Por Felipe Sánchez Banda
Saltillo, Coahuila. (Agencia Informativa Conacyt).- ¿Cuántos y qué clase de alimentos se desperdician en el norte de México? Es la interrogante que buscan resolver investigadores de las universidades autónomas de los estados de Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua, pertenecientes a la Red Temática de Seguridad Alimentaria: Valorización de Subproductos Agroindustriales y Disminución de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA).
La seguridad alimentaria y el desperdicio de alimentos son temas prioritarios para la humanidad en los próximos años. A nivel mundial, se pierden mil 300 millones de toneladas de alimentos y en América Latina se desperdician hasta 127 millones de toneladas de alimentos anualmente, de acuerdo con el boletín 3 de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en América Latina y El Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) en 2016.
Los nuevos datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2018, indican un incremento del hambre en el mundo. Se estima que el número de personas subalimentadas aumentó hasta los 821 millones: cerca de una de cada nueve personas en el mundo en 2017.
Ante la gravedad del tema a nivel internacional, la falta de información precisa sobre el desperdicio de alimentos en el país y la diversidad de hábitos alimenticios en las diferentes regiones de México, los científicos del norte del país, miembros de la Red PDA, trabajan en la determinación de la cantidad y tipo de alimentos que se pierden en esta zona del país.
Estos datos contribuirán a conocer la dinámica de la pérdida de alimentos en el país y, particularmente, en la región norte de México. A partir de esta información, los especialistas podrán contemplar las opciones necesarias para generar estrategias que ayuden a mitigar este mal social nacional e internacional.
Red para la seguridad alimentaria
Actualmente, en México 23.3 por ciento de la población (27 millones de personas) vive en pobreza alimentaria y 12.5 por ciento sufre desnutrición crónica, según datos de The Hunger Project (El Proyecto del Hambre) México.
En este contexto, en 2016 surgió la Red Temática de Seguridad Alimentaria: Valorización de Subproductos Agroindustriales y Disminución de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, un grupo conformado por 90 investigadores en diversas disciplinas de 14 estados, relacionadas con la producción, procesamiento, distribución y consumo de alimentos, para abordar el tema de pérdidas y desperdicios de alimentos en México y su relación con la seguridad alimentaria en su dimensión del acceso a alimentos.
“El objetivo de esta Red es estudiar el problema de las pérdidas y desperdicios de alimentos que ocurren a lo largo de la cadena de suministro de alimentos, posicionar el tema como prioridad en la agenda pública, crear conciencia en la sociedad sobre este tema y proponer estrategias que conduzcan a su reducción”, explicó Juliana Morales Castro, coordinadora técnica de la Red PDA e investigadora del Instituto Tecnológico de Durango (ITD) —perteneciente al Tecnológico Nacional de México (Tecnm).
Esta iniciativa surgió de un grupo de académicos que propusieron al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la conformación de la red temática, obteniendo la aprobación y el apoyo económico otorgado para el año 2016. Está integrada por 70 profesionales y estudiantes de posgrado de más de 20 instituciones con especialistas en diversas disciplinas como tecnología en alimentos, agronomía, biotecnología, economía agrícola, producción bovina, entre otros.
Debido a que el problema de la pérdida y desperdicio de alimentos es un tema multifactorial, los integrantes de la Red buscan conocer con datos precisos la magnitud del problema en México y, posteriormente, generar estrategias locales y nacionales para disminuir la problemática a través de un equipo de investigación amplio y multidisciplinario.
Desperdicio de alimentos en el norte
De acuerdo con los especialistas de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec), a lo largo de la cadena de alimentos, que abarca desde la producción hasta la compra y el consumo, la etapa final en los hogares genera gran cantidad de desperdicios y problemas de contaminación por los residuos, pero son necesarios datos para corroborar la cantidad y tipo de alimentos perdidos en las casas.
La ausencia de cifras sobre la pérdida y desperdicio de alimentos en México abarca todas las regiones del país. Sin embargo, los pobladores de cada zona de México tienen diferentes dinámicas de pérdida de alimentos, según la disponibilidad de productos que existen en su región, como es el caso del norte del país. Estas distinciones obligan a los especialistas a estudiar el tema de PDA desde la perspectiva local y nacional.
