Raúl Cerna Cortéz. (Agencia ID)