“Se sabe que la información que se tiene sobre los PDA en el país es que ocurre en los hogares. Pero prácticamente no tenemos información que nos permita saber qué es y cuánto es lo que se desperdicia en los hogares con una visión global de acuerdo con los grupos que establece la FAO en un contexto internacional, por lo tanto hay un vacío de información. Tenemos una modalidad de trabajo dual, la primera para conocer el dato nacional y de manera virtual a través de un enlace, cada miembro de la Red lo replicará y obtendrá información de diferentes estados; la segunda a nivel local/regional, por lo cual se realizarán encuestas físicas en el norte de México”, explicó la doctora Janeth Margarita Ventura Sobrevilla, profesora investigadora de la Escuela de Ciencias de la Salud, unidad Norte, de la Uadec.
En esta investigación para determinar el desperdicio de alimentos en hogares del norte de México, participaron la Uadec, campus Norte, de Piedras Negras, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), campus Ciudad Victoria, bajo la coordinación del doctor Juan Francisco Castañón, y la Universidad Autónoma de Chihuahua, en la ciudad de Chihuahua, coordinado por la doctora Virginia Nevárez Morillón.
Cada institución realizó encuestas a padres de familia de escuelas públicas y privadas de nivel primaria para conocer sus hábitos de consumo y desperdicio de alimentos, así como la organización de pláticas especializadas a niños de este nivel educativo sobre el tema de PDA. Algunos de los aspectos que incluyen las encuestas y desean conocer los investigadores son: hábitos de consumo, comportamiento ante la caducidad, estimaciones de desperdicios semanales, conocimiento sobre qué alimentos se desechan a la basura, patrones de compra y consumo, patrón de preparación académica ante el desperdicio, estado socioeconómico, entre otros.
“La generación de este instrumento para el estudio fue con el trabajo colaborativo de las universidades autónomas de Chihuahua y Coahuila. Se les daba una plática corta a los niños sobre la importancia de los PDA y qué pueden hacer ellos al respecto. Sus padres respondieron la encuesta sobre: ¿qué tiran?, ¿qué le hacen a las sobras o a algo que no se van a comer?, entre otros aspectos”, puntualizó el doctor Jorge Alejandro Aguirre Joya, profesor investigador de la Escuela de Ciencias de la Salud, unidad Norte, de la Uadec.
Los investigadores aclararon que en los resultados preliminares encontraron que existen una tendencia similar en ambas ciudades (Piedras Negras y Chihuahua) en los patrones de hábitos alimenticios, consumo, generación de desperdicio y nivel de conocimiento respecto a la problemática de PDA. De esta manera, los consumidores evitan comprar frutas y verduras con mala apariencia; sin embargo, este tipo de alimento vegetal es el más desperdiciado en los hogares. Asimismo, se encontró que más de 50 por ciento de los encuestados afirma no desperdiciar, 70 por ciento reconoce el problema de los PDA como grave y poco más de 50 por ciento no ha visto o escuchado campañas al respecto.
“Es un proceso lento, con los resultados podemos ver qué opciones tenemos para trabajar con estos PDA, si es necesario crear nuevos alimentos, procesos de transformación, tecnologías, encaminar alimentos para comunidades necesitadas, etcétera, usando como base la pirámide de jerarquización”, puntualizó Ventura Sobrevilla.
A partir de los resultados, los investigadores harán una selección de las estrategias para llevar a cabo una capacitación adecuada para la región o generar la tecnología necesaria para afrontar este problema. Por ejemplo, si aparece con cifras altas el desperdicio de carne, será prioritario desarrollar un plan en torno a la tecnología para preparación de carne o capacitación para prevenir estas pérdidas, que puede ser el caso del estado de Coahuila.
“Necesitamos tener resultados más puntuales para diseñar estrategias más específicas para cada punto. Es un tema complicado, es un problema que tenemos en México y debemos ser responsables en el consumo de alimentos. La cadena de producción sustentable necesita de todos, desde el agricultor, el intermediario y hasta el consumidor al que llega el alimento. Ser conscientes que tenemos la oportunidad de tener un país bastante productivo en alimentación y tenemos que aprovecharlo”, enfatizó el doctor Aguirre Joya.
A futuro, los especialistas buscarán confirmar una colaboración internacional con la Universidad de Reading, Inglaterra, y continuar la búsqueda de fondos para extender el estudio a otras ciudades y estados de México.